domingo, 24 de junio de 2012

ARTICULISTA INVITADO


ARTICULISTA INVITADO

Héctor Yunes Landa

La Hora de Votar por un Nuevo Rumbo para México.
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 Estamos a unas horas de culminar una intensa campaña política en busca del voto de los veracruzanos, de todos aquellos que quieren realmente un cambio porque piensan que México no merece vivir como vive actualmente y que necesita un nuevo rumbo, con paz social y crecimiento económico. Ha sido un largo recorrido por todo el territorio de nuestro estado, en el que hemos tenido la oportunidad de constatar de viva voz de los ciudadanos sus necesidades y demandas, pero sobre todo sus aspiraciones y propuestas para que Veracruz pueda salir adelante.
Al lado de la desazón y pesar que provoca observar la realidad injusta de miles de hombres, mujeres y niños, me ha sorprendido gratamente comprobar la férrea voluntad y determinación de nuestra gente por no rendirse, de esa vocación alegre y dispuesta a superar sus carencias y construir un mejor futuro. Esa es nuestra mayor fortaleza. Es un gesto y una actitud que conmueve, pero sobre todo, que compromete.
Se necesitaría ser alguien muy vil y de mala entraña para ignorar el sufrimiento de nuestra gente y traicionar la palabra empeñada. Por eso, porque tengo la convicción, pero sobre todo el amor por mi tierra y por mi gente, no les puedo fallar. Voy a cumplirles y voy a honrar mi compromiso y mi palabra.
Hay mucho por hacer para cambiar las cosas y tenemos muy claro cual debe ser nuestro papel. Hay que empujar, de una vez por todas, ese gran cambio del que tanto se habla. Hay que hacer las grandes reformas que necesita el país para que vuelva a ser un lugar de paz social con oportunidades de empleo digno y bien pagado para todos.
Debemos realizar una gran Reforma Hacendaria, que estimule las inversiones y haga que nuestros empresarios fortalezcan su confianza en la economía; así será posible abrir nuevos centros de trabajo y, al haber más, la mayor demanda de mano de obra impulsará los salarios hacia arriba y quienes busquen trabajo tendrán opciones para contratarse. Los empresarios y todos los contribuyentes en general deben saber con certeza dónde y en qué se gasta su dinero, en qué obras y servicios. Por eso hay que hacer una gran Reforma por la Transparencia, para que la ciudadanía renueve la confianza en su gobierno y en sus instituciones.
Aunado a lo anterior, tenemos que impulsar una Reforma Laboral que modernice al país, respetando los derechos y las conquistas de los trabajadores pero reconociendo a aquellos que más se empeñen y comprometan, porque es justo que quien más aporte obtenga una mayor retribución y prestaciones. Esto dará mayor aliento y certidumbre a los empresarios para invertir y mayor seguridad y estímulo a los obreros que hoy son tratados inequitativamente. Así lograremos la mayor productividad que le urge a México.
Debemos realizar también reformas en el marco jurídico que regula las inversiones, particularmente en los sectores estratégicos de nuestra economía, porque eso detonará mayores inversiones en toda la nación. Es urgente una gran Reforma Energética, por ejemplo, que complemente la ya realizada para que las áreas de oportunidad de PEMEX, CFE y las comunicaciones puedan desarrollar todo su potencial. Esto, además de crear miles de empleos, contribuirá a bajar las tarifas tan injustas que hoy pagamos en Veracruz.
Al lado de esto, tengo la convicción de impulsar la Gran Reforma Educativa que México necesita. Porque de nada sirve que se generen nuevos empleos si nuestros trabajadores, especialmente los más jóvenes, no están capacitados para ocupar los puestos de trabajo especializado. Nuestros niños y jóvenes no deben seguir recibiendo una educación deficiente; pues eso es causa de frustración y desánimo al no encontrar empleo cuando egresan.
Por eso me he comprometido a que haya mejores condiciones para que puedan estudiar, mejores aulas, mejores laboratorios e instalaciones, pero sobre todo, mejores salarios y condiciones laborales para nuestros maestros; ellos también quieren que las cosas cambien y he constatado que sienten pasión por su trabajo y un gran compromiso por la Educación y con México. Por eso voy a respaldarlos en el Senado y vamos a transformar la Educación.
Es mucho lo que hay por hacer y no alcanza este espacio para enunciarlo todo. He querido reiterar mi compromiso y exponer claramente mi visión de lo que hay que hacer, pero especialmente de cómo hay que hacerlo, sin cuentas alegres ni falsas promesas, y, sobre todo, dejando en claro que si bien nos toca a nosotros, los servidores públicos, liderar el cambio, es también responsabilidad de cada ciudadano seguir participando después del domingo 1 de julio.
La participación ciudadana no debe agotarse en las urnas, porque como he sostenido siempre, no hay hombre, mujer, ni partido, que pueda por sí solo sacar a Veracruz y a México de sus graves problemas. Por eso hay que renovar nuestro optimismo y nuestra convicción en que tenemos la fuerza y el talento como pueblo para salir adelante y ser la gran nación que nos merecemos.
El próximo domingo inicia un Nuevo Rumbo para Veracruz y para México. Hay que ir a votar con entusiasmo y con la fe y la confianza de que el cambio sí es posible y lo vamos a lograr entre todos. Les pido con humildad, pero con mucha convicción y compromiso, su respaldo para lograr el triunfo y construir, de una vez por todas una mejor nación. Hay que acudir a las urnas e invitar a nuestra familia, a nuestros vecinos y amigos, aún a los que viven lejos, compartiendo el entusiasmo por el nuevo tiempo que vamos a vivir. Como bien dice Enrique Peña Nieto: la mejor encuesta es la del día de la elección y no hay que dar por seguro el triunfo.
Por eso ¡Todos a votar por un Nuevo Rumbo para Veracruz y para México! ¡Para que nuestros hijos tengan de verdad el gran futuro que se merecen!

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