lunes 24 de agosto de 2009
Réquiem por la educación
Zona de Tolerancia
Por Rodrigo Vidal
Quizá muchos padres de este país aceptaron, desde hace muchos años, mandar a sus hijos a escuelas cuya infraestructura es “deficiente” (en edificios dañados, aulas improvisadas y de alto riesgo, filtraciones de agua en techos, paredes y pisos, aulas sin techos, aulas con techo y sin paredes, escuelas de madera, cartón y plástico, o bajo los árboles, sentados en pupitres rotos o en el piso), quizá también medio o nada desayunados y con algo de esfuerzo los mandan con el uniforme escolar lo más completo que se pueda (aunque la camisa o el pantalón no sean los del uniforme, con zapatos o sin zapatos, con el parche en la nalga o en la rodilla del pantalón, aunque no fuera del mismo color), y aceptaron mandarlos a la escuela por las razones que pudieran imaginarse todos (que es obligatorio según la Constitución, que es para prepararlos mejor, que es para hacer de ellos buenos ciudadanos –aunque no sea garantía pues hay unos muy malos pero bien preparados que alcanzan a ser alcaldes, diputados, gobernadores, presidentes de la República-, que es para tener un trabajo seguro o seguro que encuentra un trabajo si estudia, y demás razones). Porque así es en México, a eso llevaron años de políticas públicas equívocas en materia de educación.
En la realidad –que no es “la realidad” única- de cada padre, hay una razón para mandar a sus hijos a la escuela (pública o privada), y con los que he tenido oportunidad de platicar, todos esperan que, pese a todas las carencias de la escuela y el sistema educativo en el país, salgan muy bien preparados, que aprendan, pues el esfuerzo, tanto padres e hijos, lo hacen.
Lo que menos esperan es tener hijos “burros”, pero sobre todas las cosas no esperan que los maestros también lo sean. Y por desgracia lo son. ¿Querrá un padre poner a su hijo en manos de un maestro que requiere “nivelación” o su promedio “no es aceptable”, pese a que lleva años en el magisterio? Es una decisión temeraria, pero tampoco quedan muchas opciones.
Los resultados que arrojó el examen para la contratación de maestros, que convocó la Secretaría de Educación Pública (SEP), indican que el 74 por ciento de los que obtendrán una plaza “reprobaron” el examen. Esta cifra es mayor a la del resultado del examen del año pasado, donde el 67 por ciento de los maestros contratados reprobaron la evaluación.
Jalisco, Tabasco y Veracruz, fueron los estados donde se registró el peor desempeño de aspirantes a una plaza de maestro. Pero, por si esto fuera poco –porque siempre hay cosas más peores que las consideradas peores-, ahora tendremos a maestros “no aceptables” o popularmente hablando, “burros” dando clases con libros de texto incompletos en el tema de la Historia de México, modificados y sin matemáticas, en el nivel primaria. Esto es parte de la Reforma Integral de la Educación Básica. Así se llama.
¡Y todavía más! (¡si!, todavía más). Las universidades públicas tendrán que adecuarse a trabajar con menos presupuesto, cuando de lo que se trata es de aumentar el recurso en ese rubro, pues de por sí México se encuentra en los últimos lugares del mundo en materia de inversión a la educación y a la investigación. Por eso pregunto ¿A dónde estudiarán los niños? Porque el derecho a la educación no se limita sólo con la oportunidad de asistir a las aulas, sino a recibir una formación de calidad.
Pero si “la maestra” Elba Esther Gordillo, presidenta del SNTE, le llama al virus de la influenza “AHLNL”, cuando es AH1N1, y pese a la reacción de los asistentes a la ceremonia del regreso a clases, entre ellos estudiantes, no hace por corregir el error, qué se puede esperar entonces de corregir la política pública sobre educación.
¡Destapan la cloaca!
Fin de semana de destapes: los jubilados petroleros del grupo Solidaridad, antagónicos al Delegado del Departamento de Jubilados de la Sección 30 del sindicato petrolero (a quien supuestamente secuestraron y liberaron luego luego), destaparon al alcalde de Poza Rica, Pablo Anaya Rivera como próximo Senador por Veracruz; a su vez, el munícipe, junto con la diputada Clara Celina Medina Sagahón –quien buscó la Rectoría de la UV y ahora quiere la alcaldía de Poza Rica-, destaparon al gobernador Fidel Herrera Beltrán para que sea el candidato del PRI a la presidencia de la República. Curiosa forma de hacer política a la veracruzana.
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