El mal nunca podrá con el poder de Dios: Obispo de Papantla
Por Luis González Romero
Poza Rica, Ver,- La iglesia católica siempre apuesta a la esperanza y al amor. En México “hemos descubierto y, principalmente en Poza Rica y en la Diócesis de Papantla que el trabajo honesto, que la lucha por mantener unida a la familia, para hacer que nuestra patria progrese por los caminos de justicia y de paz, dijo en entrevista el Obispo coadjutor de la diócesis de Papantla, con sede en Teziutlán, Puebla, Jorge Carlos Patrón Wong.
Esos movimientos y esas acciones negativas de muchos nunca podrán vencer el bien, porque, “ningún mal que vivimos es más grande que el poder que Dios nos ha dado para hacer el bien, amar y para perdonar, sobre todo que la iglesia católica se pronuncia por la tranquilidad para estar en paz con Dios”, expresó el prelado de la Diócesis mencionada.
Patrón Wong manifestó que mantiene una actividad constante y visita todas las iglesias que conforman la diócesis, manteniendo un acercamiento con la feligresía, incluso con la población carcelaria de Misantla, Teziutlán, Papantla y Poza Rica, porque también ellos necesitan se encuentro espiritual, ese mensaje de aliento y de fortaleza como parte de su readaptación para reintegrarse a la sociedad.
Explicó que el Papa ha hecho un llamado a todos los católicos no únicamente a los sacerdotes y a los obispos, sino a todos en general y hermanos en Jesucristo para que reflejen las enseñanzas y la vida de Jesús.
Además señaló que es muy importantes que “todos nos convirtamos en apostales, que todos prediquemos la palabra de Dios y que seamos testigos vivos de la presencia de Dios; la mejor labor de la iglesia católica que pueda realizar será a favor de la sociedad, de México y de nuestras familias.
El guía de los católicos en la Diócesis de Papantla, Jorge Carlos Patrón Wong, también informó de su presencia en Poza Rica, la visita a las iglesias, a las parroquias, la celebración de misas y además mencionó las diversas actividades durante la Semana Santa en el mes de abril, comenzando con el Domingo de Ramos, que representa la entrada de Jesús a Jerusalén.
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