El Totonacapan, un pueblo de artista que recibe el mundo durante Cumbre Tajín
• El Modelo Educativo del Centro de las Artes Indígenas se sustenta en la tradición, la experimentación y la creación.
• Las casas de la Aldea Totonaca comparten la sabiduría ancestral, como las artes textiles en la Casa del Mundo del Algodón y los tintes naturales de la Casa de las Pinturas.
Como anfitriona de Cumbre Tajín, la cultura Totonaca comparte la expresión artística cotidiana y los resultados del Modelo Educativo del Centro de las Artes Indígenas (CAI), sustentado en la rica experiencia tradicional, el proceso de experimentación-creación y el apoyo e intercambio con instituciones educativas de la región.
Así, el Festival de la Identidad es el eje de un modelo que revitaliza la tradición y consolida proyectos culturales, sociales, educativos y de salvaguarda del patrimonio, generando nuevas vías de diálogo, difusión, regeneración, fortalecimiento, expresión y autogestión.
Estos diálogos interculturales se llevan a cabo en las casas de la Aldea Totonaca, donde los especialistas de cada disciplina regalan a los visitantes una probada de la sabiduría ancestral. Talleres, exposiciones, pláticas y encuentros con artistas de otras latitudes dejan espacio para la convivencia y el espectáculo de la interacción espontánea.
Un ejemplo es la Casa de las Pinturas, donde la resina de plátano crea paisajes en sepia que invitan a conocer la profunda integración de esta planta en la vida cotidiana de los Totonacas desde siglos atrás. Cuando ha escaseado el alimento, particularmente en la época en que el maíz no era suficiente en la región, a mediados del siglo XIX, raíces como la del plátano nutrieron al pueblo y a sus enfermos, mientras las hojas de la planta sustituyeron la tela que cobijaba a las víctimas de la viruela negra. El plátano es alimento y cobijo, origen y expresión del arte cotidiano.
En la Casa del Mundo del Algodón los trajes tradicionales dan la bienvenida a la exposición de textiles. Al fondo, las mujeres totonacas comparten con los visitantes los secretos de los tintes naturales y la blancura de los vestidos impecables de las abuelas. Semilla de aguacate, cáscara de coco, resina de plátano y otras plantas del Totonacapan son los artífices del colorido natural de la vestimenta, y el agua de ceniza de mezquite el secreto para el blanco más puro. El intercambio se transforma en sesión de consejos y reflexión sobre el desperdicio de los productos de la Madre Tierra que podrían utilizarse como fuente natural de color.
Por el intercambio cultural y el impulso a la herencia de la tradición, Cumbre Tajín es el formato de referencia obligada para proyectos asociados con civilizaciones indígenas, patrimonio cultural, oferta escénica y revit
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