21 de marzo de 2011
Conclusiones del Patrimonio Inmaterial Cultural de la Humanidad
• Para Juan Simbrón, líder y guía espiritual del Totonacapan, no hay fronteras.
• Se definieron acciones de colaboración entre las culturas que se han reunido por primera vez en un mismo espacio.
A las 10:30 horas, en el Kantiyán del Parque Takilsuhkut de Papantla, Veracruz, se llevó a cabo la celebración e intercambio de presentes entre los representantes chiapanecos de la fiesta de los Parachicos y el Consejo Supremo Tradicional Totonaca, encabezado por don Juan Simbrón, acompañado por las doce Abuelas y Abuelos, portadores de cuatro bastones, médicos y cinco parteras, mismo número de las flechas que el san Sebastián de los Parachicos lleva en el cuerpo.
Por un lado, Juan Simbrón, líder y guía espiritual, extendió un recuerdo permanente al pueblo chiapaneco, un ejemplar de El arte de ser Totonaca, y expresó su voluntad para trabajar con los hermanos chiapanecos e incluso visitar o mandar a algunos representantes totonacas para unir esfuerzos entre estos pueblos, ya que no hay fronteras. Con nostalgia y preocupado por su país, recordó a un hermano Lacandón fallecido, para manifestar su lazo con este pueblo que “viene a sembrar un árbol de buena fruta”, y que ha sido reconocido por la UNESCO como parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Durante la ceremonia se tocaron sones de invocación a los cuatro elementos generadores de vida: el viento, el fuego, el agua y la tierra. Así mismo, se recordó la entrada del equinoccio de primavera que marca el comienzo de un nuevo ciclo, y, en palabras de Narciso Hernández, del Consejo de Voladores, hay un compromiso: “tenemos que renovar fuerza, llenos de energía, y seguir trabajando por los planes de salvaguarda. Esta semilla debe de crecer.”
Se bendijeron a los santos, y frente al patrono de los Parachicos, el peregrino san Sebastián (el único santo sin templo), éstos representaron una danza que sólo llevan a cabo en Día de Muertos y durante la Ceremonia de los Parachicos; obsequiaron a Juan Simbrón el libro de arte-objeto, Fiesta Grande de Chiapa de Corzo, también concedido al director del Centro de las Artes Indígenas y a Salomón Bazbaz, director general de Cumbre Tajín, quien subrayó que el Patrimonio no recae en las instituciones, sino en la gente, sus portavoces, quienes deben defenderlo.
El cariño no sólo hermanó a los Totonacas con los Parachicos; también estuvieron presentes los Cardenches de Coahuila y los Pirekuas de Michoacán. Esta reunión culminó los sucesos de Cumbre Tajín destinados a compartir experiencias de gestión de patrimonios, acciones de preservación y, tal como apuntó Salomón Bazbaz, formatos de colaboración entre las expresiones enlistadas por la UNESCO y las que, seguramente, con el tiempo serán patrimonio, como el Mariachi, el Son Jarocho y el canto Cardenche, mismas que, entre otras, se han reunido por primera vez en un mismo espacio: el Parque Takilhsukut de Papantla, Vera
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