Casa Xanath de Cumbre Tajín: donde florece la orquídea
• Cumbre Tajín reserva un espacio para compartir la cultura de la vainilla: Casa Xanath.
• La tradición se transmite a través del sensorama, nieve y figuras de vainilla.
En el Parque Takilhsukut de Papantla, Veracruz, capital de la vainilla, Cumbre Tajín destina un recinto especial para esta planta sagrada: historia, arte y regalos para los sentidos se conjugan para compartir con los visitantes la cultura ancestral.
La vainilla es parte de la formación tradicional, lo saben los Abuelos, como don Juan Simbrón, líder y guía espiritual del Totonacapan, que aprendió con su padre las técnicas de cultivo y tratamiento. Ahora, las nuevas generaciones transmiten este conocimiento a través del sensorama de la vainilla en Casa Xanath, experiencia que estimula los sentidos y evoca imágenes y emociones, al tiempo que sensibiliza y abre la mente para recibir la auténtica esencia del fruto dedicado a dioses y emperadores.
Las imágenes fijas o en movimiento nublarían la percepción y la sorpresa con la que los visitantes reciben la historia de Xanath, princesa totonaca. Por eso esta historia de amor se cuenta en ausencia del sentido de la vista, desde el nacimiento de la princesa hasta el momento en que se enamora de un plebeyo y, tras la persecución, el amor los transforma en el arbusto y la flor de la vainilla.
El cultivo de la planta, la técnica de polinización y cómo se beneficia la vaina para su uso aromático, culinario y artesanal viene después, en una explicación un poco más teórica aderezada por la curiosidad y el ansia de saber de quienes acaban de sumergirse en esta tradición. En la puerta, la nieve de vainilla recibe nuevos visitantes y despide a los que se van, mientras los artistas Totonacas transmiten la técnica de las figuras aromáticas del fruto de la orquídea.
En Cumbre Tajín la cultura huele a vainilla, y la vainilla habita en el corazon de los Totonacas y cada uno de sus visitantes. Así, viaja por el mundo.
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