GNOMOS, DUENDES Y CHANEQUES.
Ubaldo Alvarez Melchor.
¿GARANTIZADA LA LIBERTAD DE EXPRESION?
Podré estar en contra de lo que dices,
pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo.
VOLTAIRE.
El pasado 6 de junio la coordinadora general de comunicación social del gobierno del estado afirmó que la libertad de expresión está garantizada en Veracruz. Las declaraciones de Gina Domínguez Colío las divulgaron todos los medios impresos, electrónicos y digitales, dándoles una cobertura total.
Es obvio que la finalidad es motivar el optimismo y la aceptación de la política que en esta materia lleva a cabo el gobernador Javier Duarte.
Los conceptos vertidos por la responsable de la imagen institucional del gobierno local no están cercanos a la realidad de un país que es considerado el más peligroso en el mundo para el ejercicio del periodismo; pues en aras de crear un marco favorable a la iniciativa para la creación de la Comisión Estatal Para la Atención y Protección de los periodistas, se soslayó la objetividad y la veracidad, hecho que le resta trascendencia al esfuerzo del mandatario por ampliar los espacios para el ejercicio de la libertad de expresión.
La Real Academia de la Lengua Española dice que “garantizar es afianzar lo estipulado”, es decir, ampliar la seguridad de que algo convenido o acordado va a suceder en las mejores condiciones posibles. La afirmación de la coordinadora de comunicación social sostiene que ya está garantizada la libertad de expresión, cuando la realidad indica lo contrario.
No dudamos de la buena fe del gobernador Javier Duarte, ni de su voluntad por afianzar el derecho a la información y la libertad de expresión, pero en este momento no pueden darse por realizados sus esfuerzos cuando la iniciativa inicia el curso indicado para su aprobación en el congreso local. En su página de Internet, la coordinación general de comunicación social del gobierno de Veracruz asume como misión: “Impulsar una comunicación social veraz, oportuna y democrática, que contribuya al fortalecimiento de las relaciones y la participación ciudadana para la integración de la entidad como unidad política, económica y cultural”.
Lo que debió decir -a nuestro juicio- la coordinadora general de comunicación social es que “está garantizado el respeto irrestricto del gobierno del estado a la libertad de expresión”, con lo que habría fortalecido el proyecto de Javier Duarte para la creación de la citada comisión, tema que en su momento debe ser abordado sólo los periodistas sino la sociedad veracruzana.
Resultó más acertado en este tema el ex coordinador general de comunicación social, Juan Alfredo Gándara Andrade, cuando afirmó, en su calidad de alcalde
de Poza Rica de Hidalgo: “mi compromiso es con la libertad de expresión”.
No puede estar plenamente garantizada esta libertad desde hace por lo menos desde hace tres sexenios sistemáticamente se cometen agravios que van desde la descalificación verbal, el acoso y la amenaza, hasta la violencia física. Cada uno de los tres sexenios anteriores tiene cuentas pendientes en la atención a las voces que han cuestionado el ejercicio del poder público y la represión no ha sido exclusiva para periodistas, sino para políticos, líderes sociales, campesinos e indígenas, como lo revela la historia de esos 18 años que ha manchado la tradicional tolerancia y caballerosidad de los políticos de Veracruz.
Esperamos que éste sea la excepción.
uamtalib@hotmail.com
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