MAS DE 100 PERSONAS DUERMEN EN LAS AFUERAS DEL HOSPITAL POZA RICA

Más de 100 personas duermen a la
Intemperie, fuera del hospital

Por Luis González Romero

Poza Rica, Ver.- Más de 100 personas –hombres, mujeres y hasta menores de edad, procedentes de diversos municipios de la región norte de la entidad, - duermen a la intemperie en las afueras del Hospital Regional Poza Rica, Para estar al pendiente del llamado que les haga el personal del nosocomio, sobre todo para la compra de medicamentos que en su mayoría no tiene en existencia la farmacia de la institucional asistencial.
Estas personas tienen que soportar las inclemencias climatológicas, como el frío o el calor; además de que se alimentan en los puestos callejeros que se han instalado frente a las ubicados frente a las instalaciones hospitalarias, que por lo regular no reúnen las condiciones de higiene; pero por necesidad tienen que alimentarse de lo que encuentran más cerca y a menos precio.
Por lo regular esas personas no llegan previstas de lo necesario para acostarse y dormir, por lo que compran cartones que utilizan de colchón, para proteger de lo frió del cemento, algunos traen cobijas y otros –la mayoría- tiene que aguantar las bajas temperaturas.
En repetidas ocasiones se ha hablado de construir o acondicionar un albergue para familiares de los enfermos, pero todo ha quedado en buenas intenciones, porque hasta la fecha no existe un lugar seguro para que pasen la noche cerca del hospital para atender los llamados del personal del hospital.
Otro problema es el área de maternidad, en donde tampoco hay lugar para las embarazadas, que están sentadas en la banqueta, en los pasillos, en las guarniciones y hasta en el piso, en donde acompañadas de familiares o de las “madrinas obstétricas” esperan pacientemente que el personal médico cuando menos se fije en ellas.
Otro cáncer que existe en dicho sector, en el entorno al hospital son los comercios de todos los giros, desde farmacias hasta las funerarias y alguno que otro “coyote” que oferta sus servicios para que al enfermo le den buena atención y para inscribir a las familias en el Seguro Popular, claro, nada es de gratis.