Punto y Coma
Tiempo de echar cohetes y tiempo de recoger varas.
Importante la cultura del ahorro.
El año que se va y el que llega.
Por Luis González Romero
Los refraneros tenían una filosofía muy certera, tanto que a la fecha se recuerda y aplica, como aquello que dice: “tiempo de echar cohetes y tiempo de recoger las varas”, que traducido quiere decir que hay tiempos de bonanza y tiempos de apretarse el cinturón, como decía Ernesto Zedillo cuando fue presidente, luego de la devaluación del peso.
Lo anterior viene a comentario porque los mexicanos somos especiales, cuando no tenemos que comer andamos como locos y cuando tenemos un poco de bonanza nos volvemos locos y el recurso (dinero) nos lo acabamos en un rato, ya sea en la cantina o comprando hasta lo superfluo que se traduce en basura, aunque al día siguiente tengamos que pedir prestado y nos convertimos en pignorantes, de esos que hacen fila en las casas de empeño, en donde prestan una miseria por joyas o aparatos que si tienen un valor agregado, porque mucho sirven en el hogar.
En ese aspecto y en otros los mexicanos somos especiales, pues lo mismo le lloramos que le cantamos a la muerte, y pues como dice una tonadilla de José Alfredo Jiménez, “La vida no vale nada”, como también dice una canción de Napoleón, “vive hoy intensamente la vida, que el mañana no vendrá”, y de la desgracia hacemos chistes, bromas y nos reímos como payasos, aunque por dentro estemos llorando, porque como México no hay dos y además es una situación que coloca a nuestro país en un marco de alegría y de pachanga, como lo que ocurre en los velatorios, en donde mientras los familiares del fallecido sienten la partida de su ser querido, los que llegan a la funeraria se dedican a platicar mil historias, a contar chistes e incluso a criticar a los que lloran.
El año marcado con el 2011, después de Cristo, está en su fase final y en el umbral el 2012, junto con el nuevas esperanzas, nuevos sueños, buenos deseos sinceros o de papel, pero buenos deseos de parientes y amigos que reparten eso y, hasta bendiciones, aunque la mayoría de los casos solo se trata de “cumplidos”, porque son palabras que están muy lejos de la sinceridad, del amor, de la fraternidad, de la amistad; tan solo por decir Feliz Año Nuevo, salud y prosperidad, pero nada más son palabras y más palabras que se pierden en espirales como el humo del cigarrillo.
Y Aquí cabe recordar otro de los refranes: “No todo lo que brilla es oro”, que indica que no todo lo que está bonito es verdadero, suele ser mera fantasía. Detrás de eso hay falsedad, hay mentira como la de los políticos que convencen a la gente, a la que le ofrecen la riqueza, el bienestar, el empleo, mejores salarios, vivienda digna, educación de calidad, seguridad, buenas carreteras, tecnología para el campo, para mejorar la agropecuaria y los mercados nacionales y extrajeros; pero todo eso queda en promesa y “como prometer no empobrece, dar es lo que aniquila”, pues a seguir siendo felices así, a nuestra manera.
“Por eso México Lindo y Querido, si muero lejos de ti, que digan que estoy dormido y que me traigan aquí”, porque como México no hay dos y a pesar de las tragedias, de las guerras de hace 100 años, de las guerrillas, de levantamiento, terremotos, huracanes, sequías, contaminación, deforestación, saqueo de los ríos y de las acciones violentas que están matando gente, México sigue siendo un país de contrastes, maravilloso, con una riqueza natural que despierta la envidia de otros países del continente y del mundo, en donde no cuentan con tanta belleza natural, con tanta riqueza cultural, tradiciones maravillosas, litorales, ríos, lagunas, flora y fauna; la belleza de las mujeres mexicanas que ruboriza a las flores, desde las que usaban el reboso de Santa María hasta las que viven la moda de la minifalda, y la gallardía de sus hombres…Por hoy es todo, soy Luis González Romero, mi correo electrónico: notiluis@hotmail.com, hasta pronto.
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