INSUFICIENTES PROYECTOS DE TRANSPORTE MASIVO; 40 CIUDADES A PUNTO DE LA INMOVILIDAD
México, D. F., a 23 de abril de 2010
Al abordar el tema del financiamiento para el desarrollo de proyectos de modernización del transporte público, Francisco Quiñones Partida, del Banco Nacional de Obras y servicios (Banobras), llamó la atención sobre las cerca de 40 ciudades del país con más de 500 mil habitantes, que ya experimentan problemas de vialidades congestionadas e insuficientes y que tienen necesidad de reestructurar su transportación.
El funcionario dio a conocer las características del Programa de Apoyo Federal al Transporte Masivo (Protram) y dijo que el propósito de éste es precisamente financiar este tipo de proyectos en el país, con participación de la inversión privada así como de los gobiernos estatales y municipales, a partir de recursos del propio Banobras y de los que éste administra del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo.
Llamó la atención respecto a que el tipo de proyectos que se apoyan con estos financiamientos son los que se orientan a desarrollar el transporte público masivo, dada la evidente imposibilidad de privilegiar más el transporte en autos particulares; en ese sentido, sin embargo, hizo notar el aún insuficiente número de proyectos de transportación masiva.
Dijo que los apoyos se dan a través del Fondo Nacional de Infraestructura, son recursos a fondo perdido, es decir, no recuperables para elaboración de proyectos, de los cuales se apoya al 50 por ciento. Los gobiernos municipales tienen que aportar la parte complementaria para elaborarlos.
Una vez que ya se tienen proyectos rentables y viables, la autorización de ese 50 por ciento no recuperable va la parte de la infraestructura que se requiera. Por ejemplo, construcción de carreteras o superficies de rodamiento, a fin de que el proyecto se haga autofinanciable y pueda tener acceso al financiamiento de la banca comercial y de Banobras.
Así se pretende financiar la realización de proyectos como la construcción de líneas del Metro, trenes suburbanos, corredores rápidos y otras formas de transporte masivo. Dijo que Banobras dispone de los recursos del crédito que el Banco Mundial (BM) concedió recientemente a México por 350 millones de dólares, precisamente para modernizar el transporte urbano.
También de Banobras, Liliana Reyes Castrejón, dijo que además de contar con los recursos del BM, la institución también trabaja con recursos del Banco Interamericano de Desarrollo y de otros organismos financieros internacionales.
Mencionó la contratación de deuda con la banca privada, cuyos recursos Banobras los complementa con su propio capital y con los que obtiene de otros fondos; así, precisó, financia la conversión de unidades convencionales de gasolina en otras, denominadas híbridas, que usan otros tipos de energía no agresivas al medio ambiente.
Hizo notar que Banobras tiene el propósito de convertirse en la institución líder en el desarrollo de proyectos con los denominados Bonos de Carbono, un instrumento de financiamiento de los organismos financieros internacionales, que se otorga si los proyectos de transporte a desarrollar cumplen con lineamientos de respeto al medio ambiente.
A su vez, Oswaldo Patiño García, del Banco Mundial, dijo que también a esta institución interesa se utilicen los Bonos de Carbono y en ese sentido, urgió a desarrollar los proyectos respectivos, toda vez que, afirmó, las emisiones contaminantes de carbón, por el uso de combustibles fósiles, siguen creciendo en todas las ciudades de México.
El proyecto del BM, explicó, tiene programas de capacitación, visitas a otras naciones para conocer el desarrollo de proyectos similares y tiene el componente de financiar la infraestructura, por ejemplo de un corredor vial, para construcción de terminales, señalamientos semaforización, centros de control, es decir, de todo lo que se requiere para que funcione el proyecto de transporte masivo.
Dijo que además del Gobierno del Distrito Federal, así como de estados, municipios, sus dependencias, entidades paraestatales o paramunicipales también son sujetos del monto de créditos por 350 millones de dólares del BM los concesionarios del sector privado.
ALERTA PARA LA CIUDAD DE MÉXICO
Un promedio de al menos dos automóviles por familia en la ciudad de México plantea la urgencia de dar un giro de 180 grados hacia el transporte público masivo, que no sólo sea eficiente y cómodo sino que, sobre todo, detenga o al menos permita una gran disminución del deterioro que el modelo actual de movilización urbana provoca al medio ambiente, así como a la salud y la convivencia humanas.
Así lo planteó este viernes el especialista en ingeniería en transportes del Instituto Politécnico Nacional, Abel Muñoz de Luna, al participar en el segundo día de trabajos del Segundo Congreso Internacional de Transportes Política y Movilidad Sustentable, al hacer notar que en apenas 10 años en la ciudad de México se triplicó el número de automóviles particulares.
El estudioso, de larga trayectoria en proyectos urbanos y de transporte en el Distrito Federal, dijo que ya resultan insostenibles las tasas de crecimiento del automóvil particular, que desde hace una década, afirmó, oscilan entre el cinco y el seis por ciento anuales.
Al hacer notar que si bien es cierto que el sector transporte, con el dinamismo que muestra la venta de automóviles particulares, tiene una de las mayores aportaciones al Producto Interno Bruto, las consecuencias plantean ya problemáticas nocivas no sólo al medio ambiente sino también a la salud física y psicológica de los ciudadanos.
Entre otras, mencionó el cotidiano congestionamiento vehicular que se padece en prácticamente todas las vialidades del Distrito Federal, todos los días; el aumento incesante de las emisiones contaminantes, a pesar de las medidas adoptadas para contrarrestarlas; la carencia de estacionamientos suficientes y el sacrificio de espacios que originalmente eran para la convivencia y el tránsito de personas, y que ahora han sido cedidos a los vehículos particulares.
Como si no fuera suficiente, dijo, el aumento en el número de automóviles particulares, aunado al todavía deficiente modelo de transporte colectivo, ha provocado un grave aumento en los niveles de ruido, lo que ha contribuido, dijo, al incremento en la neurosis o niveles de estresamiento de los capitalinos.
Los trabajos del congreso la mañana de este viernes, sin embargo, registraron también la contraparte de la crítica situación de la capital del país: la especialista en transporte urbano, Gisela Márquez, dijo que en el país existen aún ciudades, como Colima, en las que es posible la planificación y el crecimiento ordenado.
En ese sentido citó el trabajo realizado en esa pequeña urbe, de unos 250 mil habitantes, para sensibilizar no sólo a la población, sino también a los gobiernos estatal y municipales acerca de que los transportistas no son ni obstáculo ni enemigo del desarrollo urbano.
Relató que durante un año, especialistas y empresarios del transporte, se dieron a la tarea de exponer sus propuestas para resolver una problemática planteada por la dispersión de Colima que, hizo notar, lejos de verse como la mancha urbana en que se han convertido ciudades como la de México o Guadalajara, es una serie de poblaciones que más bien se ven como pequeñas manchas cercanas unas de otras.
Las acciones emprendidas, subrayó, contemplaron el impulso a la formación de cuadros profesionales especializados en la problemática del transporte urbano, entre estudiantes de las diferentes instituciones de educación media y media superior de la entidad.
Además de haber conseguido que no se les viera como enemigos u obstáculos al desarrollo de la ciudad, consiguieron también colocar su agenda estratégica dentro de la sociedad con propuestas y metas y que ésta fuera incorporada en sus agendas políticas.
“La experiencia nos dice que hay que invertir en la construcción del apoyo que la gente puede dar. Y nos ha enseñado también que no es conveniente plantear sus demandas como exigencias únicas, sino que es mejor llegar a escuchar lo que los otros tienen que decir, para llegar a un equilibrio y puntos de acuerdo”.
En su turno, el único de los políticos invitados al encuentro que asistió personalmente, el diputado federal Agustín Torres Ibarrola, del PAN, en una breve participación, hizo notar que el sector transporte genera el 18 por ciento de los gases de efecto invernadero en el país.
El legislador dijo que no obstante las acciones para disminuir ese aspecto nocivo, el fenómeno se repite en prácticamente todas las ciudades del país, incluso en las pequeñas, como consecuencia de seguir el mismo modelo de transportación y la carencia de políticas específicas que resuelvan la problemática.
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