CALAVERAS 2010

CALAVERAS 2010.

Jubilada en excelencia,
Doblemente regidora;
La sin igual profesora
Se murió de una dolencia.
Suspirando por su ausencia
La velan ciertos infantes,
Profesora de las de antes
Llegó en la muerte a la cita
Dejó sola su escuelita
Teresa Castro Cervantes.

Husmeando por los corrillos
Del panteón municipal
Encontró en un cantoral
Entonando unos versillos
A quien ciertos monaguillos
Velaban en una cueva,
Agarrado como en leva
Llegó cantando al infierno,
A dormir el sueño eterno
Marco Aurelio Alarcón Trueba

Por llegar a regidor
Y mejorar su salario,
Aun que a costa del erario
Dejó de ser profesor.
Lo llevó el diablo mayor
Cuando tomaba unas frías,
Relatando picardías
Con unas muertes ya viejas,
Abrasado de Callejas
Domingo González Díaz






Directores, auxiliares,
Ediles y lambiscones,
Con muchas preocupaciones
Incrementan sus pesares:
Pues vienen los avatares
Del que quiere repetir
Y mirándolos morir
Brinca la muerte de gusto
A unos los mató de un susto
Y a pocos dejó vivir.


En una tumba sellada
Con loza a prueba de ruidos
Para que no haya sonidos
Que turben otra morada.
En la lápida estampada
En una prosa excelente.
Aquí yace el indolente
Periodismo regional,
Pues se atragantó un tamal
Y se acabó el aguardiente

Vino a casa de cultura
Por su tenaz directora,
La huesuda de malora
Muy oronda y muy segura.
No se llevó a la criatura
Pues, aunque parezca cuento,
Llegó volando en jumento
Y no pudo aterrizar,
Por que al llegar al lugar
No encontró estacionamiento.




Ex presidente y poeta,
Gran conversador, letrado,
Manuel Villegas Salgado
No encontró nunca la treta
Que le diera la receta
Contra del demonio abyecto;
Y a este, el amigo dilecto,
Se lo llevó la calaca
Que ya volando de flaca
Cargó con el arquitecto.

En el jardín del infierno
Seis muertos pelan los dientes
Son figuras imprudentes
Que llegan al sueño eterno.
El demonio en el averno,
Al ver su falta de seso,
Los saludó con un beso,
Les dijo cosas hermosas
Y se llevó a Pérez Rosas
Todavía aferrado al hueso.

Ya en la casa de cultura,
El demonio se extrañaba
De no entender la jugada
Por no hallarle cuadratura;
Al grupo que la negrura
Quiso borrar sin recato
Y pasaron un mal rato
Pues la muerte en su labor,
Haciendo al diablo un favor…
¡Cargó con el patronato!






En una red donde caben
Niños y adultos mayores,
Jóvenes y bailadores
Que del zapateado saben,
Buscando que los alaben
Bailan al ritmo de samba
Y con un as en la manga,
Lucen su coreografía;
Más, la muerte en su porfía
Cargó con los de Kimbamba.

Iba trajinando al fin
De la política en rieles,
Disfrutando de las mieles
Y comidas de postín;
Le gustaba el retintín
De palabra zalamera
Y junto a su compañera
Ya frisaba los excesos,
Pues coleccionando huesos
Se murió Anaya Rivera.

Ya se había sentido dueño
Del agua dizque potable,
Permítanme que les hable
De este insigne lugareño:
La muerte lo mató a leño
Por ser envenenador,
Al dizque administrador
Que nos vende el agua lodo
El diablo dijo: ni modo,
Va pa’ dentro este señor.





MINEROS

Un mensaje a todas luces
Negro para mi país,
Que nos muestra de raíz
La corrupción y sus cruces.
Funcionarios avestruces
Que hacen abrigo en sus ponchos,
Bien cebados y rechonchos
Sin su conciencia alterar
Pues no quieren recordar
Lo que hubo en “Pasta De Conchos”

La calaca ebria de gusto
Baila, grita y se emborracha,
Pues se llevó a su covacha
A muchos muertos de susto;
Por más que pienso, no ajusto
A comprender cómo y cuando,
Terminamos caminando
Esta guerra si razón,
Que Felipe Calderón
Dice que vamos ganando.

C. F. E.

(Cuando piensas en luz piensas en nosotros)

Te lo digo de a deveras
Y lo juro por la cruz
Que yo, cuando pienso en Luz,
Me acuerdo de sus caderas.






Abogados, diputados,
Senadores y otros más,
Celebraban en compas,
Un convenio en los estados;
Líderes improvisados
Que trajinaban la suerte
No sintieron que la muerte
Los fue llevando en encomio,
A los campos del demonio
Donde la grilla está inerte.

Cuando veas abrir el cielo
Como abre siempre la rosa,
Piensa en el que ya reposa
Dando descanso a su anhelo.
Cuando se oscurezca el velo
Que cubre nuestro país,
Verás surgir la raíz
De esta tierra generosa
Que aun descansando en la fosa
Su gente vive feliz.

Cuando el batallar constante
Te haga querer descansar
Y dejando de luchar
Sientas a la muerte avante.
Mira ese sol que en levante
Reparte sin egoísmos
Su luz que hasta en los abismos
Llega y siembra de calor.
¡Levántate! y has honor
Al son de nosotros mismos.




Y cuando pase en sollozo
Aquél que se va por siempre,
No te sientas indolente
Ante el eterno reposo.
Despójate del embozo
Que oculta la indiferencia,
Se parte de la dolencia
De quien despide un amigo,
Un ser querido o testigo,
Lo digo por experiencia.

En el umbral de la muerte
Todos miran su pasado,
Lo mira el que ha sido honrado
O el que abusó de la suerte;
Nada escapa al que ya inerte
En sus acciones razona
Y aun cuando su alma pregona
El haber hecho algún bien,
Todos sabemos también
Que la muerte no perdona.

Allí dejan sus afanes
Los que en busca de fortuna,
Burlaron una por una
Las consejas terrenales.
Allí todos son iguales,
Ninguno es mejor o peor,
Ni el enfermo, ni el doctor,
Ni el príncipe, ni el mendigo,
Allí acaban, te lo digo:
Los sueños de gran señor.