DURANTE INVIERNO, EL IMSS APLICARÁ VACUNAS CONTRA NEUMOCO E INFLUENZA PARA PROTEGER A BEBÉS
El Seguro Social los fortalece además, con complementos de vitamina C, D y Hierro.
Gripe, influenza, laringitis, faringitis y otitis; enfermedades frecuentes en esta época.
En invierno, la consulta pediátrica se incrementa 80 por ciento, ya que los cambios bruscos de temperatura hacen proclive la aparición de enfermedades como: gripe, influenza, laringitis, faringitis y otitis. Especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), subrayan que los más afectados son los menores de tres años de edad.
La doctora María de Lourdes Caltenco Serrano, jefa del Servicio de Preescolares del Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI, señaló que los problemas respiratorios aumentan 30 por ciento debido a las bajas temperaturas, por ello, verificar que los niños lleven correctamente su esquema de vacunación y mantener una alimentación rica en frutas y verduras, es de suma importancia.
En el caso de los bebés, dijo, el Seguro Social los fortalece en esta época de frío con complementos de vitamina C, D y Hierro, además los protege con inmunizaciones contra el neumococo e influenza, a partir de los 6 meses de edad. Informó que los papás deben acudir con los pequeños a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) más cercana para aplicarles las vacunas correspondientes.
En esta temporada invernal, el Instituto destina un millón 100 mil dosis disponibles para prevenir enfermedades infecciosas en niños.
La especialista subrayó que es importante examinarlos y aprender a diferenciar los malestares invernales para acudir al médico; en el caso de los oídos, por ejemplo, la otitis es la más frecuente y se trata de una inflamación del oído medio o externo.
“Es una de las complicaciones más comunes de la influenza y afecta principalmente a lactantes y menores de tres años; el peligro radica en que puede dañar la audición permanentemente”, comentó Caltenco Serrano.
Suele pasar inadvertida porque sus síntomas son poco visibles, no obstante, mostrar irritabilidad al tocar las orejas puede ayudar a detectarla; los infantes pueden presentar fiebre, náuseas, vómitos, dolor de cabeza, diarrea y somnolencia. En algunos casos hay hinchazón y enrojecimiento en la zona de los oídos.
En lo que respecta a la Faringitis; es la inflamación de la faringe (zona de la garganta entre las amígdalas y la laringe) y se manifiesta con irritación de ganglios linfáticos, dolor de cabeza o al ingerir alimento, fiebre y congestión nasal.
Caltenco Serrano indicó que el resfriado en los bebés es relativamente benigno. Los síntomas, por lo general, son leves e incluyen tos, congestión nasal y temperatura moderada. Por otra parte, la gripe o influenza es uno de los padecimientos más contagiosos y severos que puede derivar fácilmente en infecciones respiratorias.
La laringitis es una infección aguda que causa inflamación y puede obstruir el paso del aire hacia los pulmones, situación especialmente crítica en los niños. Los síntomas son similares al de un resfrío, además los pacientes presentan tos ronca, afonía y dificultad para respirar.
“En el Instituto recibimos frecuentemente urgencias por este cuadro, ya que tiende a agravarse en la noche. En ocasiones es preferible hospitalizar al menor y, de ser necesario, realizar una nebulización; método utilizado para la administración de fármacos, mediante vaporización, en las vías respiratorias”, acotó la especialista.
El todos los casos, el tratamiento proporcionado por el IMSS se basa en analgésicos, antinflamatorios y antibióticos. La especialista añadió que son varias las medidas preventivas, tratándose de lactantes lo mejor es mantenerlos arropados con prendas de algodón y cubrir parte de la cara con la cobija.
Destacó que la medida más confiable que pueden tener los padres de familia para medir la temperatura corporal del bebé es por medio de su nariz, si al tocarla presenta baja temperatura, lo más probable es que tenga frío. En cuanto a la alimentación, lo recomendable es el seno materno para ayudar a formar defensas.
Finalmente Caltenco Serrano aconsejó el lavado frecuente de manos, desinfectar elementos comunes como juguetes, chupones y utensilios de comida, así como evitar cambios de temperatura, para prevenir contagios.
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