martes, 20 de diciembre de 2011

MITOS Y OTROS CUENTOS

MITOS Y OTROS CUENTOS

POR: LIC. JESÚS ARAUJO LÓPEZ

MORELOS, CUANTA FALTA NOS HACES.

José María Morelos y Pavón, nació en Valladolid, actual Morelia en el año de 1765 y falleció en San Cristóbal Ecatepec, el 22 de diciembre de 1815, Sacerdote, político de ideas muy avanzadas y genio militar, es después de Miguel Hidalgo el caudillo más importante de la independencia de México, tanto así que a la muerte del “Padre de la patria” asumió el liderazgo del movimiento independentista en 1811, logrando victorias de suma importancia en la región sur de nuestro país. En el Congreso de Chilpancingo de 1813, buscó cristalizar sus ideales de justicia e igualdad, en ese Congreso se sientan las bases y de hecho se formula la declaración de independencia, Morelos recibió de este Congresos un amplio poder ejecutivo y se sientan las bases para que en 1814 se aprobara una Constitución liberal y democrática.

La muerte de su padre en 1779 trajo cambios en su vida, lo que le llevó a vivir con su tío Felipe Morelos, cerca de Apatzingán (Michoacán) dedicándose a la labranza y, poco después, como arriero para conducir una recua de mulas propiedad de su tío mediante la que transportaba cargamentos de mercancías entre Acapulco, terminal de los galeones de Manila, y la ciudad de México. Actividad que le proporciona un ingreso regular, que invertía comprando mulas y ayudando a sostener a su madre y a su hermana.

En 1790 por insistencia de su madre ingresa al colegio de San Nicolás para iniciar su carrera eclesiástica, siendo Miguel Hidalgo rectos de dicho colegio, donde estudió gramática y latín y dos años más tarde amplió estos estudios en el Seminario Tridentino de la misma ciudad, donde cursó retórica y filosofía. El 28 de abril de 1795 recibió el título de bachiller de artes en la ciudad de México. El 20 de diciembre de 1797, fue promovido al sacerdocio, otorgándosele licencias para celebrar misa, oír confesiones y predicar en Uruapan y curatos vecinos.

Es cura párroco, primero en un marginado distrito de Churumuco, donde permaneció poco más de un año, en marzo de 1799 fue transferido a la parroquia de Carácuaro, a unos 50 kilómetros de distancia, tan pobre como la anterior pero mucho más poblada, ahí permanece 10 años, administrando la parroquia y viviendo de las aportaciones de sus feligreses, que se resistían por todos los medios al pago de los impuestos eclesiales. Durante este periodo mantuvo y mejoró un negocio de ganado que había iniciado en la época de arriero, administró la herencia de su madre, transfirió a su hermana la casa familiar (actualmente Casa de Morelos en Morelia) y tuvo dos hijos ilegítimos. Más tarde, durante el periodo revolucionario, tuvo dos hijos más.

Al enterarse en octubre de 1810, del levantamiento de Miguel Hidalgo, decide visitarlo y hablar con él, así un 20 de octubre de ese año, Hidalgo lo convenció de que aceptara marchar a la costa del sur, reunir tropas y tomar el puerto de Acapulco, que Morelos conocía muy bien. El 25 de octubre, acompañado de una veintena de voluntarios mal armados, Morelos partió de Cuarácaro hacia las tierras calientes del sur, en calidad de lugarteniente de Hidalgo. Durante cinco años, Morelos a lo largo de los cuales desarrolló cuatro campañas militares, además de una obra política, doctrinal y administrativa en la que se recoge un pensamiento avanzado, innovador y cargado de sentido popular y social. Se le reconoce un incipiente genio de estratega militar, despiadado y cruel en algunas ocasiones, y capaz de enfrentarse y doblegar en varias ocasiones a los ejércitos realistas superiores en número, bajo el mando del temible Félix María Calleja.

El 17 de noviembre de 1810, en Aguacatillo, el 17 de noviembre de 1810, había anunciado el establecimiento de un nuevo gobierno decretando la abolición de la esclavitud, de los tributos y de las tesorerías de las comunidades. Decreto considerado como de los más importantes en la historia social de América Latina. Justificando el levantamiento afirmando: "ya que España se encontraba en manos de los franceses y los gachupines conspiraban con Napoleón para perpetuar su poder, todos los americanos debían unirse en defensa del país y de la religión".

Mientras sitiaba Acapulco, se le ocurrió a Morelos convoca a un congreso nacional de representantes provinciales, dirigió un decreto a las provincias para que nombraran electores que deberían reunirse el 8 de septiembre, con la finalidad de elegir un nuevo Congreso, surgiendo del mismo el documento conocido como “Sentimientos de la Nación”, que sirvió de base para las deliberaciones de los allí reunidos, siendo la mayoría de las propuestas, discursos y proclamas de Chilpancingo de la autoría de por Carlos María Bustamante, fiel seguidor de Morelos.

Instalado en Chilpancingo, Morelos formula un plan de gobierno compuesto de 59 artículos, donde se reconocía el principio de la separación de poderes, proponía que el ejecutivo lo ejerciese un generalísimo elegido a perpetuidad y con derecho a proponer la legislación que considerase necesaria. El legislativo quedaría en manos de un Congreso de diputados, cuyas personas serían declaradas sagradas e inviolables, manteniendo de momento el poder judicial existente y en el artículo 17 declaraba la independencia de España.

Las ideas de José María Morelos y Pavón, podemos resumirlas en unas cuantas de sus frases:

“Que se eduque a los hijos del labrador y del barrendero como a los del más rico hacendado."

"Soy siervo de la nación porque ésta asume la más grande, legítima e inviolable de las soberanías.

"La soberanía dimana inmediatamente del pueblo."

"Morir es nada cuando por la patria se muere"

Finalmente y tras varias derrotas, Morelos fue capturado el 5 de noviembre de 1815 en Temalaca, por el coronel Manuel de la Concha, fue juzgado por la Inquisición, y finalmente fusilado, el 22 de diciembre de 1815. Por sus ideales es José María Morelos y Pavón, el personaje con una visión de muy avanzada a su tiempo, esos pensamientos que enarboló en su lucha libertaria hoy en día siguen sin cumplirse para un gran número de mexicanos que viven el la miseria, que padecen injusticias y que no ejercen plenamente su libertad. Por eso hoy en día podemos decir: Morelos, cuanta falta nos haces.

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