martes, 20 de diciembre de 2011

EVITA EL DOLOR DENTAL, CON BUENOS HABITOS DE ASEO BUCAL

EVITA EL DOLOR DENTAL, CON BUENOS HÁBITOS DE ASEO BUCAL: IMSS

El mal aliento, en muchos casos, se debe a la presencia de caries y a la falta o mal cepillado de dientes y lengua, así como a enfermedades de las encías, por lo que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) recomienda que en los niños se fomenten los hábitos de aseo bucal, e inculcarles que se laven los dientes tres veces el día, después de ingerir sus alimentos, así como acudir al dentista dos veces por año, externo José Luis Barradas Velásquez, médico de la Coordinación de prevención y Atención de la Salud del Instituto en Veracruz Norte.

Dijo que existe también otras causas de mal aliento (halitosis), como son: problemas digestivos y respiratorias, por ejemplo padecer malos hepáticos y sinusitis, respectivamente; pero la causa principal es la poca o nula atención que las personas dedican a sus dientes, ya que la mayoría acuden al dentista ante la presencia de dolor dental.

Explicó que la técnica correcta y sencilla para el aseo bucal es cepillar los dientes superiores de arriba hacia abajo y los inferiores de abajo hacia arriba, dando masaje a las encías y las muelas se deben limpiar en forma circular y hacia fuera, lo mismo que las partes internas y externas de los dientes.

El hábito de la limpieza dental inicia desde que sale el primer diente al bebé, al cual debe frotarse con una gasita mojada con agua esterilizada, y de los tres años en adelante se debe aplicar flúor, como medida preventiva, además de no abusar del consumo de alimentos ricos en azúcar y carbohidratos, subrayó Barradas Velásquez.

Externó que es importante que después de cada comida se laven los dientes, ya que pasando de una hora de haberla ingerido se inicia el proceso de descomposición de los restos alimenticios que quedaron alojados entre los dientes y la lengua, puesto que justo con la saliva provocan un desagradable olor.

Indicó que entre las complicaciones más frecuentes se encuentra la formación de placas dento-bacterianas que no se pueden observar a simple vista y que son los restos de comida que se depositan en las piezas dentales hasta formar lo que se conoce como “sarro”.

Recomendó en los adultos, el uso de hilo dental y enjuagues bucales, los cuales no son sustitutos del cepillo de dientes y mucho menos la solución para el mal olor de la boca, ya que solo son complementos de la limpieza bucal que ayudan a retirar los restos de alimentos que se encuentran entre los dientes que no fue posible extraerlos con las cerdas del cepillo dental y para eliminar las bacterias.

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