SIMULACRO EN LA SRA EN CONMEMORACIÓN DEL SISMO DE 1985
• En dos minutos con 30 segundos, 830 personas, entre trabajadores y visitantes, desalojaron las instalaciones de la dependencia
• El director en jefe del RAN, Emilio Cedrún Vázquez, dijo que en 1985 se demostró la importancia de escuchar y tomar en cuenta a la sociedad
Servidores públicos de la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA), encabezados por el titular de la dependencia, Abelardo Escobar Prieto, participaron en el simulacro de sismo en conmemoración a las víctimas del temblor de 1985 y en el marco del Día Nacional de Protección Civil.
En un tiempo de 2 minutos 30 segundos, un total de 830 personas, entre personal de la dependencia y visitantes, desalojaron los edificios Independencia y Revolución y los módulos para congregarse en las áreas de seguridad.
A nombre de las instituciones agrarias habló el director en jefe del Registro Agrario Nacional, Emilio Cedrún Vázquez, quien dijo que en los acontecimientos de 1985, México tuvo a su gente para salir de los escombros ya que en aquel entonces se registró una muestra inagotable de solidaridad y fuerza, cuando miles y miles de voluntarios salieron a las calles para auxiliar a las víctimas.
Cedrún Vázquez apuntó que en el marco de las celebraciones patrias y del recuerdo del sismo de 1985, es necesario recuperar esos valores que nos dieron sentido como nación y enfrentar los retos que se nos presentan.
Dijo que el sismo de 1985 dejó varias lecciones que sirvieron para fortalecer la unidad nacional, mostrar la fuerza de la ciudadanía, crear una cultura de la protección civil y demostrar la solidaridad del pueblo y de las fuerzas armadas.
Además, mencionó, se puso a prueba el sistema político, se demostró la importancia de escuchar y tomar en cuenta a la sociedad, se confirmó la necesidad de mantener instituciones sólidas, y se crearon normas y leyes que ya son parte de nuestra vida diaria.
Ante los servidores públicos que participaron en el simulacro, señaló que el Estado mexicano está formado no sólo por instituciones y sujetos que las dirigen, sino que es un conglomerado de leyes y personas, un territorio, una cultura y un espacio donde se fijan normas de convivencia.
Manifestó que el Estado que queremos los mexicanos no es aquel donde domina la voz del más fuerte, del más violento, o donde domina el criterio del que tiene más poder o más dinero, sino es el del respeto a las leyes y a las personas. Es un Estado democrático donde la opinión y la crítica no debe confundirse con la ofensa permanente, agregó.
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