jueves, 22 de septiembre de 2011

CRONICA INTIMA

Crónica Intima

LA LUCHA DISCRETA Y ESFORZADA DE
LAS MEDIANAS Y PEQUEÑAS EMPRESAS

Por Othón Villela Larralde*

Esta Crónica la escribo desde el alborotado y agredido, pero siempre hermoso y activo puerto de Acapulco, después de haber cumplido una importante misión cultural en la ciudad de Iguala de la Bandera, donde se realizarán importantes tareas culturales antes de fin de año, para cerrar "con broche de oro" las que se han desarrollado con motivo del CXC aniversario de la creación de nuestra Enseña Patria y el inicio de una década de festejos cívicos que habrá de culminar en febrero del 2021, en su Bicentenario, según la propuesta que hemos presentado tanto a las autoridades como a los grupos culturales y sociales de esa querida población guerrerense.

Esto reitera que la Historia es un proceso dinámico y vigente, que no se interrumpe por fechas espóradicas y mucho menos por cuestiones políticas pasajeras y circunstanciales, pues los políticos pasan y desaparecen mientras la historia, la cultura, el arte, la filosofía y las ideas se afianzan y permanecen. No olvidar que está pendiente la deuda moral e intelectual del actual gobierno y especialmente del señor de apellido Lujambio, por haber echado a la basura, por ignorancia, la gran oportunidad de levantar la conciencia cívica del mexicano, de los niños y jóvenes en concreto, y sólo se dedicó a derrochar el dinero del pueblo.

Acapulco nos recibió con una gran marcha de profesores que paralizó a medio puerto, pues se adueñaron de la costera y no dejaron pasar a nadie, ni a los miembros del ejército que patrullaban esa gran avenida emblemática de la alegría porteña y para beneplácito del turismo nacional y extranjero..

Estoy en Acapulco gracias a la generosa y amable anfitrionía de Ricardo Jesús Ibarra, su esposa Eugenia Jaso y su hijito Eugenio André, quienes realizan un esfuerzo verdaderamente extraordinario, como muchos cientos de miles o millones de mexicanos, pequeños y medianos empresarios, para sacar a flote sus negocios, en que han puesto no solamente sus capitales por lo regular cortos y medianos, sino su esfuerzo, trabajo, capacidad y hasta emoción y esperanzas, para contribuir a consolidar y fortalecer, desde sus respectivas trincheras económicas y financieras, su bienestar personal y familiar, a lo que tienen pleno derecho, y en esa espiral constructiva la propia economía de México, de nuestra patria agredida que, es por ahora, una nación de mesocracia, donde la clase media es la que da su mejor esfuerzo en todos los ámbitos, con justicia, honestidad y equilibrio, mientras los pocos ricos se hacen más ricos y millones y millones de parias se hacen más pobres.

Estas reflexiones nacen en el propio hogar de Ricardo Jesús y Eugenia, que me reciben con verdadero cariño y comprensión a mis esfuerzos, con la inquietud propia de quienes contemplan el futuro inmediato con verdadera preocupación, pues desean que por parte de las autoridades hubieran respuestas y acciones más congruentes y efectivas, que permitan una mayor seguridad en sus actividades y empresas.

"Acapulco siempre será Acapulco", señala Ricardo, para agregar que "toda la gente está ávida de recibir al turismo: hoteleros, comerciantes, prestadores de servicios turísticos, quienes están preocupados por la mala fama que se da al Puerto en muchas partes del mundo y en México mismo, cuando la realidad es que los atractivos permanentes y tradicionales no cambian ni se distorsionan. Tenemos la decisión de mantener las inversiones en sus más altos niveles, como lo demuestra la actitud constructiva de los empresarios de alto, medano bajo nivel, pero con gran entusiasmo, convicción y más que nada, con Fe en el futuro".

Llegó Ricardo con su familia desde el ahora conflictivo Monterrey con grandes ilusiones, pocos recursos y gran voluntad con el apoyo, de Eugenia y Eugenio André, para levantar el mejor restaurant de su especialidad en el Puerto: "La Casa de la Pasta" que tiene ya clientela cautiva del extranjero, especialnente estadounidenses, canadienses y europeos, con con que cualquiera podría sentirse satisfecho, pero se enfrentan a la amenaza de la violencia, de la huída de probables clientes y de la inseguridad, pero no se arredran y se mantienen firmes en el cumplimiento del destino que ellos mismos se han fijado. Dios los bendiga.

"¿Hasta cuándo va a permanecer esta situación de violencia y angustia? se pregunta Ricardo Ibarra haciéndose eco de los millones de pequeños y medianos empresarios en todas la nación mexicana, que comparten la misma inquietud, preocupaciones y esperanazas. y reitera, "pedimos y esperamos del gobierno en sus tres niveles: municipal, estatal y federal, las respuestas que esperamos, antes que el desencanto llegue y tengamos que emigrar a otras regiones de la patria, más seguras y promisorias, si es que las hay, lo cual no sería justo", afirma Ricardo Jesús.

Dese el mirador del siempre hermoso Acapulco, donde están sembrados tantos recuerdos y vivencias personales, y donde aletean ternuras familiares por mis queridos sobrinos Angel Alfonso y Ricardo Jesús, mantenemos la fe en nuestro o país, en el México del cercano futuro, en espera del pronto cambio positivo, acertado, responsable y dinámico, para reconstruir esta República a la que tanto amamos y de la que damos testimonio en "El Bien Decir... para el Bien Hacer".


Periodista, Historiador y Poeta. othon.villela.l@gmail.com

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