21/06/09……CANASTAS

Del cementerio a las florerías

“RECICLAJE” DE CANASTAS

“Los muertos guardan silencio”

Por Luis González Romero

Poza Rica, Ver.- El “reciclaje” de las canastas para arreglos florales no es nada nuevo, desde hace muchos años se viene haciendo; en algunas ocasiones la policía intervenía a quienes entraban al cementerio para robar canastas, flores y coronas artificiales y hasta las cruces de madera o metálicas; actualmente nadie se ocupa de ello y por eso existen personas que se encargan – sin pena alguna- de recolectar canastas para los arreglos florales.

Las personas que en el cementerio descansan la eternidad ya no hablan, no ven ni oyen; mucho menos denuncian, y los vivales se encargan de recolectar las canastas –en especial- hacen su buen negocio porque las venden en las florerías a un precio accesible, así ganan todos y el “reciclaje” no termina.

Algunas gentes compran los arreglos florales para llevarlos a las funerarias, de donde son trasladados al cementerio que corresponda; otros más las llevan personalmente y los depositan sobre las tumbas en donde se guardan los restos de sus seres queridos; pero al día siguiente solo amanecen las flores, las canastas son robadas y regresadas a las florerías.

Los arreglos florales no solamente son para los muertos, también a los vivos se llevan flores y las canastas que ya han dormido en los cementerios, pasan a ocupar un lugar preferente en un comedor, mesa de centro u otro lugar preferido por la persona halagada.

Desde luego que esas personas ni por enteradas, y por lo mismo aunque sean superticiosas no pasa nada y, se menciona lo anterior porque hay quienes después de visitar un cementerio llegan a su casa a bañarse, según para retirar los malos aires; en tanto que otros lavan hasta los zapatos, porque tienen tierra de camposanto.

Tenga la seguridad que muchos reciben regalos florales en canastas que en muchas ocasiones han dormido sobre los panteones, lo cual jamás lo imaginan; en tanto que quienes se dedican a ese “negocio” ganan su dinero; no como para hacerse ricos, pero si para no quedarse sin comer y ganan ellos y ganan los dueños de las florerías y “así, sí, gana la gente”, como dice el slogan de un partido político.