La Iglesia “Ríos de Agua Viva” rechaza
Día de muertos, fiestas paganas
Por Luis González Romero
Poza Rica, Ver.- La celebración del Día de Muertos y lo del Hallowen es una fiesta de la sociedad no cristiana, pues “para nosotros los evangélicos estamos exentos de dicha celebración”, agregando que cuando no conocían el evangelio, la palabra de Dios, “nosotros también participamos de todas éstas actividades; pero gracias a Dios que un día nos trajo la luz del conocimiento de la escritura y fue así como nosotros comprendimos la importancia de conocer a Dios, pero también comprendimos que es lo que a Dios no le parece”, dijo Ageo Crisóstomo Pérez, Pastor de la Iglesia Cristiana Ríos de Agua Viva.
“En el pasado también nosotros éramos ignorantes de la verdad”; pero ahora se han dado cuenta que es una mezcla de religiosidad, porque quienes lo promueven, incluyendo a los medios de comunicación, lo hacen por la ignorancia, porque “ellos no se han encontrado con la persona más maravillosa que es nuestro señor Jesucristo; pues el día que un comunicador se encuentre con Jesucristo, ya no manejara ésa celebración como algo religioso”.
Cuando ello ocurra, los comunicadores promoverán la verdad, dijo Ageo Crisóstomo, para que lo pagano se vaya extinguiendo, para lograr una nueva con Cristo es lo que la biblia enseña y nada que ver con las llamadas “raíces, costumbres y tradiciones”, creencias y todo lo que se hace, incluyendo los altares y las ofrendas, que no es otra cosa, que una fiesta pagana.
Explicó que como cristianos recuerdan a sus seres queridos, con tristeza cuando sus seres queridos nunca tuvieron la oportunidad de conocer a Jesucristo en su palabra, pero se alegran cuando sus seres queridos han conocido la verdad de Dios, porque ya están en las mejores manos del “altísimo”, porque una persona que muere en los brazos “de nuestro salvador está segura”.
Las personas muertas no tienen ninguna necesidad de participar en estas festividades, porque es necesario que el hombre muera una sola vez y después de eso vendrá el juicio, porque todos, buenos y manos, volverán a oír la voz de Dios y unos resucitarán para condenación eterna y otros para la vida eterna con el Señor Jesucristo.
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