CON LA PERFORACION DE POZOS SE ABRIERON CARRETERAS

Los tiempos sin carreteras
Con la explotación petrolera se abrieron caminos

Por Luis González Romero

Poza Rica, Ver.- Cuando se inició la explotación petrolera en esta región se abrieron caminos, brechas o carreteras de terracería, por la necesidad de meter la maquinaria para la perforación de pozos, para el traslado de los trabajadores y fue así como se construyeron lo que hoy son carreteras federales, estatales y vecinales, por donde siguen transitando las unidades pesadas, ahora propiedad de Petróleos Mexicanos y de las compañías que le trabajan a la paraestatal; con la diferencia de que ahora no construyen, sino que destruyen.
Palermo Galindo García, de profesión topógrafo, dedicado a la enseñanza del oficio a las nuevas generaciones y a la engorda de las palomas de la Plaza Cívica 18 de Marzo, a las que todos los días les da de comer, dice que el nació en Potrero del Llano, que su padre fue Celerino Galindo, quien fue pagador de las Fuerzas del General Peláez, porfirista y contrarrevolucionario.
Dice que en aquellos tiempos no existían carreteras, de Potrero del Llano tenían que trasladarse a pie a Tuxpan, Cerro Azul o Tampico; no había carreteras; solo los llamados caminos de herradura. Tampoco había la carretera de Alamo, ni a México, ni a Papantla. El camino para ir a Cachichin estaba por lo que ahora es la avenida independencia de la colonia Manuel Avila Camacho.
La compañía El Águila fue la primera que inició la exploración petrolera y tuvo la necesidad de abrir caminos, como las rutas de Santa Águeda, Furberos, La Bomba, a comunidades de Cazones, la vía a San Andrés, en donde años después Petróleos Mexicanos realizó diversas actividades para extraer de las entrañas de la tierra el llamado oro negro. Lo mismo ocurrió en Mata Redonda, Cerro Azul, Zacamixtle, entre otros lugares donde quiera que encontraran petróleo y que en algunas partes, como Potrero de Llano, el crudo estaba prácticamente a flor de tierra.
Posteriormente la única vía de comunicación terrestre fue la “maquinita”, que corría de Cobos, en el municipio de Tuxpan a Furberos, en Coatzintla, pasando por el kilómetro 31 y por Poza Rica, por lo que hoy es el bulevar Adolfo Ruiz Cortínez y su prolongación González Ortega, hasta llegar a Furberos.
Comenta que llegó a Poza Rica allá por el año de 1938 y que junto con varios niños se colgaban de la “maquinita” y se bajaban adelante del kilómetro 52, para irse a bañar o a pescar en el río Cazones, (en donde había una poza rica en peces), que en aquellos tiempos era caudaloso y tenía camarones y diversas especies; hoy eso ya no existen, el río no tiene vida, dijo con cierta nostalgia, “tiempos aquellos”.
Con el devenir de los años la explotación petrolera se hizo en lo que ahora es municipio (antes era un campo petrolero) dentro de la jurisdicción municipal de Coatzintla. Se perforaron pozos por todas partes, en lo que ahora ya son colonias densamente pobladas.
El petróleo ha traído beneficios y daños al medio ambiente en toda la región; pero se refirió a los beneficios que ha dejado en Poza Rica, sobre todo en los tiempos de Merinos, que con el apoyo de Pemex se construyeron obras importantes que existen, como Club de Leones, la Iglesia del Sagrado Corazón, Palacio Municipal, colegio Salvador Diaz Mirón, colegios Motolinía y Tepeyac, el Parque Merinos (hoy Plaza Cívica); además de que la empresa proporcionaba agua tratada a los habitantes de las entonces incipientes colonias, que no eran tantas.
El Cerro del Abuelo, era un monte, no era una zona habitable, y solamente entraban los trabajadores que comenzaban a perforar pozos en esa zona, por lo que con el tiempo se empezó a poblar, quedando los pozos petroleros en medio de la mancha urbana, en tanto que en los municipios de la región se abrieron caminos a diestra y siniestra, se construyeron puentes; pero ahora que la producción petrolera está en decadencia se deja de proporcionarles mantenimiento y en las comunidades solo quedan las huellas de donde se extrajo la riqueza del oro negro y miles de familias en la miseria.