MUJERES PROMUSAG PRESUMEN EN EL MUNDO
SU EXITOSO PROYECTO
Habitan en el ejido Corerepe, en Sinaloa, y recibieron apoyo de la SRA en 2006
para establecer una fábrica de escobas y trapeadores.
Han sido invitadas a Japón, Chile y Filipinas para exponer su historia de éxito.
Hace casi dos años, en diciembre del 2006, un grupo de 10 mujeres que habitan en un ejido de Guasave, Sinaloa, recibieron apoyo de la Secretaría de la Reforma Agraria, a través del Programa de la Mujer en el Sector Agrario (PROMUSAG) para establecer una empresa social, y por su éxito han sido invitadas a Filipinas, Japón y Chile para exponer su experiencia y que su negocio sea modelo de proyectos piloto para campesinas de aquellos países.
Zulema López Urías encabeza al grupo que estableció la fábrica de “Escobas y Trapeadores Corerepe”, con el apoyo de 180 mil pesos que otorgó la SRA. Tras recibir capacitación, asesoría y acompañamiento técnico del Promusag, la empresa empezó a destacar y ha obtenido reconocimientos dentro y fuera del país, por lo que el pasado mes de junio viajaron a Japón para representar a México en la Expo Zaragoza, en Tokio, en la que participaron 17 países que apoyan proyectos rurales para la mujer.
Originarias del Ejido Corerepe El Gallo, en Guasave, el grupo es ahora ejemplo a seguir y ha sido invitado por la Organización Mundial de Las Mujeres para viajar a Filipinas, donde quieren conocer cómo funcionan los programas en México enfocados a apoyar a la mujer en el sector rural. Tienen programado participar en la Expo Filipinas 2008, del 17 al 21 de diciembre próximo.
También irán a Chile del 19 al 23 noviembre, y están convocadas a ferias y exposiciones sobre proyectos productivos que se celebrarán próximamente en Veracruz y Tlaxcala. El año pasado recibieron el Premio Nacional de Proyectos Productivos que otorga la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
El proyecto surgió en el 2006, explica Zulema López Urias, presidenta del grupo, cuando funcionarios de la SRA llegaron al ejido a dar pláticas sobre los programas de apoyo social de la dependencia, como el Promusag y Fappa. “Nos dijeron que si nos organizábamos podríamos tener acceso a ellos”, recuerda.
“En principio pensamos poner un negocio de gelatinas y postres finos, o algo fresco porque como aquí en Guasave hace mucho calor, creímos que era buena idea hacer gelatinas y postres. Pero mi mamá no quiso porque dijo que para eso se utilizaba mucha luz y cosas que se echaban a perder rápido, así que nos desanimó y lo dejamos por la paz.
“Cada quien volvió a sus labores sin pensar más en eso, hasta que un día mi cuñada y yo fuimos a comprar una escoba y un trapeador que necesitábamos... El trapeador sí nos duró, pero la escoba se nos deshizo a la semana y tuvimos que arreglarla nosotras, ahí como Dios nos dio a entender. Entonces, nos dimos cuenta que la escoba es un artículo de primera necesidad, porque ¿quién no utiliza una escoba todos los días?...De ahí nació la idea”, cuenta Zulema López.
Con esa idea en la cabeza, las mujeres se dieron a la tarea de organizarse y buscar la capacitación y el apoyo de Promusag para abrir su empresa. Aunque el principio no fue fácil, la fábrica de escobas Corerepe abrió en pocos meses un mercado de ventas a través de empresas abarroteras y de proveedores locales, por lo que es considerada un caso más de éxito entre miles de proyectos que han recibido apoyo de la Secretaría de la Reforma Agraria.
El grupo habilitó un local para su negocio y siembra 22 hectáreas con sorgo escobero de donde obtienen la espiga, materia prima para las escobas. Tienen ya activos por más de un millón 500 mil pesos y han reinvertido parte de las utilidades.
Actualmente tienen una capacidad de elaboración de 12 mil escobas y 12 mil trapeadores al mes. Su propósito es expandir el negocio y ya recibieron nuevos apoyos financieros de la SRA por más de 330 mil pesos para la adquisición de maquinaria y la construcción de una bodega y una nave, para ampliar su producción e incrementar su comercialización.
“Firmamos contratos con “WalMart” y los almacenes “Ley” y empezamos a surtir, a partir de septiembre, 380 docenas de escobas y trapeadores al mes, a cada centro comercial y con el nuevo apoyo que nos acaba de dar la Secretaría de la Reforma Agraria seguro que vamos a poder hacer frente a este compromiso”, dice Zulema López
La empresa actualmente sirve como fuente de ingreso para las 10 socias y ocho empleadas, pero esperan dar empleo a nueve personas más que también asistieron a los cursos de capacitación que ellas mismas tomaron.
¿Cómo les ha cambiado la vida el apoyo que recibieron a través del PROMUSAG?
“Uff… En una escala del 1 al 10, estamos en 8. Nos faltan 2 para lograr nuestro objetivo. Vamos bien, vamos muy bien y ya nos falta muy poquito”, señala optimista Zulema López.
¿Y cuál es su objetivo?
“Nuestro objetivo es seguir trabajando, hacer más grande nuestra empresa y abrir nuevas fuentes de empleo para más personas y que nosotros administremos el negocio, y lo vamos a lograr, estoy segura”, concluye Zulema.
SU EXITOSO PROYECTO
Habitan en el ejido Corerepe, en Sinaloa, y recibieron apoyo de la SRA en 2006
para establecer una fábrica de escobas y trapeadores.
Han sido invitadas a Japón, Chile y Filipinas para exponer su historia de éxito.
Hace casi dos años, en diciembre del 2006, un grupo de 10 mujeres que habitan en un ejido de Guasave, Sinaloa, recibieron apoyo de la Secretaría de la Reforma Agraria, a través del Programa de la Mujer en el Sector Agrario (PROMUSAG) para establecer una empresa social, y por su éxito han sido invitadas a Filipinas, Japón y Chile para exponer su experiencia y que su negocio sea modelo de proyectos piloto para campesinas de aquellos países.
Zulema López Urías encabeza al grupo que estableció la fábrica de “Escobas y Trapeadores Corerepe”, con el apoyo de 180 mil pesos que otorgó la SRA. Tras recibir capacitación, asesoría y acompañamiento técnico del Promusag, la empresa empezó a destacar y ha obtenido reconocimientos dentro y fuera del país, por lo que el pasado mes de junio viajaron a Japón para representar a México en la Expo Zaragoza, en Tokio, en la que participaron 17 países que apoyan proyectos rurales para la mujer.
Originarias del Ejido Corerepe El Gallo, en Guasave, el grupo es ahora ejemplo a seguir y ha sido invitado por la Organización Mundial de Las Mujeres para viajar a Filipinas, donde quieren conocer cómo funcionan los programas en México enfocados a apoyar a la mujer en el sector rural. Tienen programado participar en la Expo Filipinas 2008, del 17 al 21 de diciembre próximo.
También irán a Chile del 19 al 23 noviembre, y están convocadas a ferias y exposiciones sobre proyectos productivos que se celebrarán próximamente en Veracruz y Tlaxcala. El año pasado recibieron el Premio Nacional de Proyectos Productivos que otorga la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
El proyecto surgió en el 2006, explica Zulema López Urias, presidenta del grupo, cuando funcionarios de la SRA llegaron al ejido a dar pláticas sobre los programas de apoyo social de la dependencia, como el Promusag y Fappa. “Nos dijeron que si nos organizábamos podríamos tener acceso a ellos”, recuerda.
“En principio pensamos poner un negocio de gelatinas y postres finos, o algo fresco porque como aquí en Guasave hace mucho calor, creímos que era buena idea hacer gelatinas y postres. Pero mi mamá no quiso porque dijo que para eso se utilizaba mucha luz y cosas que se echaban a perder rápido, así que nos desanimó y lo dejamos por la paz.
“Cada quien volvió a sus labores sin pensar más en eso, hasta que un día mi cuñada y yo fuimos a comprar una escoba y un trapeador que necesitábamos... El trapeador sí nos duró, pero la escoba se nos deshizo a la semana y tuvimos que arreglarla nosotras, ahí como Dios nos dio a entender. Entonces, nos dimos cuenta que la escoba es un artículo de primera necesidad, porque ¿quién no utiliza una escoba todos los días?...De ahí nació la idea”, cuenta Zulema López.
Con esa idea en la cabeza, las mujeres se dieron a la tarea de organizarse y buscar la capacitación y el apoyo de Promusag para abrir su empresa. Aunque el principio no fue fácil, la fábrica de escobas Corerepe abrió en pocos meses un mercado de ventas a través de empresas abarroteras y de proveedores locales, por lo que es considerada un caso más de éxito entre miles de proyectos que han recibido apoyo de la Secretaría de la Reforma Agraria.
El grupo habilitó un local para su negocio y siembra 22 hectáreas con sorgo escobero de donde obtienen la espiga, materia prima para las escobas. Tienen ya activos por más de un millón 500 mil pesos y han reinvertido parte de las utilidades.
Actualmente tienen una capacidad de elaboración de 12 mil escobas y 12 mil trapeadores al mes. Su propósito es expandir el negocio y ya recibieron nuevos apoyos financieros de la SRA por más de 330 mil pesos para la adquisición de maquinaria y la construcción de una bodega y una nave, para ampliar su producción e incrementar su comercialización.
“Firmamos contratos con “WalMart” y los almacenes “Ley” y empezamos a surtir, a partir de septiembre, 380 docenas de escobas y trapeadores al mes, a cada centro comercial y con el nuevo apoyo que nos acaba de dar la Secretaría de la Reforma Agraria seguro que vamos a poder hacer frente a este compromiso”, dice Zulema López
La empresa actualmente sirve como fuente de ingreso para las 10 socias y ocho empleadas, pero esperan dar empleo a nueve personas más que también asistieron a los cursos de capacitación que ellas mismas tomaron.
¿Cómo les ha cambiado la vida el apoyo que recibieron a través del PROMUSAG?
“Uff… En una escala del 1 al 10, estamos en 8. Nos faltan 2 para lograr nuestro objetivo. Vamos bien, vamos muy bien y ya nos falta muy poquito”, señala optimista Zulema López.
¿Y cuál es su objetivo?
“Nuestro objetivo es seguir trabajando, hacer más grande nuestra empresa y abrir nuevas fuentes de empleo para más personas y que nosotros administremos el negocio, y lo vamos a lograr, estoy segura”, concluye Zulema.
1 comentario:
Un ejemplo de lo que pueden hacer con las mujeres en Mèxico y en cualquier lugar de Amèrica Latina. Demuestran capacidad de organizaciòn, son màs responsables y confiables en sus compromisos. Dignos ejemplos para la unificaciòn y fortalecimiento de las comunidades campesinas reforzando los valores de la familia y respeto a las autoridades e instituciones.
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