EL CUERPO HUMANO SE AUTOPROGRAMA PARA EL CAMBIO
DE HORARIO: IMSS
En un periodo de 7 a 10 días la mayoría se adapta al nuevo horario, regulando su estado de ánimo.
El Instituto recomienda a las personas sensibles al cambio, evitar las siestas diurnas.
Este 26 de octubre concluye el horario de verano y se retrasa una hora al reloj para dar paso al de invierno. Médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) advierten que este ligero cambio en el tiempo influye en el comportamiento de las personas, sin embargo, en un periodo máximo de 7 a 10 días se regula su estado de ánimo, y sus hábitos alimenticios. Esta medida se implementó a nivel nacional en 1996.
El doctor Bonifacio Caballero Noguéz, jefe del área de Pediatría del Hospital General Regional No. 25, recomendó a las personas sensibles al cambio de horario, evitar las siestas diurnas los primeros días para conciliar el sueño durante la noche, ajustar el reloj y seguir un horario regular para levantarse y acostarse, incluso, los dos primeros fines de semana o los días de descanso.
Aclaró que los niños tienen mayor facilidad para acostumbrarse a los cambios de horario, debido a que su sistema nervioso está en desarrollo y, por lo tanto, posee mayor capacidad de adaptación.
Explicó que las personas más susceptibles y con mayor reticencia son aquellas que tienen algún trastorno del sueño, sobre todo adultos mayores que hacen pequeñas siestas durante el día.
Caballero Noguéz detalló que los seres humanos presentan un periodo de sueño-vigilia por medio de un "reloj biológico" interno que regula cuándo debemos despertar o dormir. A este ciclo se le denomina ritmo circadiano, que significa en latín circa dies, “aproximadamente un día”. Este abarca 24 horas, que se dividen en ocho para el sueño y 16 de vigilia.
“El ciclo circadiano establecido en cada persona determina el equilibrio psíquico, físico y social del sujeto, el desfase del tiempo provoca que durante las dos primeras horas del día y las dos últimas antes de dormir, las personas se sientan cansadas y con sueño, provocando una baja en su rendimiento laboral e intelectual durante este periodo”, dijo Caballero Noguez.
Eventualmente algunas personas pueden experimentar cansancio o cambios de humor durante los primeros días del cambio de horario, incluso, presentar cuadros de gastritis, colitis o úlcera gastrointestinal, debido a que el reloj biológico personal está adaptado a comer a cierta hora y, de no hacerlo, el aparato digestivo secreta jugos gástricos de manera excesiva.
No obstante, añadió Caballero Noguez, nuestro cuerpo tiene la capacidad para autoprogramarse en estos cambios, de no ser así, recomendó acudir al médico.
Finalmente sugirió ajustar el reloj de mano dos días antes al cambio de horario a fin de adecuar física y psicológicamente al cuerpo. “En nuestro país los cambios son regularmente los domingos, esto nos permite hacer el ajuste desde el viernes por la noche para iniciar el sábado con el nuevo horario y regresar el lunes a la actividad laboral organizados”, concluyó el especialista.
DE HORARIO: IMSS
En un periodo de 7 a 10 días la mayoría se adapta al nuevo horario, regulando su estado de ánimo.
El Instituto recomienda a las personas sensibles al cambio, evitar las siestas diurnas.
Este 26 de octubre concluye el horario de verano y se retrasa una hora al reloj para dar paso al de invierno. Médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) advierten que este ligero cambio en el tiempo influye en el comportamiento de las personas, sin embargo, en un periodo máximo de 7 a 10 días se regula su estado de ánimo, y sus hábitos alimenticios. Esta medida se implementó a nivel nacional en 1996.
El doctor Bonifacio Caballero Noguéz, jefe del área de Pediatría del Hospital General Regional No. 25, recomendó a las personas sensibles al cambio de horario, evitar las siestas diurnas los primeros días para conciliar el sueño durante la noche, ajustar el reloj y seguir un horario regular para levantarse y acostarse, incluso, los dos primeros fines de semana o los días de descanso.
Aclaró que los niños tienen mayor facilidad para acostumbrarse a los cambios de horario, debido a que su sistema nervioso está en desarrollo y, por lo tanto, posee mayor capacidad de adaptación.
Explicó que las personas más susceptibles y con mayor reticencia son aquellas que tienen algún trastorno del sueño, sobre todo adultos mayores que hacen pequeñas siestas durante el día.
Caballero Noguéz detalló que los seres humanos presentan un periodo de sueño-vigilia por medio de un "reloj biológico" interno que regula cuándo debemos despertar o dormir. A este ciclo se le denomina ritmo circadiano, que significa en latín circa dies, “aproximadamente un día”. Este abarca 24 horas, que se dividen en ocho para el sueño y 16 de vigilia.
“El ciclo circadiano establecido en cada persona determina el equilibrio psíquico, físico y social del sujeto, el desfase del tiempo provoca que durante las dos primeras horas del día y las dos últimas antes de dormir, las personas se sientan cansadas y con sueño, provocando una baja en su rendimiento laboral e intelectual durante este periodo”, dijo Caballero Noguez.
Eventualmente algunas personas pueden experimentar cansancio o cambios de humor durante los primeros días del cambio de horario, incluso, presentar cuadros de gastritis, colitis o úlcera gastrointestinal, debido a que el reloj biológico personal está adaptado a comer a cierta hora y, de no hacerlo, el aparato digestivo secreta jugos gástricos de manera excesiva.
No obstante, añadió Caballero Noguez, nuestro cuerpo tiene la capacidad para autoprogramarse en estos cambios, de no ser así, recomendó acudir al médico.
Finalmente sugirió ajustar el reloj de mano dos días antes al cambio de horario a fin de adecuar física y psicológicamente al cuerpo. “En nuestro país los cambios son regularmente los domingos, esto nos permite hacer el ajuste desde el viernes por la noche para iniciar el sábado con el nuevo horario y regresar el lunes a la actividad laboral organizados”, concluyó el especialista.
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