Punto y Coma
El descalabro de los panistas
Divisionismo por candidatos externos
Para Veracruz viene la buena
Por Luis González Romero
El descalabro de los panistas fue a nivel nacional como resultado de una serie de errores políticos y administrativos desde los tiempos de Vicente Fox y su inseparable Marthita (la pareja presidencial)., que por cierto siguen dando mucho de que hablar con su reciente matrimonio religioso, dizque con el permiso de El Vaticano (vaya usted a saber), pero sin duda alguna fue una boda suntuosa, de película.
En la administración de Felipe Calderón se han cometido muchos errores, por lo que el pueblo ha cobrado las facturas y, en el estado de Veracruz las volverá a cobrar en las elecciones locales para gobernador, 30 diputados y 212 alcaldías, las cuales se habrán de disputar entre el PAN y el PRI, debido a que los demás partidos con su poca presencia no son enemigo a vencer.
Algunos panistas como Mauricio Duck Núñez, con los pies bien puestos sobre la tierra, están haciendo un análisis, autocrítica de lo que pasó este 5 de Julio, del porque el PAN se fue de picada, cuando después de la pasada elección del 5 de julio, cada partido tiene que hacer una reflexión interna, un verdadero análisis pero sobre todo una autocrítica de los aciertos y de los errores, ya sean estos por comisión o por omisión.
Dice “Yo y todos nosotros, lo tenemos que hacer desde y para el PAN. Decía don Luis H. Álvarez, “si no nos derrotó la derrota, que no nos derrote la victoria” y más aún, decía Felipe Calderón en su campaña, “Hay que ganar el poder, sin perder el partido”, y tienen el poder pero están perdiendo el partido.
Justamente la advertencia hecha por dos notables panistas, pareciera que se están materializando; “Las victorias en las elecciones de 2004 y de 2006, nos empezaron a derrotar en las siguientes elecciones de 2007 y de 2009”.
En su autocrítica también se refieren a que “En efecto también, ganamos el poder a través de la presidencia de la República por segunda ocasión pero empezamos a perder el partido y a perder elección tras elección, principalmente en las gubernaturas de los Estados, los municipios y los Congresos locales. El PRI entendió bien la lección, no podía ser una oposición a ultranza, como lo hizo con Fox, cambió y empezó a recuperar espacios, no desde la Presidencia de la República, sino desde cada municipio, cada distrito local y ahora federal…ellos Aprendieron de nosotros y de sus errores, ahora nosotros tenemos que hacer lo propio”.
Reconocen que “Cuando Germán Martínez llega a la Presidencia del Partido, asume la responsabilidad y el compromiso de llevar al Partido y a los panistas a los triunfos que exigíamos y que exigimos, muy lamentablemente, los resultados no fueron así”.
“Cátedra de dignidad, de congruencia, de altura de miras y de madurez política es la que nos dio a los panistas, e indirectamente a los dirigentes de los otros partidos, al presentar su renuncia, tal vez innecesaria, pero al final digna”.
Pero no está sucediendo así, vemos declaraciones de líderes municipales como el de Córdoba, decir que ¿por qué tienen que renunciar?, ¿que acaso tres elecciones perdidas de manera consecutiva bajo su liderazgo no son causa suficiente?, decir también que no renunciarán porque cuentan con el apoyo de la directiva estatal, esto es obvio, pertenecen al mismo grupo de perdedores y la misma camarilla que empieza a querer secuestrar al partido y qué pena ajena da escuchar que tenga el respaldo de la dirigencia pero no de la militancia. ¿Cuántos líderes del PAN municipal en otros municipios dicen lo mismo?
“Lo más lamentable es escuchar al dirigente estatal decir que está satisfecho con los resultados. Ningún panista, ninguno, que se ostente de serlo puede estar satisfecho con los resultados del pasado domingo, decir que mejoramos con relación a las de 2007 es comparar elección fracasada y perdedora con otra igual, pero sobre todo, son declaraciones y actitudes que no conocen la vergüenza, pero sobre todo son mediocres, derrotistas y conformistas. ¡Ese no es nuestro partido!”
Duck Núñez agrega que “Si los dirigentes municipales de Córdoba, de Amatlán y de Ixtaczoquitlán (por hablar de mi distrito, cada quien hablará por el suyo) que llevan tres derrotas en el mismo número de elecciones de 2007 a 2009, y si el dirigente estatal, que también se comprometió a igualar el mismo número de diputaciones ganadas en 2006, o sea 11, y de lo contrario renunciaría (pero que hoy olvida), si todos estos dirigentes conocen la dignidad de la que habló Germán Martínez, si conocen la ética de la responsabilidad y la cultura de la dimisión, tendrán que renunciar, de lo contrario, vergüenza pública deberán de tener al querer permanecer en un lugar en el cual han fracasado y han hecho fracasar al PAN, pero sobre todo la confianza de los panistas y de quienes votan por nosotros”.
En el caso de Fernando Góngora Castillo, dirigente del PAN en Poza Rica, también debe renunciar, junto con otros de su comité, por vergüenza, por dignidad y por lo que usted quiera; pero además de que el divisionismo interno en el PAN impidió por lo menos ganar unos cuantos votos más; pues los panistas tradicionales, plenamente identificados no estuvieron de acuerdo con la fórmula para la diputación federal y el error más grande del mundo fue haber incluido a Daniel Vázquez en la suplencia, en lugar de haber llamado a un panista tihuateco que bien le hubiera hecho contrapeso a Leobardo Gómez.
La pregunta es ¿en qué momento el PAN empezó a fingir elecciones para imponer candidatos, en qué momento el PAN perdió los principios y valores que caracterizan para convertir a los dirigentes en empleados bajo sueldo que no tienen dignidad para renunciar tras el fracaso, en qué momento en el PAN se dejó de permitir la libre expresión, en qué momento se prohibió disentir y expresar lo que cada panista sentía o en qué momento en el PAN empezaron a convertir en lo que tanto criticaron?.
Ahí tiene el comentario, fortalecido con la autocrítica de Mauricio Duck, usted seguramente como panista también estará pensando lo propio, sobre todo que a los panistas en Veracruz no salido airosos de las contiendas electorales y haciendo un poco de memoria fue en los tiempos de Miguel Angel Yunez Linares, cuando era dirigente del PRI en el Estado, cuando los azules lograron ganar 59 presidencias municipales y hasta el mismo PRD creció con 39 alcandías y precisamente con Yunes Linares la historia se vuelve a repetir, pero desde otro frente….Por hoy es todo, soy Luis González Romero, mi correo electrónico; notiluis@hotmail.com, hasta pronto y haga sus análisis de lo que pasará en las elecciones veracruzanas en 2010.
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