lunes, 16 de marzo de 2009

PUNTO Y COMA


Punto y Coma

La corrupción somos todos
En Pemex tráfico de influencias
Mafia de funcionarios deshonestos

Por Luis González Romero

A un día de que se cumplan los 71 años de la Expropiación Petrolera, en Pemex siguen ocurriendo muchas cosas, como la corrupción o el tráfico de influencias que ocasiona pérdidas millonarias y graves caídas en los índices de producción; además del robo de combustible de los oleoductos y de las terminales donde están involucrados funcionarios de la paraestatal.

La corrupción es un tema muy difícil de abordar en nuestro país, más aún cuando se involucra a un funcionario público: es muy complicado recoger información fiable sobre actividades ilegales o derivadas de la corrupción.

Comúnmente lo que se da a conocer de la corrupción proviene de hechos o escándalos publicados, en mayor o menor grado, por algún medio de comunicación o por denuncias ciudadanas. En el primer caso, salen a la luz pública actos de corrupción oficial cuando no existe la ley mordaza en ese medio, ya que es una práctica común que se destinen grandes sumas millonarias para comprar el silencio de algunos medios de comunicación.

En Pemex existe una verdadera mafia de funcionarios deshonestos que muchos ya la identifican como “el cártel de Pemex”, cuya influencia abarca desde la asignación de contratos y obra pública hasta el robo y saqueo de combustible en ductos y terminales.

Los actos de corrupción en Pemex se facilitan porque no hay eficientes mecanismos de control y de transparencia que permitan el escrutinio público. El Instituto Federal de Acceso a la Información es solo un buen intento de transparentar la función pública, pero no es suficiente. La transparencia puede ser un medio para evitar la corrupción, pero también se debe insistir en el castigo severo, sin importar de quien se trate, de aquellos que han defraudado la confianza y han actuado mal con los bienes que se les ha confiado.

Juan Bueno Torio, senador del PAN y ex director de Pemex Refinación fue acusado de establecer una extensa red de corrupción en Petróleos Mexicanos, pero no ha pasado nada, todo sigue igual, haciendo suponer que las acusaciones no tuvieron fundamento.

Durante su gestión en Pemex Refinación (2003-2006), Juan Bueno Torio diseñó un equipo de funcionarios, con más de 200 plazas creadas, para operar la asignación de contratos multimillonarios a modo en favor de empresas petroleras, algunas de las cuales eran propiedad de familiares del propio senador panista.

Se le acusó, entre otras cosas, de un fraude de buques petroleros rentados a Pemex por una cifra inflada de 66 millones de pesos. Al ex funcionario petrolero y actual senador panista, también se le ordenó investigación por la Cámara de Diputados por favorecer con contratos de transporte a parientes, durante su gestión como director de Pemex Refinación. La investigación quedó a cargo de la misma comisión que averigua los negocios de los Bribiesca Sahagún, los hijos políticos de Vicente Fox. La demanda contra él por el sobreprecio en la venta de buques petroleros involucró a la empresa Arrendadora Ocean Mexicana, en la que actuó un presunto prestanombres de Bueno Torio.

De acuerdo a la información que se ha manejado de las acciones corruptas en la paraestatal en 2005 la subsidiaria de Pemex rentó un buque con un sobreprecio de 66 millones de pesos a Ocean Mexicana, quien después trasfirió el barco a la empresa Akro Shipping, quien para obtener el contrato de adjudicación directa sólo le cambió el nombre y la bandera a la nave.

La concesión de una beca de Pemex por 257 mil pesos a Alfredo del Mazo, hijo del acaudalado ex gobernador y ex secretario de Energía Alfredo del Mazo, para hacer un postgrado en la Universidad de Harvard, al margen del reglamento vigente en la paraestatal, ya que Alfredo del Mazo no era empleado de planta y llevaba sólo tres meses trabajando, cuando la antigüedad mínima para ser becario es de tres años.

Otra nota sobre corrupción la dio Pemex Exploración y Producción cuando contrataron un barco en mil 200 millones de dólares. Se trató de la contratación de un buque petrolero por Pemex a través de su filial Pemex Exploración y Producción (PEP), en un concurso internacional donde se cree que hubo tráfico de influencias, fraude, soborno y un cuantioso daño patrimonial a Pemex.

Lo insólito de esta licitación es que de los 300 millones de dólares que había presupuestado inicialmente Pemex para dicho contrato de arrendamiento, la paraestatal elevó el costo hasta 1,200 millones de dólares, es decir 300% más.

En el último año de gobierno de Vicente Fox, Luis Ramírez Corzo, director de Pemex, otorgó una docena de contratos transexenales a Oceanografía por más de 3 mil 600 millones de pesos, entregados vía PEP y avalados por su director, Carlos Morales Gil, ratificado en el puesto por Jesús Reyes Heroles.

A principios de 2008, Andrés Manuel López Obrador presentó pruebas que señalaban al hoy extinto secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, de obtener de Pemex contratos millonarios mediante los procesos de adjudicación directa para beneficio de su empresa familiar. Los contratos fueron firmados por Mouriño, como apoderado legal de la empresa, el 20 de diciembre de 2002, el 1 de septiembre de 2003 y el 29 de diciembre de 2003, lo anterior es tan solo un breve resumen de lo mucho que en ese orden o desorden viene ocurriendo en Pemex a 71 años de su nacionalización como industria, ha pero eso sí, Pemex sigue siendo de los mexicanos, solo que de unos cuantos….por hoy es todo, soy Luis González Romero, mi correo electrónico: notiluis@hotmail.com, hasta pronto y pásenla bien.

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