miércoles, 22 de febrero de 2012
EVITA COMPLICACIONES DURANTE EL EMBARAZO
Un alto porcentaje de mujeres embarazadas sufren de sobrepeso y obesidad, factor determinante para el desarrollo de enfermedades graves como diabetes e hipertensión que ponen en riesgo la vida de la madre y del bebe, informó Luz María Trujillo Meza, titular de la Jefatura de Prestaciones Económicas y Sociales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en la delegación Veracruz Norte.
Destacaron que algunos factores como el peso del pequeño, la placenta y el necesario incremento de grasa corporal durante el período, pueden influir a que la futura mamá aumente de peso, razón por la que es necesario que lleve una dieta balanceada.
La obesidad de la gestante, previa al embarazo o adquirida durante este periodo, debe considerarse siempre un factor de riesgo para la madre, el feto y el recién nacido.
Durante el embarazo es recomendable que la mujer suba entre nueve y 12 kilos; sin embargo cuando se diagnostica obesidad, únicamente debe subir siete kilos en el primer trimestre; los bebés de estas mujeres tienen mayor riesgo de tener malformaciones ubicadas en la zona central, renal, abdominal, cardiovascular, intestinal o hasta aborto espontáneo.
Los riesgos que con mayor frecuencia se observan en las pacientes obesas durante el embarazo son: la diabetes mellitus, hipertensión gestacional y preeclampsia, además existe mayor riesgo de que el bebé muera en el útero, elevación de los niveles de colesterol y triglicéridos, todo esto ocasiona un parto prematuro.
En pacientes obesas sube la incidencia de cesáreas y el trabajo de parto es más difícil y prolongado. Al término del embarazo hay mayor riesgo de infección en la herida quirúrgica, endouterina, tromboembolias, formación de coágulos en las venas, sobre todo en piernas y pies.
Debido al exceso de peso, estas mujeres presentan complicaciones en la articulaciones, como osteoartritis, lesiones recurrentes en rodillas, lumbalgias, y a nivel respiratorio habrá una disminución en el volumen total de aire que los pulmones son capaces de contener, por lo que hay dificultad para respirar y exhalar.
Dijo que una dieta balanceada y nutritiva es necesaria a lo largo de la vida de las personas, pero muy primordialmente durante la etapa de gestación. Recomendó una estrecha comunicación entre paciente, médico y nutricionista, aunado al ejercicio físico que ayuda a mejorar la condición cardiovascular y muscular, evita el aumento excesivo de peso, lo que proporcionará una mejor condición física general y menos riesgo al enfrentarse al trabajo de parto.
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