miércoles, 23 de noviembre de 2011

LOS NIÑOS DE LA CALLE LLEGAN DE OTRAS PARTES

Los niños de la calle llegan de otros lugares
Evaden a las autoridades del DIF

Por Luis González Romero

Poza Rica, Ver.- Por lo regular los menores de edad que deambulan por las calles de Poza Rica, en algunos casos pidiendo caridad y en otras ofreciendo algunos productos, provienen de municipios vecinos y poco o nada se puede hacer por ellos, sobre todo que evaden el diálogo con el personal del sistema municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).
Son niños que no tienen domicilio en la ciudad, dice Rosalinda Olguín Lima, Directora del DIF de Poza Rica y por lo mismo no acuden a las oficinas para recibir algunas instrucciones para prevenirlos de que no caigan en otro tipo de problemas, entre ellos la explotación laboral o sexual de parte de su familia o de otras personas.
El sistema para el Desarrollo Integral de la Familia tiene un programa para prevenir la explotación sexual o comercial, a través de unas becas; pero solamente son siete, que consiste en un apoyo de mil pesos al año, considerando que es muy baja la cantidad y por lo mismo no aceptan entrar al programa, pues realizando labores en la calle obtienen más ingresos.
Luego de lo anterior, como institución vienen realizando campañas en las escuelas, incluso a solicitud de padres y maestros, llevando pláticas para que los menores de edad no permitan la explotación comercial o sexual.
No existe un padrón de niños que por lo regular realizan algunas actividades en la calle, muchos de ellos están en lista de espera para que cuando se cuente con recursos se les proporcione una beca; pero no puede precisar cuántos menores están integrados a un padrón; añadiendo que no son muy pequeños, que se trata de jovencitos, pero algunos vienen de municipios circunvecinos.
Otro problema lo representan aquellas personas que llegan a la ciudad en busca de caridad y que utilizan a los niños para pedir la ayuda, en tanto ellos realizan algo, como tocar un acordeón y permanecer sentados en un sitio, mientras los niños piden limosna, lo que se califica como explotación de menores por su misma familia.
El algunos casos se llama a los padres de familia para conocer cuál es la causa de que sus hijos permanezcan en la calle, pero no siempre se dejan ayudar porque ya se han adaptado a un ritmo de vida que de alguna manera le gusta.

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