MITOS Y OTROS CUENTOS
Por: Lic. Jesús Araujo López
A LOS AUDACES SONRÍE LA FORTUNA. VIRGILIO
Publio Virgilio Marón (15 de octubre de 70 a. C. – 21 de septiembre de 19 a. C.), Virgilio, fue un poeta romano, autor de la Eneida, las Bucólicas y las Geórgicas. Guía de Dante Alighieri en el viaje que realiza en su obra La Divina Comedia a través del Infierno y del Purgatorio. Estudió filosofía, matemáticas y retórica, astrología, medicina, zoología y botánica. Primeramente es influido por el epicureísmo, evolucionó al platonismo místico, por lo que su obra es considerada una de las más perfectas síntesis de las corrientes espirituales de Roma.
En su obra Virgilio muestra al hombre de su época, con todas y cada una de sus emociones a través de una forma de gran perfección estilística. Recibió una esmerada educación estudiando retórica y poesía gracias a la protección de Cayo Mecenas (de él deriva el término "mecenas" que se aplica a quienes protegen y estimulan las artes), sus primeras composiciones poéticas, recogidas bajo la denominación de Apéndice Virgiliano. Fue amigo del poeta Horacio y de Octavio, desde antes de que éste se convirtiera en el emperador Augusto.
Entre el año 42 a. C. y el año 39 a. C. escribió las Églogas o Bucólicas, que dejan entrever los deseos de pacificación de Virgilio en unos poemas que exaltan la vida pastoril, imitando en ellos los Idilios del poeta griego Teócrito. Aunque estilizados e idealizadores de los personajes campesinos, incluyen referencias a hechos y personas de su tiempo. En la famosa égloga IV, se canta la llegada de un niño que traerá una nueva edad dorada a Roma. La cultura posterior encontró aquí un vaticinio del nacimiento de Cristo.
Entre el 36 a. C. y el 29 a. C., a instancia de Mecenas, Virgilio redactó las Geórgicas, poema que es un tratado de la agricultura, donde proclama la necesidad de restablecer el mundo campesino tradicional en Italia. A partir del año 29 a. C., inicia la composición de su obra más ambiciosa, la Eneida, cuya redacción lo ocupó once años, un poema en doce libros que relata las peripecias del troyano Eneas desde su fuga de Troya hasta su victoria militar en Italia.
Realizó un viaje por Asia Menor y Grecia, con el fin de constatar la información que había volcado en su poema. En Atenas se encontró con Augusto y regresó con él a Italia, ya enfermo. A su llegada a Brindisi, pidió al emperador antes de morir que destruyera la Eneida. Augusto se opuso rotundamente y no cumplió la petición, logrando así la supervivencia de la obra.
La frase “Audentis fortuna iuvat” se emplea en la Eneida, en el verso 284 del libro X.
Sin embargo, no abandonó su confianza al bravo Turno
en ocupar primero la playa y arrojar de tierra a los que llegaban:
«Aquí está lo que pedisteis con vuestros votos, aplastarlos con la diestra.
El propio Marte está en manos de los hombres. Acordaos ahora
cada cual de su esposa y su casa, recordad ahora las grandes
hazañas, la gloria de los padres. Corramos antes al agua
mientras dudan y vacilan sus primeros pasos al desembarcar.
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