jueves, 1 de julio de 2010

PUNTO Y COMA

Punto y Coma

Las elecciones se ganan en las urnas
Tiempos para reflexionar y decidir
Domingo 4 será de gran fiesta

Por Luis González Romero

Las elecciones se ganan en las urnas y no en los tribunales; pero cuando el resultado de un proceso electoral llega a un tribunal es porque se presentan irregularices, cuando hay juego sucio o como dicen otros, mano negra; sin embargo se espera que las elecciones de este domingo 4 de julio, se convierta en una romería de votantes, en una gran fiesta cívica y democrática, en la que los veracruzanos tienen la oportunidad, la opción de salir libremente y llegar a las casillas para emitir el voto, sin que haya necesidad de las denuncias ante la Fepade.

Para que esa fiesta cívica se realice en paz y para que se fortalezca la democracia, tiene que realizarse un proceso transparente, legal, libre de vicios, de corrupción, de las viejas prácticas de mapacheo que ensucian las elecciones, que las convierten en un cochinero y que como resultado los ciudadanos pierden la credibilidad y muchos dejan de acudir a las casillas para ejercer ese derecho de ejercicio democrático.

Para lograr un proceso electoral transparente e independiente de todos los vicios, se requiere juego limpio, empezando por el árbitro, que en este asunto es el Instituto Electoral Veracruzano, que se presume que como órgano autónomo, debe organizar y realizar una elección con toda la credibilidad del mundo.

Pero si ese árbitro es corrupto, obedece consignas e inclina la balanza para proteger caprichos y acciones encaminadas a ganar una elección contra viento y marea, caiga quien caiga, cueste lo que cueste; el ambiente político se enrarece y se tiene la necesidad de definir los resultados en los tribunales, los que de hecho no debieran existir, si hubiera legalidad y transparencia en la organización y en la ejecución del proceso, desde la misma selección de los funcionarios de casillas.

Este domingo 4 de julio, desde las 8 de la mañana se habrán de instalar las casillas, mismas que estarán funcionando hasta las 6 de la tarde, o antes en el caso de que se hayan terminado las boletas que les asignen y existe –de alguna manera- la confianza de que todo se hará dentro de lo normal y que la gente estará participando a favor de sus opciones políticas.

Después de que han concluido las campañas políticas, los tiempos de proselitismo, usted amable ciudadano con credencial de elector tiene suficiente tiempo para reflexionar, analizar las propuestas o por lo menos las arengas de los candidatos y hasta su forma de saludar, sonreír y así decidir a quien le darán el voto; dejando atrás algunas muestras o regalos que hayan recibido; no cambiar el voto por una playera, una gorra o una despensa; no votar por coacción o por hostigamiento; ya que ello constituye un delito que los ciudadanos deberán denunciar ante la Fepade, y para lo cual este domingo habrá personal de guardia en todas las agencias del ministerio público y en los juzgados, para atender cual caso que se pudiera presentar.

Este proceso se espera sea bastante participativo y que por lo menos un 60 por ciento de la lista nominal acuda a votar, para que los candidatos se vean fortalecidos y avanzar en la consolidación de la democracia, por lo menos en esta elección; ya que el proceso intermedio, el ciudadano tienen menos interés en acudir a las casillas, cuando se elige a los diputados federales, ya que son personas que hacen campaña y después de que ganan se van al congreso y raras veces se les vuelve a ver; mucho menos regresan para cumplir lo que en campaña prometieron.

En el caso de gobernador, diputados locales y alcaldes, la gente es más participativa, porque serán las autoridades inmediatas; sobre todo los alcaldes a los que tienen que acudir cuantas veces sea necesario y tiene la obligación de atender a la ciudadanía, que es quien los elige y los pone y les paga para servir a la sociedad…Por Hoy es todo, soy Luis González Romero, mi correo electrónico: notiluis@hotmail.com, hasta pronto y no se olviden de votar el próximo domingo, antes de que se vayan de paseo.

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