jueves, 29 de julio de 2010

POST MORTEN

POST MORTEM

Hoy estuve pensando, ¿Qué será de mi muerte?
si será fulminante, rápida o dolorosa.

Yo quisiera que fuera como un cambio de rumbo,
como un adiós sin irse, sin ver llanto rodar
No quisiera mirarme sobre una cama, triste,
conectad a una máquina que me haga respirar.

Por eso en estas lineas pido a los que me quieren:
que si algo de mi cuerpo sirviera a los demás,
no me den la injusticia de enterrarme a mi muerte;
por el contrario, denme, para que viva más.

Si a algún enamorado le faltara el aliento
para seguir amando a alguna que lo amó,
si alguien sin esta viscera no ha logrado el intento
de compartir su vida: ¡Dénle mi corazón!

A aquél que no ha sabido lo que es el alimento
sazonado y sabroso, como lo guiso yó;
para que pruebe el goce del placer suculento
injertenle en su cuerpo mi sufrido riñón.

Dénle a un ciego mis córneas,
o quiza a un miserable que no ha logrado ver:
las flores, las estrellas
o las divinas formas de un cuerpo de mujer

Y que ardan en el fuego las sobras de mi cuerpo,
rieguen en Tlaltelolco las cenizas, tal vez,
con otras que ya antaño se esparcieron de prisa
se junten y se eleven rumbo al amanecer.

No le den a la tierra lo que no ha sido suyo,
pues yo viví entre el suelo y el espacio al nacer
jamás quise un sepulcro, ni escribí un epitafio
que en forma irreverente alguien lo venga a leer.

más...si existe en ustedes la idea de enterrar algo,
entierren mis defectos: mi odio, mi tozudez,
pero mi cuerpo, nada, ni lo velen llorando,
ni lo entierren, ni recen y yo reiré otra vez.

por que aun que ya no exista yo seguiré viviendo
en partes de mi cuerpo que vuelvan a servir;
mi corazón cansado ya en otro cuerpo puesto,
ante unos labios frescos, comenzará a latir.

prometanlo al recuerdo de nuestros ratos juntos,
de nuestras confidencias, tal vez de nuestro amor;
que mi cuerpo apagado se lo darán al mundo
y que como epitafio...sembrarán una flor

Arturo Mendoza Rangel

No hay comentarios: