miércoles, 11 de marzo de 2009

PUNTO Y COMA

Punto y Coma

Ahora un poco del hombre
Como racional, emocional y heterosexual
Pero con un sentido menos

Por Luis González Romero

Aparte de holgazanes, irresponsables, desobligados, borrachos, drogadictos, golpeadores, delincuentes, sinvergüenzas, entre otras cosas, los hombres también son emprendedores, constructores, científicos, maestros y en fin, con muchas cosas positivas, muchos más que las negativas, pero si nos hacemos la pregunta ¿qué es ser hombre?, nos daremos cuenta de que dar una respuesta no resulta una tarea fácil.

Gracias amiga Angela Gama, que me haces retroceder un poco en el tiempo cuando me dices que de acuerdo con David Barrios, sexólogo y autor del libro Resignificar lo masculino, los rasgos característicos tradicionales de la masculinidad son consistentes y definitorios: el hombre tiene que ser importante, dinámico, independiente, poderoso, más racional que emocional, heterosexual y con una serie de mandatos sociales fundamentales como embarazar, proteger, proveer y competir tanto, en lo sexual como en lo social.

Precisamente en cuanto a la forma tradicional de ser hombre, Barrios comenta: “muchos hombres no se sienten capaces de responder satisfactoriamente a las exigencias del sistema patriarcal y falocrático, pues ellos mismos, los supuestos beneficiarios del poder masculino, viven confundidos, desvalorizados, con la virilidad disminuida y una frustración crónica. El machismo es un disfraz que oculta a un ser endeble y con gran vulnerabilidad emocional.”

¿Cómo se aprende a ser hombre?, Barrios afirma que debemos desmitificar una falsa anotación: que la desigualdad social entre géneros sólo perjudica a las mujeres, sin embargo, la inequidad entre los géneros ha originado malestar y sufrimiento tanto en los hombres como en las mujeres.

Benno de Keijzer, coordinador de Salud y Género, A.C., menciona algunos de los costos de ejercer una masculinidad tradicional en cuanto a la salud: los hombres viven menos que las mujeres, en la medida que éstas han ido cambiando hay muchos hombres que son abandonados por su actitud violenta, ya que al estar metidos en el trabajo y llegar a mandar en la casa se aíslan emocionalmente, la sexualidad es precaria, disfuncional e insatisfactoria, todo lo cual redunda en su calidad de vida.

En este mismo contexto, Barrios comenta que las consecuencias son lastres de inseguridad sobre su masculinidad, miedo a relacionarse con las mujeres por no ser como ellas esperan, temor para expresar abiertamente sus sentimientos, cansancio emocional de “cargar” con los deberes sociales, ansiedad por el desempeño en sus escarceos eróticos y en sus relaciones sociales, dificultad para asumir (en el caso de los hombres gay) su homosexualidad; en fin, el hecho de ‘no hacerla’ como se supone deben ser los hombres.
Gracias Angela Gama por abordar estos temas trascendentes para los hombres y también para las mujeres: ¿Resignificar la masculinidad?, la identidad masculina y el propio modelo cultural que le da sustento, se encuentran en la actual etapa histórica en una profunda crisis que está siendo discutida.

En los últimos 30 años muchos hombres se han transformado, son más conscientes de la problemática de género, sin embargo, esto no les resulta fácil. Los hombres asumen estos cambios con crisis, con dificultad y los más conscientes con mucho esfuerzo.
En este orden de ideas, las ganancias que el hombre obtiene al resignificar su masculinidad, según Barrios, son:

Beneficios físicos y orgánicos: un hombre que puede expresar libremente sentimientos sin temor a ser criticado, que puede manifestar tristeza o miedo, tiene mejor sus funciones orgánicas, desaparecen los padecimientos psicosomáticos ya que se ha observado que el retener sentimientos, como generalmente lo hacen, favorece a que haya problemas que llamamos de ‘retroflexión’ o ‘daño a sí mismos’, como la úlcera péptica o los problemas cardiovasculares; entonces, liberarse de la presión con la que viven los lleva a tener una mejor salud física.

Beneficios emocionales: un varón que se sabe hombre, que ha renunciado al machismo, no tiene que estar reivindicando su hombría, la desempeña espontáneamente. No tiene la presión de cumplir como todo hombre porque ya no necesita demostrar nada a nadie; ya no tiene tanto estrés, angustia o ansiedad

Beneficios en pareja: la mayor parte de las mujeres se quejan de que sus parejas son inexpresivos, indiferentes o no se comprometen; cuando un hombre flexibiliza su modo de ser, renuncia al machismo, es más expresivo y se desempeña mejor tanto en lo afectivo como en lo erótico.

No cabe duda que el estilo dominante de “ser hombre” se está rompiendo y exige resignificaciones urgentes y nuevas formas de expresión, así como cambios de actitud y de conducta que nos lleven a una masculinidad distinta, no sexista, que reconozca que tanto mujeres como hombres podemos y debemos avanzar juntos hacia la equidad en la diferencia…..Bien amigos y amigas, hay les dejo estos para la reflexión por hoy es todo, soy Luis González Romero, mi correo electrónico: notiluis@hotmail.com, hasta pronto y pásenla bien.

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