martes, 15 de noviembre de 2011

MITOS Y OTROS CUENTOS

MITOS Y OTROS CUENTOS

Por: Lic. Jesús Araujo López

EL PENACHO DE MOCTEZUMA

El llamado Penacho de Moctezuma o tocado de plumas de quetzal engarzadas en oro y piedras preciosas que fuera depositado en el Museo de Etnología de Viena, en Austria, durante la Segunda Guerra Mundial, junto con otros objetos prehispánicos, que se han identificado con objetos litúrgicos del culto a Quetzalcóatl y Ehécatl. Esta pieza de arte se encuentra en el imaginario colectivo de nuestra nación ya que todos en algún momento hemos hablado o escuchado hablar, sin embargo, pocos, muy pocos han tenido el privilegio de ver.
De acuerdo con la tradición perteneció al tlatoani Moctezuma Xocoyotzin (1466-1520), en realidad, no existe certeza histórica de ello, ni tampoco de su autenticidad de su antigüedad, Incluso que sea un atavío para usarse en la cabeza ha quedado en duda. El penacho es, según la antropóloga estadounidense Zelia Nuttall, un quetzalapanecáyotl, cuenta con un diámetro de 175 cm. y una altura de 116 cm. obra artistas mexicas especializados en crear de objetos con plumas llamados “amantecas”. En el centro del penacho se aprecian plumas azules del ave xiuh totol, y tejuelos de oro en forma de medias lunas aderezadas con piedras preciosas. Una zona de plumas de tlauquechol en color rosa así como y otra de plumas marrones de cuclillo, de ahí sale una hilera de plumas verdes de quetzal, de hasta 55 cm. de largo, y el resto son plumas de quetzal siendo en total un poco más de 400. Actualmente está muy deteriorado, de acuerdo con el gobierno Austriaco su valor correspondería a la cantidad de 50 millones de dólares.
Hernán Cortés buscaba convertir Moctezuma a la religión católica y hacerlo vasallo del rey Carlos I. Avizorando las intensiones del invasor, Moctezuma busca ganar tiempo y así poder prepararse para la guerra, por lo que entrega a Cortés muchos otros regalos para su rey, entre ellos este penacho de con plumas de quetzal color esmeralda, lo que ha sido verificado en las cartas de relación del conquistador, siendo enviado al continente europeo, en ese entonces que el rey residía en Alemania, siendo abandonado en el olvido y descubierto muchos años después, fue restaurado y utilizado como símbolo del Museo de Etnología de Viena
Sin embargo y para decepción de muchos, la historiadora e investigadora Carmen Cook de Leonard afirma, que esta pieza es solo uno de muchos penachos que el Tlatoani Moctezuma poseía y no se trata de una pieza única e irremplazable, ya que utilizaba diferentes ornamentos como este, así, pasa de ser entendido como una corona del último emperador mexica, ha sido clasificado como uno más de los cientos de regalos que llegaron de México a Europa.
Dicho penacho no representaba necesariamente, un símbolo de jerarquía; no era usado por los tlatoanis. Las ilustraciones de los códices Durán, Mendoza y Florentino donde se describe ilustra a los tlatoanis usando una pequeña corona azul sobre la cabeza. El penacho se asocia con el culto a los dioses Quetzalcóatl y Tezcatlipoca, lo que explicaría el uso de las plumas; era parte de una indumentaria utilizada para representar a algunos de los dioses.
México y Austria valoran la posibilidad de traerlo como préstamo a nuestro país; el Instituto Nacional de Antropología e Historia por el momento no tiene registrado ningún proyecto para publicar resultados de las investigaciones que desarrollan ambos países, esto de acuerdo con la Dirección de Publicaciones del INAH, a cargo de Héctor Toledano, podemos adelantar que se espera la confirmación de varias cosas, entre ellas, que el multicitado penacho no era una corona real de Moctezuma, sino que su finalidad era exclusivamente ornamental, tal y como lucen hoy en día los concheros que danzan en el zócalo de la ciudad de México.

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