ACCIONES PARA PREVENIR DELITOS Y ADICCIONES

Acciones para prevenir delitos y adicciones
Logran resultados en las escuelas

Por Luis González Romero

Poza Rica, Ver.- Desde hace más de 10 años se realizan diversas acciones para prevención del delito y las adicciones, con la participación de instituciones educativas, de salud, judiciales, policiacas, ayuntamiento y Centro de Integral Juvenil, penetrando en las escuelas en los niveles de primaria y secundaria.
En la presente administración, así como la anterior inmediata, la responsabilidad ha recaído el Carlos Barragán Pérez, quien junto sus colaboradores acude a las escuelas, acompañado de representantes de las instituciones mencionadas para llevar el mensaje a los estudiantes, padres de familia y maestros, para prevenir a los alumnos de ese mal.
El primer deber del Estado, e incluso la justificación misma que el Estado tiene para reservarse el monopolio de la fuerza, es salvaguardar la seguridad y la integridad de los ciudadanos, porque el problema no se resuelve construyendo más cárceles, sino previniendo los delitos y el consumo de sustancias tóxicas, considerando que es en la niñez en donde se debe sembrar esa cultura.

La ley y las instituciones no pueden quedar rebasadas por el fenómeno delictivo. Es deber del gobierno, en sus tres niveles, actuar eficazmente y sin titubeos para brindar la seguridad que demandan los ciudadanos.

La Encuesta nacional sobre Inseguridad Urbana 10 publicada en 2006 reportó que, en promedio, uno de cada cuatro habitantes de las ciudades ha sido víctima de por lo menos algún delito durante su vida. En este sentido, la percepción de la ciudadanía muestra que más del 50 por ciento de la población considera que la criminalidad ha afectado su calidad de vida.

El problema de la inseguridad no se resuelve con más cárceles ni con más policías, sino a través de la prevención de los delitos y las adicciones, y aunque en el país existen alrededor de 350 mil elementos de policía que forman parte de 1,661 corporaciones en los tres órdenes de gobierno. El 89.3% de los cuerpos policiales preventivos a nivel nacional pertenecen a los ámbitos estatales y municipales, y son los que tienen mayor contacto ciudadano. En tanto, la policía de investigación representa apenas el 10.7 por ciento, con 37 mil 493

La política preventiva es parte sustancial del combate contra el crimen. Por esto es necesario dar impulso a programas y acciones integrales a nivel nacional, regional, estatal, municipal y delegacional, a fin de evitar que haya más mexicanos que se conviertan en delincuentes, que sufran violación a su integridad y su patrimonio o que queden atrapados por el consumo de drogas.

La función de la prevención social consiste en eliminar los problemas que puedan llevar a un joven a delinquir. En la medida en que se vayan abriendo mejores y más eficaces oportunidades para la educación, la capacitación y el empleo, y se extiendan entre la población los valores de respeto a la legalidad y el derecho, habrá de ser menos frecuente la tentación de buscar beneficios económicos fuera de la ley, o de procurar la justicia por propia mano.

Fomentar un mayor nivel de desarrollo y mejores condiciones de vida que prevengan conductas delictivas en las comunidades y espacios urbanos, y que garanticen a toda la población el goce de sus derechos y libertades.

El riesgo de integrarse a una pandilla o de caer en la delincuencia es agravado por un entorno de violencia, desintegración familiar, criminalidad y falta de oportunidades de desarrollo.
La vinculación entre la política social y las estrategias en materia de seguridad es una herramienta fundamental en la prevención del delito.
Los programas que implementan la Secretaría de Educación Pública, la Secretaría de Desarrollo Social y la Secretaría de Salud tienen un gran impacto en la seguridad pública, pues contribuyen a reconstruir el tejido social, a elevar la calidad de vida de las comunidades y a ofrecer alternativas de esparcimiento y desarrollo para los niños y jóvenes.
La práctica de estas acciones se viene realizando en escuelas de la localidad, y hasta se organizan desfiles en las colonias, en donde los estudiantes, sobre todo de primaria –que es la población más vulnerable, portando cartelones o pancartas con mensajes alusivos a la prevención de los delitos y al consumo de las drogas.