MITOS Y OTROS CUENTOS
Por: LIC. JESÚS ARAUJO LÓPEZ
¿ESTOY YO ACASO EN UN LECHO DE ROSAS?
Cuāuhtémōc (náhuatl: cuāuh- 'águila' témōhuia 'descender, bajar'), (1496 – 28 de febrero de 1525) último tlatoani mexica de México-Tenochtitlan. Asumió el poder en 1520, un año antes de la toma de Tenochtitlan por Hernán Cortés y sus tropas, fue sobrino de Moctezuma Xocoyotzi.
Reorganizó el ejército mexica, reconstruyó y fortificó la ciudad para la guerra contra los españoles, pues suponía que éstos regresarían a pelear contra los mexicas. Envió embajadores a todos los pueblos solicitando aliados, disminuyendo sus contribuciones y aun eliminándolas para algunos.
Los españoles regresaron un año después de haber sido expulsados acompañados de más de cien mil aliados, eran mayormente tlaxcaltecas, acérrimos enemigos de los mexicas. Sitiaron Tenochtitlán por 90 días, y el 13 de agosto de 1521, los españoles, que eran comandados por Hernán Cortés, lo capturaron en Tlatelolco.
A Cortés no le interesó en ese momento dar muerte de Cuauhtémoc, pues prefería utilizar ante los mexicas su dignidad de Tlatoani, ahora subsidiaria del emperador Carlos V y del propio Cortés. Así lo hizo con éxito, aprovechando la iniciativa y el poder de Cuauhtémoc para asegurar la colaboración de los mexicas en los trabajos de limpieza y restauración de la ciudad.
Entre los españoles surgió la codicia y puesto que el oro encontrado no era suficiente, comenzaron a idear la forma de obtener más, algunos dijeron que los aztecas habían recuperado el botín y lo habían echado a la laguna o lo habían robado los tlaxcaltecas o bien los propios soldados, ante lo que decidieron “interrogar” a Cuauhtémoc para que confesra.
Según Díaz del Castillo, López de Gómara y las acusaciones hechas a Cortés en su juicio de residencia coinciden en que fueron torturados mojándoles los pies y las manos con aceite y quemándoselos. De acuerdo con Bernal, Cuauhtémoc confesó que cuatro días antes que lo torturaran echaron en la laguna el oro así como los tiros y las escopetas que habían tomado a las tropas de Cortés, y fueron a las casas en que vivían, de donde sacaron de una como alberca grande de agua un sol de oro como el que nos dio Moctezuma.
Se le ha atribuido a Cuauhtémoc -sin respaldo alguno- un estoicismo pleno en ese trance. El libro escrito por López de Gómara refiere que el "señor" que le acompañaba en la tortura le pidió permiso para hablar y cesar el tormento, Cuauhtémoc lo miro con ira y desprecio, respondiendo: «si estaba él en algún deleite o baño». Una novela histórica de Eligio Ancona publicada en 1870 popularizó la variante "¿Estoy yo acaso en un lecho de rosas?".
Los españoles a todos sus súbditos recién conquistados, los convertían al cristianismo, pero a Cuauhtémoc solo lo consiguieron hasta el día que le dieron muerte. El historiador campechano Héctor Pérez Martínez, en su obra “Cuauhtémoc” señala que su nombre católico habría sido el de Hernando de Alvarado Cuauhtémoc; Los conversos recibían el nombre de los padrinos, y Pérez Martínez supone que los de Cuauhtémoc fueron el propio Hernán Cortés y Pedro de Alvarado. otras fuentes citan sólo el de Hernando o Fernando.
Uno de los personajes con mayor reconocimiento es Cuauhtémoc, a quien se le identifica como una figura de la resistencia a los conquistadores, es un héroe nacional. En todos los rincones de México no falta una calle, colonia, escuela, etc., así como incontables monumentos de su figura aunque sólo sea una figura que vive en la imaginación, pero siempre corresponden al coraje y valentía de este gran héroe al pedir la muerte por el puñal de Cortés, o en el tormento, al reclamar estoicismo a sus compañeros de tortura.
Cada 28 de febrero, nuestro lábaro patrio ondea a media asta en todo el país, en señal de luto por la muerte de este gran prócer.
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