jueves, 9 de junio de 2011

PASILLOS DEL PODER

Pasillos del Poder
César Augusto Vázquez Chagoya
www.enlaceveracruz212.com.mx
vazquezchagoya@prodigy.net.mx
7 de JUNIO de 2011

AHORA NOS MANDA LA MAFIA

Como se nota que la calidad de seguridad de los periodistas depende de la geografía.

Los “tundeteclas nacionales” se dan vuelo al decir que el que se meta a periodista debe saber los riesgos que se corren y están en contra de que el estado cree organismos protectores para los periodistas, porque somos como cualquier ciudadano al que el estado le debe asegurar la justicia y la protección.

Estos estelares del periodismo, tal vez sin pedirlo, el estado mexicano los tiene rodeados de guardaespaldas. Viven en la Ciudad de México y hasta puede que también Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno les cuide todo para que no se vayan a romper.

En su forma de pensar, desdeñando el periodismo regional, han llegado al grado de no presionar ni conseguir justica para sus corresponsales en la república. Total que se metieron al periodismo y que se atengan a las consecuencias.

No podríamos hablar de otros estados, pero sí donde nacimos, crecimos y nos formamos profesionalmente. En Veracruz, diga lo que se diga, se supone que los periodistas que laboran en medios de comunicación en las ciudades de Coatzacoalcos, Minatitlán, Acayucan, Veracruz, Xalapa, Córdoba, Orizaba, Martínez de la Torre, Poza Rica y Tuxpan, tienen más seguridad porque se unen y hacen más ruido para que los escuchen los gobiernos, especialmente en Veracruz y Xalapa.

Pero ha resultado que los periodistas muertos desde 1959 con Jorge Salinas Aragón, en Minatitlán, la gran mayoría de los atentados a la vida de los “tundeteclas” se han dado en donde tienen más seguridad.

Hay que destacar que en todo el estado, y más en los municipios no mencionados de los 212 que existen, hay periodismo. Semanarios, diarios pequeños, volantes, etc., demuestran la necesidad de los humanos de comunicarnos con los demás, y más cuando se trata de temas que interesan a la comunidad.

En las agresiones a los periodistas, hasta hace poco, prevalecían las amenazas o muertes por el poder regional o municipal, pero en últimas fechas las agresiones y amenazas provienen del crimen organizado. Y aunque usted no lo crea, de las fuerzas armadas, a quienes tampoco les gusta que les tomen fotos.

En los últimos 6 años en Veracruz, se está dando un fenómeno que atenta contra la libertad de expresión que no lo saben los directores, jefes de redacción o de información de los medios impresos, masivos y electrónicos. Tal vez no lo sepan ni el gobierno ni los encargados de combatir el narcotráfico, porque de seguro habría periodistas en las cárceles.

Es curioso que el crimen organizado ya no tenga que amenazar a cada uno de los periodistas por tomar fotos que no les convenga; que no den conocer información a los medios sobre sus actividades ilícitas; no decir que hay manifestaciones en contra del Ejército que son obviamente manipuladas por el crimen organizado, y menos decir que son presionados y hasta amenazados por compañeros que trabajan para el crimen, ya que son bien pagados y a los demás los tienen callados sólo por el miedo, arma favorita que se está extendiendo lamentablemente en casi todos los sectores de la sociedad.

En pocas palabras, es que en las ciudades donde hay varios medios de comunicación y corresponsales de periódicos nacionales y estatales, hay un coordinador-periodista que sigue las indicaciones de los delincuentes, que comunica a los otros que llevar o no a sus redacciones. Como no hay medios para darles seguridad a todos los periodistas, pues éstos más cuidan su seguridad personal y la de su familia, QUE SERLES FIELES A LOS MEDIOS QUE TRABAJAN. Una pluma no puede con un arma proveniente de la oscuridad.

En las ciudades donde no hay tantos medios, los periodistas saben quién es quién en los pueblos, por lo que se auto regulan y hacen como que no saben a qué se dedican para evitar un atentado a sus personas.

El estado de Veracruz es la entidad que más organismos ha creado para proteger a los periodistas con una fiscalía especializada de delitos contra periodistas en ejercicio de sus funciones, dependiente de la Procuraduría de Justicia del estado, así como la Comisión Estatal para la Defensa de los Periodistas que dirige atinadamente el abogado Gerardo Perdomo, quienes han apoyado a los “tundeteclas” como nunca en la historia.

Como dicen los de la Ciudad de México: ya sabemos a qué le tiramos. Feliz día de la libertad de expresión.



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