Pirámide interactiva, una ofrenda colectiva en Cumbre
Tajín 2012
Durante los cinco días se elaborarán 365 piezas para
colocarse en una maqueta de la Pirámide de los Nichos.
Exitosa oferta de talleres en el día de apertura.
¿Crees que mañana la gente regrese sólo para hacer la
pirámide?, pregunta una de las participantes del taller de Pirámide
interactiva, actividad de las más buscadas de Cumbre Tajín. Los talleristas
recibieron tal cantidad de asistentes que de aceptarlos, la gran pirámide de
metal hubiese sido terminada a las 12:30 de este primer día, sábado 17, y no en
los cinco días que dura el Festival. Lo que confirma la opinión de Tessy Macié,
monitora del taller:“La pirámide interactiva es una tradición tras cinco años
de participación”.
Esta actividad es parte del catálogo de más talleres
del Festival de la Identidad, todos a su máxima capacidad durante este día de
apertura en el Parque Takilhsukut de Papantla, Veracruz.
Los organizadores, provenientes del grupo Titirimundo
Artes Plásticas, son los encargados de explicar y dar el material para realizar
una caja-objeto que se integra a uno de los 365 nichos de la maqueta a escala
de la Pirámide de los Nichos, edificio principal de la zona arqueológica de El
Tajín y centro espiritual del Totonacapan.
“Siempre tenemos mucha gente y queda una obra muy
bella porque todos le ponen su creatividad y ninguna caja es igual a otra. Lo
importante es que de acuerdo a los temas que maneja la Cumbre, queen esta
ocasión, trata la espiritualidad, la gente plasma lo que para ellos esto
significa”.
Efectivamente, la espiritualidad es abordada de
distintas formas, para unos la portada de cierto disco de Pink Floyd da sentido
a su vida, para otros se refleja en aves como colibríes, quetzales o palomas.
Sin importar realmente cómo se considera este tema, “lo bueno es que la gente
expresa lo que piensa”, así lo interpreta Alberto Morales, visitante de
Veracruz y estudiante de la Ingeniería de Sistemas, quien con papeles de
colores, frijoles y pintura, emula la portada de un disco del famoso grupo de
rock.
Para Rosa García, de Poza Rica, la espiritualidad es
un colibrí que “pega” estrellas: su caja-objeto está hecha con estrellas de
papel, plumas y recortes. El colibrí es la suerte, motivo por el cual Rosa,
insiste en la importancia de esa pequeña ave.
La experiencia de la caja-objeto inicia cuando se es
recibido por Tessy, Horacio y Rosy, quienes con enorme sonrisa explican la idea
del taller, señalan el tema a tratar y te ubican en una mesa llena de
materiales de todo tipo. A tu alcance tienes semillas, listones, pinturas,
plumas, velas, confeti, pegamento, recortes, alambre, mecates, hojas de maíz,
etcétera, con los que inicias la aventura…
Con el tema en la mente, la imaginación empieza a fluir:
elegir los colores del listón y de la pintura, el tipo de estrellitas a pegar,
los recortes a utilizar, las semillas a emplear, todo esto en miras de lograr
un nicho que será colocado, previa foto del recuerdo, en la enorme pirámide de
metal.
Codo a codo, los participantes intercambian ideas y
materiales; ofrecen sugerencias o simplemente miran las creaciones que los
rodea.
Para Jessica Galindo, joven de Puebla, la
espiritualidad es representada por una paloma: “ya no encontré recortes y por
eso hice esto que parece paloma, aunque se burlen”, dice orgullosa.
Alberto está por terminar su nicho y a manera de
firma, le coloca una figura de borrego porque “así le dicen”.
Tras haber dejado que la creatividad sea libre, la
caja-objeto queda lista para ser depositada en lo que será su lugar por los
siguientes días.
Tessy es muy enfática al decir que en este tipo de
objetos “cada quien le pone parte de su corazón” y así lo es. A una caja se le
ha dibujado un enorme corazón rojo al fondo, a su lado otras representan
altares, aves u otros símbolos de significación espiritual y todas ellas
conforman una gran ofrenda colectiva, tal como lo considera la tallerista
anfitriona.
Crear, dialogar, reflexionar y compartir son acciones
permanentes en Cumbre Tajín, donde ya inició la primavera espiritual.
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