Ubaldo Alvarez Melchor.
UN GOBIERNO “ DEMOCRÁTICO” QUE RINDE… CUENTOS
El Estado soy yo.
LUIS XVI.
Agotado el efecto soporífero-mediático de la visita de Su Santidad Benedicto XVI y ante el nulo beneficio político-electoral del histórico evento, el calderonismo nos ofreció un inesperado y apresurado mini-informe, en evidente acto anticipado de campaña, violatorio de la ley electoral. “Un gobierno democrático que rinde cuentas” es el concepto con el que se pretendió justificar la desesperación del mandatario al que se le acaba el tiempo y ya no puede recuperar la credibilidad presidencial, que va en vertiginosa picada.
"Hoy me presento ante ustedes con la certeza de que falta mucho por hacer, pero también con la seguridad de que hemos hecho el mayor esfuerzo que se haya visto en México en los últimos años", se atrevió a afirmar Felipe Calderón Hinojosa al iniciar la lectura de su “informe” no pedido; y uno de los revolucionarios de café con los que compartíamos mesa para “arreglar el mundo”, le preguntó al monitor de la tele: “¿Y entonces por qué los rarámuris se estaban muriendo de hambre?”.
Más de diez mil personas, la mayoría acarreadas al viejo estilo priísta, escucharon en el Auditorio Nacional los 18 puntos en los que Calderón delineó las acciones más relevantes de su gobierno, y el resto de los mexicanos se pudo informar a través de una cadena de televisión.
El que llamó más la atención fue el ineludible tema de la inseguridad pública, la violencia y la guerra que el presidente trata de justificar desde hace casi cinco años y medio, mientras cada vez parece más lejana en el tiempo la victoria de las instituciones:
“El próximo presidente, aunque hubiera querido enfrentar a los delincuentes, no habría podido si no se siembra el actual marco jurídico normativo”, dijo Calderón, pero es obvio que quiso decir: “El próximo presidente no podría enfrentar a los delincuentes si no se hubiera sembrado en mi gobierno el actual marco jurídico normativo”. Entre un lapsus y otro, defendió su estrategia y rechazó la autoría de la violencia que ya nos cuesta 60 mil muertos.
Muy pronto se le olvidó a Felipe Calderón lo que dijo Benedicto XVI al arribar a suelo azteca: “… y rezaré especialmente por quienes más lo necesitan, particularmente por los que sufren a causa de antiguas y nuevas realidades, resentimientos y formas de violencia”. Otro revolucionario de café aclara: “la antigua realidad es el gobierno autoritario del PRI de 71 años y la nueva realidad es este gobierno panista”.
La lluvia de auto elogios y de cifras no para y nos informa de un país donde se ha abatido la pobreza, se ha incrementado el crecimiento de la economía con baja inflación, se han creado empleos y se han ampliado los derechos de las mayorías, se han efectuado acciones extraordinarias en materia de salud y se han sentado las bases para construir “la Patria que queremos”.
Las negociaciones a nivel de las cúpulas del PRI y el PAN que hicieron posible la reforma constitucional al Artículo 24 –por 72 votos a favor y 35 en contra- y al Artículo 40 –por 97 a favor, 3 en contra y una abstención- en el Senado de la República para garantizar al mismo tiempo una plena libertad religiosa y el Estado laico, son un adelanto de esa patria que quiere construir Calderón. Afortunadamente ya no podrá “construir” más, porque el tiempo se le acaba y, además, ya es un secreto que una vez concluida su sangrienta gestión, irá a radicar al extranjero.
Al día siguiente, la nueva realidad a la que hizo alusión Su Santidad Benedicto XVI contradice el discurso presidencial:
“Reporta SAT una defraudación fiscal de 45 mil 852 MDP”.
“Dice el Consejo Nacional Agropecuario que está en riesgo la soberanía alimentaria por excesiva importación de productos”.
“Avala TEPJFE negativa del IFE a los doce debates que pedía Andrés Manuel López Obrador”
“En Tijuana, mató a 4 de sus captores y al huir la policía lo acribilló”.
“Localizan en Sinaloa, a 5 personas decapitadas y sin brazos ni piernas”.
“Electorero e irreal el informe de Calderón, consideran sectores”.
“Miente y manipula a la sociedad, advierten senadores priístas y perredistas”.
“Presentan PRI y PRD queja ante el IFE por el evento del Presidente”.
A ver qué otra cosa se les ocurre a los asesores del presidente, porque el próximo uno de septiembre, cuando acuda Calderón a la Cámara de Diputados a entregar el verdadero sexto informe de su gobierno, ya no podrán acomodar la realidad a sus pretensiones retrógradas: el PAN habrá perdido la Presidencia de la República y el PRI –o la izquierda, ¿por qué no?-- deberán emprender la dolorosa tarea de encabezar la reconstrucción nacional.
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