martes, 20 de marzo de 2012

TATRO, MUSICA Y ESPECTACULOS QUE COMPARTEN Y RENUEVAN LA TRADICION


Cumbre Tajín, el hechizo para la infancia
Teatro, música y espectáculos que comparten y renuevan la tradición

¾Es muy bonito, porque así se conoce mucho más gente y mucha más cultura. Es un intercambio de música y géneros, puede uno enseñar son jarocho y la otra persona que viene de otro país nos puede enseñar su música tradicional. El son jarocho es como una hermandad, los jaraneros son muy unidos —dice Josué Daniel Tadeo Laguna, de 19 años, quien está a cargo de la leona en el fandango infantil y se siente muy satisfecho con la respuesta del público ante esta propuesta que fomenta la tradición entre los niños asistentes a Xanatlín, área dedicada especialmente a los niños durante el FestivalCumbre Tajín, llevado a cabo del 17 al 21 de marzo en el Parque Takilhsukut, la zona arqueológica de El Tajín y la ciudad de Papantla, Veracruz.
Es el primer día de la edición 2012, y el Parque Takilhsukut exhibe el esplendor de la cultura anfitriona y reúne artistas de todas las disciplinas. En diferentes escenarios, las danzas tradicionales se entretejen y comparten júbilo, la música de México y el mundo palpita en el corazón del Totonacapan.En Xanatlín, a ritmo de son jarocho, el espectáculo lo hacen los niños para los niños: con quijada de burro en mano, zapateando o percutiendo el cajón peruano, el fandango infantil renueva la tradición de Veracruz.
El espectáculo es dinámico y variado: al bailar la iguana, los niños se tiran al suelo; con el son del toro, el varón imita a este animal y su pareja lo torea; otros sones, como el de la quijada de burro, se acompañan de anécdotas o décimas. Sólo la jarana y la leona están en manos de adultos. Para el último número, cada niño y niña busca pareja entre el público y los suben a zapatear al escenario.
Suena un fragmento de la bamba para que los participantes entren en calor y se familiaricen con el paso. Después, la pieza completa pone a prueba la maestría de locales y foráneos y evidencia el dominio de estos niños de entre 3 y 14 años que tocan, bailan y cantan son jarocho como si fuera lo más natural, y de hecho lo es.
La interacción arriba y abajo del escenario continúa con el siguiente espectáculo: La leyenda de Talimaxcatl o Los doce viejos Tajines. Un narrador va contando la historia y llama gente del público según se requiere. Juanito Talimaxcatl, representado por uno de los más pequeños del Fandango Infantil, es un niño flojo que se porta mal. En diversas circunstancias, el protagonista se mete en problemas hasta tomar en sus manos los poderes del trueno, el rayo y el relámpago y destruir la naturaleza. Los doce dioses Tajines deliberan y lo encierran en el fondo del mar para proteger al mundo. Ésa es la forma en que la tradición Totonaca mira la capacidad de destrucción humana: todos tenemos un Talimaxcatl capaz de destruir, pero mientras trabajemos por mantenerlo en lo más profundo la naturaleza estará a salvo.
Entre los asistentes, locales y foráneos se maravillan por igual: participan, responden, interactúan con lo que ocurre en el escenario. Proveniente de Ecuador, Ricardo Sanipatín comparte su experiencia después de haber zapateado entre los niños y representado a Kiwikgoló, el Dueño del Monte, en La leyenda de los doce tajines:
¾De entrada el zapateado es algo novedoso para nosotros. Uno cuando es de fuera lo ve como que muy lejos y jamás se imagina cómo es. Y desde abajo uno lo ve muy fácil, pero ya que estás arriba y ves todos los ritmos que hacen, dices: “Madre santa, ¡qué es eso!”. Entonces es padrísimo. Y lo del cuentacuentoses maravilloso, es sorprendente. Vaya, te hacen formar parte, te invitan, te acogen dentro de esta cultura tan bonita que tiene Veracruz.
Como el escenario de Xanatlín, el Festival de la Identidad es una experiencia acogedora que invita a participar, la tradición te convoca, la cultura está viva.
¾Se junta el arte, la cultura, las artesanías, las costumbres de cada región y, entre otras cosas, diversiones para jóvenes, conciertos. Sí es algo novedoso, la verdad ¾señala Brian Sanipatín, hermano de Ricardo.
¾Es abrumador, para donde veas te encuentras cultura, por donde camines hay gente bailando, chicos tocando¾comenta Ricardo antes de exclamar que está encantado con el festival.

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