martes, 6 de marzo de 2012

CUIDESE DEL GOLPE DE CALOR


Cuando el calor es excesivo se sufre de una falta importante de líquidos, pérdida de electrolitos (sodio, potasio, cloro) hay elevación de la temperatura corporal y como consecuencia se afecta el funcionamiento de los distintos sistemas orgánicos y nos enfermamos informó José Luis Barradas Velásquez, médico de la Coordinación de Prevención y Atención de la Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Veracruz Norte.

Una de las principales enfermedades causadas por el calor es la deshidratación.  La cantidad de agua necesaria para reponer los líquidos que pierde el cuerpo varía de persona a persona y depende de la temperatura, humedad y del tipo de trabajo, subrayo Barradas Velásquez.

Es importante conocer los síntomas que se producen, pues no siempre la sed es un aviso temprano de estos trastornos, entre las enfermedades y síntomas se encuentran el agotamiento por calor que se produce por sudoración excesiva, palidez, calambres musculares, sensación de agotamiento, mareos o dolores de cabeza, sensación de náuseas o vómito y puede producirse el desmayo.

También el golpe de calor que puede llegar a ser muy grave y es necesaria siempre la asistencia médica, la temperatura corporal es superior a los 39° C, piel roja, caliente y usualmente seca, fuerte dolor de cabeza y mareos, dolor de estómago, estado de confusión o pérdida de la conciencia.

Comentó que todos somos susceptibles de sufrir estos trastornos, aunque hay mecanismos de adaptación al calor dentro de ciertos límites, tienen mayor susceptibilidad personas que no descansan lo suficiente, ni se alimentan adecuadamente; quienes tienen sobrepeso; niños, adultos mayores de 40 años de edad; quienes padecen de presión alta; consumidores en exceso de bebidas alcohólicas;  diabéticos, enfermos crónicos o quienes no siguen las medidas para controlar los efectos del calor.

 Entre las medidas para prevenir los trastornos producidos por el calor se encuentran: ingerir más líquidos independientemente del tipo de actividad, sin esperar estar sediento; evitar el consumo de bebidas cafeinadas, alcohólicas o muy azucaradas; no exponerse al sol demasiado tiempo o en horarios en que los rayos solares lleguen más verticalmente, tener habitaciones ventiladas, de ser posible permanecer en locales con aire acondicionado, reducir la actividad física cuando el calor es excesivo o en locales cerrados.

Así mismo descansar con frecuencia a la sombra, usar ropa ligera, holgada y de colores claros; evitar permanecer en el interior de vehículos estacionados al sol o cerrados, también es importante tener especial cuidado con niños menores de cuatro años;  personas mayores de 65 y enfermos.  De igual manera se deben tener presentes los factores que aumentan la producción de calor (ejercicio físico, fiebre, hipertiroidismo, consumo de drogas u otros productos termogénicos)

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