PUNTO Y COMA
Maestros que dejan huella perenne.
En memoria de Elvia Zúñiga Lázaro1961-2010.
La verdadera vocación educativa
Por Luis González Romero
En la docencia hay diferencias, por ejemplo los de vocación, los que hacen de la educación un apostolado y los que solamente buscan una chamba (cambista), porque la educación no corre por su venas; solamente el interés de tener un ingreso seguro y las prestaciones de ley, o en su defecto de utilizar la carrera para escalar peldaños y colocarse en alguno de los tres niveles de gobierno en donde ganan fabulosos sueldos, además de que salen del magisterio con etiqueta de licencia para seguir cobrando sus cheques de maestros.
En esta ocasión agradezco a Luis Hernández Montalvo que nos ha enviado un excelente trabajo en relación a la vida; mas que a la vida al trabajo educativo de una gran maestra
El nueve de octubre, la noticia de la muerte violenta de la maestra como Elvia Zúñiga Lázaro, cuya muerte enlutó los corazones de un número importante de profesores del país, pero también de estudiantes, de niños y jóvenes, de sus alumnos.
En nuestra opinión, la Educación Pública pierde una maestra ejemplar, responsable con su trabajo y leal a sus principios y convicciones democráticas, impulsora de iniciativas de discusión y participación de los profesores en lo que tiene que ver con su materia de trabajo.
De lo anterior, están sus testimonios como estudiante normalista y como profesora egresada de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros –BENM- y en su permanente búsqueda de superación profesional.
Siguiendo la tradición docente de los educadores de la segunda mitad del siglo XIX y de las primeras cinco décadas del siglo XX, hizo realidad, junto con otros profesores y compañeros, la publicación de la revista “Palabra y realidad del magisterio” y junto con la maestra Gabriela Inclán, escribieron un libro sobre los adolescentes de la secundaria al cual titularon “En Busca de Dragones”, y en las instituciones de Educación Básica y de Formación y Actualización Docente, se multiplico su trabajo y su ejemplo de servicio.
Recién había egresado de la escuela normal, se incorporó al grupo de profesores del Movimiento Revolucionario del Magisterio –MRM-, que dirigía el profesor Othón Salazar Ramírez. Sus tareas eran las de poner en orden el archivo del Movimiento que contenía documentos con más de tres décadas de testimonios de la lucha sindical del magisterio del Distrito Federal y de otras entidades del país, pero también, compartía las responsabilidades de organización y difusión de textos volantes y otras publicaciones de la organización.
Elvia mostraba una inquietud especial en los asuntos gremiales del magisterio, lo hacía desde su militancia en el MRM, al que ingresó desde 1981, pero también desde su participación en su delegación sindical y en la construcción de organismos más amplios como la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y Organizaciones Democráticas del SNTE, la –CNTE-.
Entre 1986-1990, nuestra compañera fue electa comisario de la mutualidad “El Seguro del Maestro”. Su responsabilidad era la de vigilar la buena administración del patrimonio de los profesores del Distrito Federal. A pesar de su corta edad, se desempeñó con diligencia y honradez.
Elvia, en su juvenil entrega a la causa del magisterio democrático, es recordada por su activismo en favor de los damnificados por el sismo de 1985, que dejó a cientos de muertos en la capital del país; desde entonces, su vida profesional, - que no descuidó un solo instante- estuvo consagrada a la enseñanza, pero también a la defensa de los Derechos Humanos, en especial de los niños y jóvenes, los que fueron su preocupación y acogió de manera especial, con celo maternal.
La estatura moral y académica de la maestra Elvia Zúñiga Lázaro, contrasta y empequeñece a los canallas que han convertido a la centenaria y Benemérita Escuela Nacional de Maestros –fundada en 1887-, en un refugio de ladrones con la complicidad de las autoridades educativas del Distrito Federal.
La malograda maestra, defendió el derecho de la comunidad normalista a elegir a sus líderes académicos, frente a la imposición de la burocracia del Comité Ejecutivo Nacional del SNTE, que impone a los directores sin compromiso y sin trayectoria académica, es el caso del señor Gustavo Chávez Quiroz, impuesto como director de la BENM, después de una larga carrera sindical, con más de veinte años comisionado en la sección 10 del SNTE.
El crimen artero y cobarde de esta maestra no debe quedar impune y los encargados de impartir justicia, deben investigar a fondo las causas que motivaron su asesinato.
Pero nada logramos con nuestras lamentaciones, los miembros de la comunidad de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros, deben plantearse, sin mayor demora, la discusión para construir un proyecto que rescate a la BENM de su atraso y abandono, que impulse una nueva visión de dirección institucional que promueva a los mejores, a los más capaces y no a los que se cobijan al amparo del poder de un grupo descalificado para abrogarse la representatividad de los trabajadores en beneficio personal.
Por otra parte, la Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la Educación, -la DGESPE-, debe abandonar su inmovilismo e indiferencia frente al proyecto académico nacional en lo que se refiere a la formación de docentes, pero sobre todo, debe continuar los trabajos para dotar a las escuelas normales del país de bases legales sólidas para rescatar una vía institucional y académica para que las escuelas normales respondan al rango de Instituciones de Educación Superior.
El Programa de Transformación y el Fortalecimiento Académico de las Escuelas Normales, debe ser recuperado de las visiones sectarias y patrimonialistas de las burocracias de la SEP y del SNTE, y la DGESPE debe contribuir en la profundización de la transformación de las escuelas normales.
Esta es la tarea que deja la maestra Elvia Zúñiga, esperamos que muy pronto, los profesores de la BENM, puedan darnos resultados exitosos.
Los profesores hemos perdido a una compañera fraterna, pero nos deja su ejemplo que será recordado por sus compañeros y amigos en un homenaje póstumo el próximo 27 de noviembre, a las 4 de la tarde en el auditorio Lauro Aguirre, de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros. Esperemos que sus compañeros estén a la altura de las circunstancias.
“De su boca oímos, de su vida aprendimos; quien no vive para servir no sirve para vivir” Elvia, nuestra querida compañera nos deja lecciones de vida, y como nos dice Leonardo Boff –La estructura de la vida humana, en cuanto humana, es sacramental. Cuando más se relaciona el ser humano con las cosas del mundo y con los demás seres humanos, más se abre para él el abanico de la significación, de lo simbólico y de lo sacramental. El autor es profesor del Bachillerato General Matutino del Benemérito Instituto Normal del Estado de Puebla. hernandez_luis21@yahoo.com.mx. Muchas gracias maestro por su aportación a esta columnilla y le expresó mis respetos por la forma de señalar muchos puntos importantes relacionados con la educación y de los docentes de entrega y vocación y los oportunistas “casa-chambas”…Por hoy es todo, soy Luis González Romero, mi correo electrónico: notiluis@hotmail.com, hasta pronto.
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