CRÍMENES AMENAZAN ACOTAR LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN
México, D. F., a 28 de mayo de 2009
La Fundación para la Libertad de Expresión (Fundalex) lamenta la agresión sin paralelo hacia los periodistas en los últimos tiempos y manifiesta su indignación por la ineficacia y desatención de los poderes públicos para castigar a los agresores, quienes desde 2000 han incrementado la cifra a 50 muertes tras el homicidio el pasado 26 de mayo de Eliseo Barrón Hernández, reportero policiaco del diario La Opinión Milenio de Torreón.
Este tipo de actos y la total impunidad con que se cometen, sume a México en una espiral que día a día acota la libertad de expresión y amenaza convertir a nuestro país en un pueblo desinformado y sin voces críticas.
En lo que va del año han sido asesinados los periodistas Luis Daniel Méndez Hernández, en el estado de Veracruz; Jean Paul Ibarra Ramírez, en Guerrero y el pasado 3 de mayo Carlos Ortega Samper, también en Durango donde fue secuestrado y posteriormente muerto Barrón Laguna,.
La Fundación para la Libertad de Expresión reitera que el periodismo en México es ya una profesión de alto riesgo, donde la violación a los derechos humanos de los comunicadores tiene una tendencia al alza.
A la vez, la mayoría de los casos se mantienen impunes, precisamente porque la generalidad de ellos está presuntamente relacionada con el poder público y las bandas del crimen organizado.
Los miembros del Consejo Directivo de la Fundación para la Libertad de Expresión hacen un llamado a los poderes públicos de nuestro país y a la sociedad en general para defender este bien público que es la libertad de expresión, como pieza clave en la vida democrática de cualquier Estado-Nación.
Eliseo Barrón Laguna fue hallado muerto en el ejido de Eureka, en Gómez Palacio, Durango, la mañana del martes 26 con claros signos de tortura y varios impactos de arma de fuego.
El periodista dedicado desde hace 11 años a cubrir la fuente policiaca, fue secuestrado cuando se encontraba en su domicilio de la colonia Parque Hundido, municipio de Gómez Palacio, por un comando que destrozó el portón de la puerta principal de la vivienda, ingresó al domicilio y capturó a Barrón por el cabello. Tras darle varios golpes, se lo llevaron en uno de los autos que estaban estacionados afuera de la casa, ante la mirada de su esposa e hijas de 2 y 3 años.
El diario para el que trabajaba recordó que "en los días recientes Eliseo Barrón cubrió la información sobre el conflicto en el interior de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Torreón, de la que fueron cesados 302 policías preventivos por pérdida de la confianza".
Por este motivo y los vehículos utilizados, dos autos de marca Nissan, se cree que los autores del asesinato podrían ser miembros de los cuerpos policiacos denunciados, motivo por el cual la Fundación para la Libertad de Expresión exige a las autoridades de los tres órdenes de gobierno agilidad en las investigaciones para dar con los asesinos y este caso no se sume a las muertes de periodistas que se mantienen impunes.
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