martes, 31 de mayo de 2011

AL QUE MADRUGA DIOS LE AYUDA

AL QUE MADRUGA, DIOS LO AYUDA

Julián Santos Torroella
santostorroella@yahoo.com.mx
México, D.F. 29 de mayo de 2011
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El 26 del actual Ernesto Cordero Arroyo, Secretario de Hacienda, fue destapado como candidato del PAN a la presidencia de la República. La cargada hizo a muchos recordar los mejores tiempos del priismo; ni el presidente Luis Echeverría, que le gustaba mucho madrugar, en sus momentos estelares lo hubiera hecho mejor. Calderón superó con mucho al entonces presidente don Adolfo Ruíz Cortines, cuando sorprendido volteó a su derecha y dijo asombrado a su cercanísimo y fiel acompañante: nos ganaron compadre!
Es por ello que hoy más que nunca, de acuerdo con los analistas, la praxis del PRI se muestra como el eje rector de la cultura política mexicana: los colores y las siglas de los partidos cambian, pero las maneras y los modos son los mismos; el autoritarismo y la imposición son tentaciones a las que los políticos, sean panistas, al igual que los priistas y perredistas, no se pueden resistir.
Los estudiosos de la ciencia política expresan que es legítimo que el Presidente tenga su favorito; todos los gobernantes y políticos tienen sus preferencias; lo que no es aceptable -dicen- es que con su intervención se distorsionen los términos de la competencia interna entre los precandidatos y eventualmente arriesgue a su partido en la elección de 2012.
En fin, la noticia es que el PAN ya tiene candidato presidencial; el que lo dude, que se atenga a los resultados de la elección interna del PAN, en donde, por cierto, el presidente Calderón tiene la mayoría de los votos: ¿qué no fue Calderón dirigente nacional del PAN?
Porque si en el espectro de los aspirantes panistas (léase Josefina Vázquez Mota, Alonso Lujambio, Heriberto Félix, Emilio González, Santiago Creel) piensan que este destape es de a mentiritas, están mucho muy equivocados. En cuanto la maquinaria oficial funcione se verá que Cordero tiene arrastre, y que cuenta con virtudes como candidato atractivo, carismático, con liderazgo y posibilidades reales de atraer votos al PAN; ese es, precisamente, el secretario de Hacienda. Así funciona la cargada, y el presidente Calderón sabe mucho de ello.
Hoy las encuestas profesionales dan como favoritos para competir a Enrique Peña por el PRI, Marcelo Ebrard por el PRD y Ernesto Cordero por el PAN. Ya no hay más.
Apenas la semana anterior decíamos que las evidencias apuntaban en el sentido de que el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero Arroyo, avanzaba con pasos firmes al interior de su partido hacia la candidatura presidencial del PAN para 2012-2018, como lo dejó entrever durante su discurso en la reunión de los delegados federales de la República con el presidente Felipe Calderón. Se sabe que Ernesto Cordero no es un improvisado, ni tampoco un hueso fácil de roer.
La cercanía de Cordero con el presidente Felipe Calderón se deja ver y presumir en los eventos públicos por encima de los otros precandidatos del gabinete. Se dice también que Cordero tiene un fuerte equipo en todas las esferas y niveles:el destacado Senador Alejandro Zapata Perogordo, quien en esto de las elecciones lleva muchos caballos de ventaja; el gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle, que a pesar de su juventud sabe de las adversidades de competir contra el PRI; el secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, que concilia intereses y voluntades todos los días a favor de Cordero y como hábil negociador que es, opera con bajo perfil y tiene en la bolsa a la mayor parte de líderes sindicales y empresarios; asimismo, la diputada federal Josefina Vázquez Mota, que en realidad suma votos todos los días para la causa de Ernesto Cordero; Josefina, aún y cuando ella diga lo contrario, hoy en día es una pieza clave que pudiera operar como coordinadora de la campaña de Cordero. Asimismo el diputado federal veracruzano José Francisco Yunes Zorrilla, también suma también votos para Ernesto Cordero y mantiene vínculos con operadores de distintos partidos políticos. Por si algo faltara o faltase, hay que sumar a este compacto pero potente equipo a los cerca de 1,800 delegadosdel gobierno federal en toda la República.
En síntesis, dicen los experimentados analistas, el presidente Calderón, sin aspavientos, ya tiene candidato presidenciable, con un equipo lo suficientemente armado para ganar en la elección presidencial de 2012.
Veremos, dijo un ciego.

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