miércoles, 17 de diciembre de 2008

OBESIDAD, TABO Y ALCOHOL SON UN RIESGO PARA LA SALUD, ADVIERTE EL IMSS



ADVIERTE EL IMSS SOBRE LOS RIESGOS DEL TRÍO
OBESIDAD, TABACO Y ALCOHOL

El cigarrillo contiene más de 400 sustancias tóxicas.

Las enfermedades hepáticas por bebidas etílicas ocupan el cuarto lugar de muertes en edad productiva.

En el país más del 65 por ciento de la población mayor de 20 años tiene sobrepeso u obesidad; a causa del consumo de tabaco, fallecen cerca de 60 mil personas anualmente y las enfermedades del hígado originadas por el consumo de bebidas etílicas representan la cuarta causa de muerte en la edad productiva señalan médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

La doctora María Eugenia Velasco Contreras, coordinadora médica de Programas de la Unidad de Salud Pública del Instituto, mencionó que el tabaquismo acelera el daño en el flujo del torrente sanguíneo al generar una constricción arterial que trastorna la llegada de oxígeno a las células del corazón y cerebro,

En general, detalló, el humo de cigarro que entra por los pulmones a la sangre contiene cerca de 4 mil 722 sustancias, de las cuales 400 son tóxicas, 45 cancerígenas y 12 son gases mortales.

Para atender este problema de adicción y los padecimientos que origina, el Instituto cuenta con Clínicas especializadas en tabaquismo, donde se brindan terapias psicológicas y se prescriben ansiolíticos y fármacos con dosis de nicotina para ayudar al paciente a abandonar paulatinamente el cigarrillo.

La doctora Velasco Contreras, refirió que la obesidad es un factor de riesgo para presentar daño arterial y sus secuelas: afecciones al corazón, cerebro, riñones e hígado. El perjuicio a las arterias ocasiona aumento de la presión sanguínea debido al exceso de grasa en la sangre, glucosa y ácido úrico.


La especialista indicó que esta situación causa formación de coágulos sanguíneos que se manifiesta en infartos agudos del corazón o cerebro, insuficiencia renal o hepática, principalmente en personas que tienen obesidad central, es decir, en el abdomen.

Cabe señalar que desde hace 15 años, aproximadamente, el cambio en el estilo de vida de la población, favoreciendo el sedentarismo y los malos hábitos alimenticios, ocasionó la aparición de patologías crónico-degenerativas como el sobrepeso y la obesidad, que han incrementado las enfermedades cardiovasculares.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año 18 millones de personas pierden la vida por esta afección y 80 por ciento de los casos se reportan en naciones en vías de desarrollo. A nivel internacional, el 12.7 por ciento de los decesos registrados son por cardiopatía isquémica.

Por otra parte, el consumo de bebidas etílicas en un individuo con obesidad obstaculiza el apego a un plan de alimentación saludable; pero si además come compulsivamente, corre el riesgo de beber también en forma excesiva.

Al respecto, la doctora Margarita Dehesa Violante, jefa del Servicio de Gastroenterología del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI del IMSS, comentó que los trastornos del hígado ocasionados por el consumo de bebidas etílicas constituyen actualmente la cuarta causa de muerte entre las personas en edad productiva, de los 15 a 64 años de edad.

Para evaluar un eventual daño a este órgano, el Seguro Social realiza un estudio conocido como biometría hemática por medio del cual se detecta una posible hepatitis alcohólica (inflamación del hígado).

Las bebidas etílicas, abundó, pueden ser consideradas como elementos tóxicos directos para el sistema hepático. Si el paciente con hepatitis continúa bebiendo, se forma una cicatriz en la glándula y se puede desarrollar cirrosis.

La gastroenterólogo del Instituto apuntó que si la persona con estos problemas además tiene obesidad, el daño al hígado o al páncreas será severo.

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