jueves, 25 de diciembre de 2008

COMPRAS DE PANICO EL PASADO 24


25/12/08…..compras

De última hora

COMPRAS DE PANICO EL 24

Caos vehicular y abuso de los taxistas

Por Luis González Romero

Poza Rica, Ver.- Los mercados, las tiendas departamentales, venta de juguetes, ropa, calzado, regalos, boutiques, alimentos, en fin todo los establecimientos comerciales de la ciudad se vieron abarrotados por una gran cantidad de personas que realizaron compras de pánico de última hora para preparar la cena de nochebuena y para los regalos de Santa.

Lo anterior fue motivo de que hubiese aglomeraciones, filas en las cajas para pagar; bueno había fila hasta para comprar los cacahuates para las piñatas, las tortillas, los pollos rostizado, la carne; en fin, fue la locura en esta ciudad, tanto en el centro como en las tiendas que se ubican allá por el kilómetro 47 de la carretera a Cazones y en los tianguis del mismo rumbo, por donde miles y miles de personas desfilaron para hacer sus compras.

La vialidad fue otro problema por la gran cantidad de vehículos que circulaban por calles y avenidas, y como no existen espacios para el estacionamiento, lo tenían que hacer en doble fila, complicando más las cosas con el paso de taxis y autobuses del transporte urbano, tornándose en momentos desesperantes para muchos que trataban de transitar más rápido; pero incluso para los peatones era un problema y riesgo cruzar las calles y avenidas, porque los conductores se olvidan que el viandante tiene prioridad.

Las personas que no tienen vehiculo también enfrentaron una situación complicada, ya que los taxistas impusieron sus condiciones y hasta las tarifas, muy por encima de lo que se puede considerar normal, pues al parecer ninguna autoridad los regula, hacen lo que quieren, el usuario no tienen con quien o a donde presentar su queja y por lo mismo tienen que pagar la tarifa que el chofer diga; aunque cabe reconocer que muchos fueron consientes y justos en el cobro, además de atentos como servidores públicos; en tanto que otros actúan arbitrarios, prepotentes y hasta patanes en este pueblo sin ley, en donde cada quien hace lo que quiere.

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