UN POCO MAS DE LOS ORIGENES DE POZA RICA

Un poco más de los orígenes de Poza Rica
La extinción de la comunidad de indígenas

Por Luis González Romero

Poza Rica, Ver.- Sobre los orígenes de Poza Rica existen diversas y encontradas versiones, sin embargo como resultado de las investigaciones realizadas en 2011 se han localizado documentos que arrojan certeza sobre los orígenes y la historia de la región y de lo que ahora es el municipio y gran ciudad, echando por tierra otras hipótesis de escritores que platican a su manera lo que les han contado algunos personajes; pero que no se sustentan en documentos.

Poza Rica y Poza de Cuero para el último tercio del siglo XIX, aún formaban parte de las tierras de los indígenas de Coatzintla y fue por esos años cuando en el Totonacapan se comenzó a realizar la desamortización de los terrenos de los pueblos originales, aplicando las leyes promovidas por los políticos liberales, cuya figura más destacada es Benito Juárez.
No obstante haberse emitido la ley respectiva en 1856, La división de terrenos en el Cantón de Papantla, al que pertenecía Coatzintla, encontró oposición por parte de los indígenas, por lo que se crearon los condueñazgos, una figura legal que permitía a los campesinos ser propietarios, entre todos, de cada uno de los grandes lotes en lo que fueron fraccionadas sus tierras. Dicho sea que todos eran dueños, pero nadie tenía un documento que les acreditara la propiedad.
El paso siguiente fue dividir esos grandes en fracciones más pequeñas y distribuirlas entre los miembros de las comunidades y en general entre quienes reclamaran dichas tierras, pues mestizos e incluso extranjeros, también se hicieron de parcelas, bien en el periodo de los condueñazgos, comprando acciones, bien durante el reparto individual.
En el municipio de Coatzintla se realizó en 1876 la división de los terrenos de la comunidad de indígenas, resultando de ello los grandes lotes entre los que estaban el Número 3 Poza Rica y el número 4 Poza de Cuero. En el caso de Poza Rica esta extensión de tierra se adjudicó a 75 condueños o accionistas y en el caso de Poza de Cuero fueron 58 los condueños.
La intención era, seguramente, explotar las tierras con una visión capitalista pues a los ojos de los liberales, las tierras de los indígenas eran ociosas. Los indígenas cultivaban para el autoconsumo.
Además para aquellos años el comercio de vainilla, y posteriormente de chicle de la región hacia los Estados Unidos y Europa, había creado una clase capitalista, con base en Papantla, Gutiérrez Zamora y Tuxpan, que ansiaba ampliar sus dominios para aumentar la producción agrícola y con ello realizar su propia mercadotecnia.
Es probable que esta situación haya influido en la desaparición de los condueñazgos, así que se inició el reparto individual de los lotes, para ello el gobernador del estado Teodoro Dehesa, a petición del jefe político del Cantón de Papantla solicitó la intervención de una brigada de ingenieros militares para que realizaran el deslinde, todos los datos anteriores sustentados en documentos que se encuentran en poder del ayuntamiento y que Luis Navarro Arteaga ha logrado una compilación que acercan a la realidad. Dicha comisión estaba encabezada por el Coronel Victoriano Huerta, quien deslindó varios lotes en la región, entre ellos Cazones y Migueles, pero por disposiciones del presidente de la república, Porfirio Díaz, el grupo castrense debió abandonar el cantón de Papantla debido a las protestas de los indígenas.
La tarea de los militares la concluyó , pero fue retomada por un grupo encabezado por Ignacio Muñoz, este equipo realizó el reparto de fracciones individuales en los lotes que seis décadas después formarían el municipio libre de Poza Rica : el lote Tres, Poza Rica y el Cuatro, Poza de Cuero. Fue hasta el 19 de junio de 1896, cuando una vez concluido el reparto individual, el Ayuntamiento de Coatzintla, encabezado por el alcalde Jacinto Benavides, entregó los títulos de Poza Rica y Poza de Cuero a todos aquellos que habían reclamado para sí dichas tierras.
En el caso de Poza Rica, el 22 de junio se asentó en el Registro Público de la Propiedad de Papantla, el primer título de la fracción 1, que se adjudicó a Leonardo y Cornelio Reyes quienes recibieron 80 hectáreas, cuatro áreas, treinta y siete metros cuadrados. El terreno fue valorado en 400 pesos según se asienta en el acta 228 del libro de 1896 del Registro Público de la Propiedad de Papantla.
En esa misma fecha se asentaron los títulos de propiedad de las fracciones 2, adjudicada a herederos de Santos Chino (Acta229); de Pascual Isidro (Acta 230). En los días subsiguientes se asentaron los títulos del resto de los propietarios del lote 3 Poza Rica.