martes, 31 de enero de 2012

MITOS Y OTROS CUENTOS

MITOS Y OTROS CUENTOS
Por: Lic. Jesús Araujo López
Y SIN EMBARGO SE MUEVE

La curiosidad del hombre le ha acompañado desde su aparición en la faz de la tierra, esas ansias por explicar cada uno de los fenómenos naturales y dar una respuesta lógica que satisfaga todas las interrogantes que a la misma se propongan; una de ellas es la que tiene que ver con la idea de que la tierra era el centro del universo “Teoría Geocentrista”, misma que por cuestiones religiosas imperó durante largo tiempo hasta que finalmente se impuso la razón, que apoyada en pruebas y argumentos determinó que debía prevalecer la idea de que la Tierra giraba alrededor del Sol “Teoría Heliocentrista”, la cual es más vieja de lo que algunos pensamos y que como nos ha sucedido, tenemos tal vez una concepción errónea al respecto.
El primero en realizar estudios que revelaban que la tierra no era el centro del Universo fue ARISTARCO DE SAMOS, (310 a. C. - 230 a. C.), astrónomo y matemático griego, propuso lo que hoy conocemos como modelo heliocéntrico del Sistema Solar, colocando el Sol, y no la Tierra, en el centro del universo conocido. Teoría que le enfrentaba con Aristóteles quien con sus estudios proponía que la Tierra era el centro del universo y los planetas, el Sol, la Luna y las estrellas se encontraban en esferas fijas que giraban en torno a la Tierra.
Pocos siguieron las ideas de Aristarco, uno de ellos el astrónomo babilonio Seleuco, que vivió un siglo después de Aristarco y que retomó la teoría heliocéntrica con bases argumentadas. La hipótesis de Aristarco de que la Tierra gira alrededor del Sol era, correcta, pero empleando los mejores instrumentos para observar las estrellas, el paralaje anual no pudo ser descubierto hasta 1838, con las investigaciones de Bessel.
Otro astrónomo que enarbola la Teoría Heliocentrista es NICOLÁS COPÉRNICO, (1473 –1543), su libro, De revolutionibus orbium coelestium (de las revoluciones de las esferas celestes), es considerado como el fundador de la astronomía moderna y pieza clave en la Revolución Científica en la época del Renacimiento. 25 años de trabajo tuvieron como fruto el desarrollo del modelo heliocéntrico del universo. Siendo rechazado muy especialmente porque venía a revolucionar las creencias existentes, las ideas principales de su teoría eran:
- Los movimientos celestes son uniformes, eternos, y circulares o compuestos de diversos ciclos (epiciclos).
- El centro del universo se encuentra cerca del Sol.
- Orbitando alrededor del Sol, en orden, se encuentran Mercurio, Venus, la Tierra y la Luna, Marte, Júpiter, Saturno. (Aún no se conocían Urano y Neptuno.)
- Las estrellas son objetos distantes que permanecen fijos y por lo tanto no orbitan alrededor del Sol.
- La Tierra tiene tres movimientos: la rotación diaria, la revolución anual, y la inclinación anual de su eje.
- El movimiento retrógrado de los planetas es explicado por el movimiento de la Tierra.
- La distancia de la Tierra al Sol es pequeña comparada con la distancia a las estrellas.
Estas ideas por supuesto, representaban una ruptura con la doctrina religiosa medieval, era desechar la concepción de un cosmos cerrado y jerarquizado, con el hombre como centro, por un universo homogéneo e indeterminado (y a la postre incluso infinito), situado alrededor del Sol. Se piensa que esto hizo dudar a Copérnico de publicar su obra, siendo consciente de que aquello le podía acarrear problemas con la Iglesia; una enfermedad cegó sin que pudiera ver publicada su obra.
GALILEO GALILEI (15644 - 16421), astrónomo, filósofo, matemático y físico italiano, gran hombre del Renacimiento realizó importantes observaciones astronómicas, tan asì que es considerado como el “padre de la astronomía moderna”, el “padre de la física moderna” y el “padre de la ciencia”. Para Galileo, Júpiter y sus satélites son un modelo del Sistema Solar. Por lo que apoyado en ellos busca demostrar que las órbitas de cristal de Aristóteles no existen y que todos los cuerpos celestes no giran alrededor de la Tierra, a la vez realiza correcciones a algunos seguidores de Copérnico quienes enarbolaban la idea de que todos los cuerpos celestes giraban alrededor del Sol.
La Teoría heliocéntrica expuesta por Galileo se basó en datos extraídos de sus observaciones experimentales mismas que demostraban la validez de sus argumentos. En su contra se argumenta que no demostró el movimiento de la Tierra. Obviamente los partidarios de la teoría geocéntrica se convierten en sus grandes enemigos quienes no pueden permitirse el ver su ciencia puesta en cuestión muy especialmente porque se apoyan en el prestigio de Aristóteles.
La observaciones de Galileo fueron confirmadas por el Colegio Romano, por lo que los ataques cambiaron de naturaleza apuntado hacia la religión, así Ludovico Delle Combe, se pregunta si Galileo ha interpretado la Biblia según sus teorías ya que en el Salmo 93:1 se da a entender una cosmología geocéntrica: “Tú has fijado la Tierra firme e inmóvil.” Ordenándose a la Inquisición una investigación discreta sobre Galileo a partir de junio de 1611.
Galileo publica Dialogo sopra i due massimi sistemi del mondo, tolemaico e copernicano; donde confronta los puntos de vista aristotélicos defendidos por Simplicio con los de la nueva astronomía cuya defensa realizaba Salviati, en forma de diálogo moderado por la bona mens de Sagredo, obra de poca calidad ya que aportaba, como prueba del movimiento de la Tierra, una explicación falsa de las mareas, la inferioridad de la defensa de Simplicio ante Salviati era tal que el Santo Oficio no dudó en abrirle un proceso a Galileo, mismo que se inició el 12 de abril de 1633, terminándose con condena a muerte si no se retractaba de que la Tierra no giraba alrededor del Sol sino al revés, cosa que realizó y su condena se cambió a prisión perpetua, pese a la renuncia de Galileo a defenderse y a su retractación formal.
Señala la tradición que al momento de abjurar ante el Tribunal de la Santa Inquisición la Teoría Heliocéntrica GALILEO GALILEI, entre dientes murmuró: “Y SIN EMBARGO SE MUEVE.”

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