miércoles, 10 de agosto de 2011

TRATAMIENTOS PERSONALIZADOS A PERSONAS CON PARALISIS FACIAL


BRINDA IMSS TRATAMIENTOS PERSONALIZADOS
A PACIENTES CON PARÁLISIS FACIAL

• Médicos recomiendan no descuidar infecciones virales, para no lesionar el nervio facial

• EI Instituto apoya a pacientes con parálisis facial con terapias de rehabilitación


Atender las infecciones por virus del Herpes Zóster (enfermedad que se manifiesta a través de ampollas dolorosas en la piel), del oído (otitis media) y de la garganta (rinofaringitis), así como evitar cambios bruscos de temperatura y golpes en el oído son recomendaciones de los especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para prevenir la parálisis facial.

Se trata de una enfermedad que tiene múltiples causas. Cuando se afecta el nervio facial, el rostro del paciente se jala hacia el lado sano (asimetría facial), se paraliza y provoca incapacidad para cerrar el ojo, lagrimeo y, en ocasiones, pérdida del sentido del gusto.

El doctor Luis García Muñoz, neurocirujano adscrito al Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI, pidió no minimizar o descuidar el dolor de oído y acudir al médico familiar u otorrinolaringólogo para descartar infecciones agudas y crónicas, que de no ser tratadas a tiempo, pueden progresar y lesionar el nervio facial, lo que desencadena en parálisis.

Añadió que en caso de confirmarse una otitis media, debe acudirse con el especialista para controlar el padecimiento y no se vuelva crónico. Si daña el hueso temporal --próximo al conducto del nervio facial--, lo destruirá y producirá parálisis.

Para ello, recomendó evitar los cambios súbitos de temperatura, porque afectan las pequeñas arterias del nervio facial, que al pasar de un sitio cálido a uno frío, se cierran y ocasionan la pérdida de la función del nervio.

Otra causa de parálisis facial, refirió el neurocirujano del CMN Siglo XXI, es el traumatismo en la región del hueso temporal, por lo que quienes practican deportes extremos tienen riesgo de presentarla, si se lesiona el conducto óseo por el que pasa el nervio.

El doctor García Muñoz dijo que la mayoría de las parálisis faciales son idiopáticas (que no tienen una causa aparente), y se relacionan en la mayoría de los casos con la presencia de virus; afecta a niños y adultos de ambos sexos, y se autolimita (desaparece por sí sola) en un lapso de tres a cuatro semanas.

El especialista del Seguro Social detalló que si bien la mayoría de los casos de parálisis facial son de causa benigna, siempre hay que estar alerta y no tomarlos a la ligera, ya que también los tumores intracraneales (neurinomas) producen parálisis facial.

En estos casos, anotó, se presenta de manera lenta, gradual y se acompaña de pérdida paulatina de la audición y del sentido del gusto, así como de vértigos y alteraciones en el equilibrio.

Los neurinomas afectan a ambos sexos entre los 30 y 60 años de edad. Como medida de precaución, siempre deberá realizarse un estudio de imagen cerebral, como la tomografía o la resonancia magnética.

En el Instituto Mexicano del Seguro Social se brinda atención a los pacientes con parálisis facial en las Unidades Médico Familiar. De ser necesario, son derivados a los Hospitales Generales de Zona o Regionales, para realizarles estudios de imagen cerebral y descartar tumores u otras causas, ante lo cual se procederá con el tratamiento respectivo.

Si se descarta enfermedad tumoral y la parálisis no se recupera, se indican estudios para determinar la función del nervio facial en Hospitales de Tercer Nivel. De confirmarse que un tumor intracraneal es la causa de la parálisis facial, el paciente se refiere al Servicio de Neurocirugía.

Además, el Seguro Social cuenta con Unidades de Medicina Física y Rehabilitación, donde un equipo de médicos terapistas indica ejercicios faciales y estimulación eléctrica, para que el nervio se mantenga funcional y acelere su recuperación.

Asimismo, se tiene apoyo del Servicio de Cirugía Plástica y Reconstructiva para dar forma y simetría a la cara, cuando la parálisis es permanente, para mejorar la autoestima del paciente.

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