Se solicita la más amplia difusión:
La comunidad académica y de periodistas
independientes de Veracruz está haciendo circular este texto. Ojalá nos puedas
ayudar a difundirlo:
En honor a Regina Martínez y en exigencia del esclarecimiento de su asesinato.
El cobarde asesinato de la valiente periodista Regina Martínez en Jalapa, Veracruz, es una afrenta intolerable al gremio periodístico de México y de Veracruz, a la libertad de expresión y a la lucha por la democratización de los medios de comunicación en nuestro país.
Regina había sido por
casi 30 años ejemplo de autonomía
de pensamiento, capacidad de resistencia a la corrupción y a las
amenazas de la clase política, y de valor civil a toda prueba, en un estado, el
de Veracruz, donde brilla por su ausencia la libertad de expresión y prevalecen
los más primitivos métodos de control de la labor periodística.
El trabajo de Regina era casi heroico en
una entidad donde el pensamiento crítico carece de espacios y donde el gremio
periodístico viene sufriendo, in crecendo, agresiones que han hecho de la
profesión un ejercicio de alto riesgo.
Desde las páginas del periódico Política, y de las corresponsalías de La Jornada, en el pasado, y de Proceso, en la actualidad, Regina fue casi la única voz discordante en el monótono concierto de loas al gobierno estatal y control absoluto de la información que han caracterizado a los gobiernos priístas desde hace años. Por eso su asesinato es un mensaje ominoso a quienes aun tratan de conservar los mínimos espacios críticos autorizados y los escasos espacios de autonomía de opinión disponibles en la entidad.
Exigimos la inmediata aclaración de este terrible asesinato, el peor de todos los ocurridos contra el gremio periodístico veracruzano por sus obvias connotaciones políticas.
La impunidad en que permanecen los demás
asesinatos y agresiones de
periodistas en Veracruz sigue hasta la fecha demostrando la
incapacidad o el desinterés, o ambas cosas, del gobierno estatal en la tarea de
resolver crímenes contra un gremio cuya seguridad es central para la vida
democrática. No puede ni debe ser
el caso del asesinato de Regina.
Dejar en la impunidad
este asesinato equivale a la apertura oficial, aun antes de la restauración
priísta, del reino del más rancio autoritarismo político.
Honor a Regina Martínez, cuya vida fue ejemplo de congruencia profesional y compromiso con la verdad.
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