La hemofilia
es una enfermedad que no se adquiere o se contrae como la gripe o cualquier
otra infección o enfermedad, por un accidente traumático; se trata de una
enfermedad que se hereda, se trasmite de padres a hijos y sucesivas
generaciones.
Es un
desorden genético en la coagulación, el cual afecta a uno de cada 5 mil varones
nacidos vivos; ellos carecen o no cuentan con la cantidad suficiente de uno de
los factores de coagulación encontrados habitualmente en la sangre. Esta
enfermedad afecta exclusivamente a los hombres, mientras que la mujer solo es
portadora, informó Jose Luis Barradas
Velásquez, médico de la coordinación de Prevención y Atención a la Salud del
Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Veracruz Norte.
Se
manifiesta con sangrados exagerados que no concuerdan con la intensidad de
traumatismo sufrido por la persona, y pueden ocurrir en articulaciones
principalmente, aunque también suelen manifestarse como hematomas muy
pronunciados en diferentes partes de organismo.
La mayoría
de las portadoras no tienen síntomas, algunas tienen tendencia a desarrollar
moretones, o podrían tener pérdida excesiva de sangre durante la menstruación,
cirugías, accidentes o tratamiento dental.
Para
diagnosticar este padecimiento se toman en cuenta antecedentes familiares y se
realizan pruebas sanguíneas a raíz de síntomas de falta de coagulación.
Indico que
los pacientes hemofílicos deben evitar cualquier tipo de traumatismo, por lo
que es recomendable no practicar deportes de contacto y realizar actividad
física moderada que permita mantener flexibilidad en músculos y
articulaciones.
Entre los
deportes recomendados a personas hemofílicas, mencionó: natación y bicicleta estacionaria.
A pacientes
con esta enfermedad se les recomienda que, en caso de hemorragia, no consuman
aspirinas (ya que prolongan el sangrado), no dar masajes, evitar inyecciones
intramusculares no enyesar completamente y atenderse inmediatamente en algún
hospital.
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