sábado, 21 de abril de 2012

DIARIO DE UN REPORTERO


Diario de un reportero

*El periodismo sale del clóset en Veracruz
*Están con el político o con el ciudadano…
*El reportero incómodo para los que mandan

Luis Velázquez
21 de abril de 2012

DOMINGO
¿De qué lado está el periodista?

Hay un momento, entre más pronto mejor, cuando el reportero necesita definir su camino ante la vida, los hechos y las circunstancias.
Si está, por ejemplo, del lado de los ricos y los pudientes, o está del lado de los pobres, jodidos y miserables.
Si está del lado del político y el funcionario, o si está del lado de los campesinos, indígenas, trabajadores, mujeres, clase media y clase baja.
Si su pluma está para tirar agua bendita al paso del político, o si por el contrario, su palabra está para denunciar la desigualdad social y económica, política y cultural.
Si su tecleada en la computadora está para publicar los boletines de prensa con su nombre, o si en contraparte, está para rastrear los hechos que el político suele ocultar por naturaleza.
Si en cada nuevo amanecer se levanta para ponerse al servicio del político que lo maicea, o si por el contrario, en cada nuevo día sale a la calle a reportear el país y el Veracruz miserable que vivimos, poblado de injusticias.
Si su condición periodística está para creer a ciegas en el discurso del político y del funcionario, o si en contraparte, está hecho para cuestionar, evidenciar, escudriñar, dudar de todas y cada una de las palabras del político en el discurso oficial, en la rueda de prensa, en el anuncio de las obras que algún día, pronto, quizá, construirán.
Así, cada reportero elige con libertad su camino.
Y por la ruta preferida, camina sin dudar, sin echar marcha atrás.

LUNES
Halagar al político en turno

En todas las ciudades del mundo hay reporteros que suelen reunirse en el cafecito para esperar, frente a la taza humeante, la canilla, la llegada del político que por voluntad propia arriba al sitio para ser entrevistado.
Allí, el reportero arriesga y expone la vida en el aire acondicionado, metiendo su grabadora en la boca del político y/o del funcionario, y en donde por lo regular las preguntas son tibias, insulsas, intrascendentes, la frívola declaración que lleva a una enfermedad incurable llamada declaracionitis, donde el reportero pregunta de todo y el político contesta de todo, como si fuera un todólogo.
Luego, se llega a lo siguiente: de manera cíclica los reporteros se van turnado y cada uno redacta por día la transcripción de la entrevista y la reparte, vía internet, a los demás, pues, ya se sabe, se aplica la ley del menor esfuerzo.
Hubo un tiempo (se ignora si priva todavía) cuando un grupo de tres, cuatro reporteros decidieron trabajar como cooperativa, y hacia el mediodía, intercambiaban sus 4, 5 notas.
Entonces, llegaban a la redacción y reportaban al jefe de Información que tenían veinte notas reporteadas en vivo y a todo color, como si fueran robots del periodismo, fábricas procesadoras de boletines.
Es el periodismo de hoy. La prensa escriba, hablada y digital presentando las mismas notas, con los mismos políticos, en una competencia descarnada para ver quién halaga mejor, y de forma satisfactoria, al político en turno.

MARTES
El reportero en medio de dos caminos

De todo, pues, expresa el dicho popular, hay en la viña del señor.
Sin embargo, hay más, muchos más reporteros que se desviven por lograr una entrevista exclusiva con el alcalde, el gobernador, el secretario del gabinete, el Presidente de la República, el líder del partido político, etcétera.
Pocos, menos de cinco, apuestan al periodismo que antes se le llamaba el periodismo marginal.
El periodismo habitado por el millón de indígenas en las siete regiones montañosas de Veracruz.   
El periodismo donde la pluma gira alrededor de los 900 mil analfabetas de 15 años en adelante que no saben leer ni escribir.
El periodismo de los millones de paisanos de Veracruz migrantes en Estados Unidos y la frontera norte, y en donde ocupan lugar privilegiado las mujeres migrantes que en el otro lado son prostituidas y obligadas por los tratantes de blancas a cien actos sexuales sólo el fin de semana.
El periodismo que va registrando a la fecha más de 5 mil feminicidios, en que se incluyen las mujeres desaparecidas en una lista interminable de injusticia social.
El periodismo de los 450 mil jefes de familia que viven del changarro en la vía pública, removidos a cada rato por la autoridad municipal, con todo y policías represivos por delante.
El periodismo que narra las historias de los miles de desempleados de norte a sur de Veracruz y que también necesitan un reportero para ser escuchados en la cúpula del poder político.
Detrás de cada mujer secuestrada y asesinada, de cada migrante sepultado en una fosa clandestina, de cada analfabeta, de cada desempleado, de cada familia en la orfandad, existe una historia que contar.
Pero el grueso de los reporteros alcanza la plenitud cuando logran una entrevista con el político del momento.

MIÉRCOLES
El periodista incómodo

Si el reportero se tira al piso para que el político pase, entonces, en automático, y por añadidura, el trabajador de la información tiene abiertas las puertas al cielo.
Y el cielo significa, además de estar cerca del político, disfrutar las mieles del poder.
Subsidio mensual, jugosos convenios, viajes al extranjero solo y con la familia, terrenos, casas, autos, ranchos, edificios, y, claro, exclusivas periodísticas.
Si el reportero se vuelve un crítico, entonces, si está mal con Dios, está mal con los secretarios del gabinete.
Y si Dios lo sataniza, los ángeles y querubines por añadidura.
De acuerdo con la historia, el político actúa de la siguiente manera: uno. La cooptación, basada en el principio de Porfirio Díaz de maicear a la prensa para silenciarla.
Dos. La intimidación, primero con él y luego, con la familia.
Tres. El secuestro de un familiar cercano para intimidar más.
Cuatro. El retiro de la publicidad política.
Cinco. El bloqueo de la publicidad comercial.
Seis. El bloqueo de los voceadores.
Siete. Una auditoría fiscal perra, perrísima, donde el directivo periodístico, el reportero, puede terminar en la cárcel por simplezas en el pago de impuestos.
Ocho. Un accidente automovilístico donde el reportero pierde la vida.
Nueve. Un corto-circuito en el periódico en la madrugada, de tal forma que el edificio y las oficinas y el equipo se incendian.
Diez. El exilio.
Porfirio Díaz encarceló 41 veces a Ricardo Flores Magón y 36 veces a Filomeno Mata, el director y gerente del combativo periódico ‘’El diario del hogar’’, donde, incluso, Flores Magón imprimía ‘’Regeneración’’.
Gustavo Díaz Ordaz ordenó incendiar los talleres y las oficinas de la revista Por qué?, de Mario Menéndez Rodríguez, a quien exiliara en Cuba.
¿De qué lado, pues, está cada reportero?

JUEVES
El periodismo que vive del embute

Según el Plan Estatal de Desarrollo 2011-2016, en Veracruz hay 105 periódicos y revistas, más 50 periódicos digitales, más estaciones de radio y televisión con programas noticiosos.
Y todos viven. Y la mayoría vive bien. Muy bien.
¿De qué viven, de qué subsisten?
Uno. Si los medios escritos viven del ingreso de la circulación y de la publicidad política y comercial, bastaría revisar el tiraje y la devolución de cada día y el lineaje publicitario para determinar si en verdad son negocios autosuficientes.
Dos. Si la radio y la tele viven del raiting, habría de revisar el lineaje publicitario que manejan para determinar si son autosuficientes.
Hipótesis única: la mayoría de los medios vive del embute y el subsidio mensual otorgado por los presidentes municipales, el gobierno del estado, los diputados locales y federales y los partidos políticos a cambio de tirar agua bendita al paso de cada político que firma el convenio escrito y/o acepta el convenio verbal, sin recibo de por medio, para evadir el fisco.
Son pocos, menos, mucho menos de los dedos de una mano, los medios que en Veracruz (y en el resto del país) tienen autonomía económica e independencia económica y política para vivir de ingresos propios.

VIERNES
El periodismo sale del clóset en Veracruz

Si se revisa de norte a sur de Veracruz la nómina de los sueldos a los trabajadores de la información oscilan entre 4, 5 y 6 mil pesos mensuales, y en casos excepcionales, 8 mil pesos.
Además, sin derecho a Seguro Social ni Infonavit, ni tampoco a las prestaciones sociales y económicas contempladas en la Ley Federal del Trabajo.
Y por añadidura, sin derecho a la antigüedad para crear derecho para la jubilación.
Duro, terrible, cuando el trabajador de la información tiene familia con tres, cuatro hijos, y el único ingreso proviene del periódico.
Por eso, entre otras razones, el reportero, el fotógrafo, el camarógrafo, el columnista, etcétera, prefiere estar del lado del político y del funcionario, porque significan, en automático, otras fuentes de ingreso.
Lícitas e ilícitas.
Y lo que es peor, los magnates del periódico y el cuerpo directivo lo saben y aceptan, pues con los salarios que pagan nadie puede exigir un periodismo crítico.
En todo caso, si un reportero, por ejemplo, recibe un embute de 10 mil pesos, el directivo del medio (el director editorial, el jefe de Información, el jefe de Redacción) recibe 100 mil pesos, mientras el propietario un millón de pesos… por citar una variable.
Es el periodismo que estamos haciendo en Veracruz, donde la relación entre políticos y reporteros es una especie de matrimonio por conveniencia, un amasiato con intereses recíprocos, amantes clandestinos que han decidido salir del clóset y se muestran como son…

Expediente 2012
Amenazados de muerte cien migrantes…
Luis Velázquez
21 de abril de 2012

Se ignora si desde la sombra algún grupo estuviera haciendo terrorismo. El caso es que fray Tomás González Castillo, presidente del Centro de Derechos Humanos del Usumacinta, ha denunciado que habrá un rebrote de violencia y cien migrantes serán asesinados.
El hecho, claro, se reprodujo a partir de una narco/manta trepada en Arriaga, Chiapas, en la primera semana de abril.
Pero además, se multiplicó y convirtió en verdad cuando una parte de la prensa defeña informó que los Zetas capacitan a Maras en centros de entrenamiento clandestino en algunas entidades federativas, entre ellas, Veracruz.
Más todavía cuando de pronto, la directora de Atención a Migrantes del Veracruz próspero, reveló que cada día emigran de Veracruz a Estados Unidos mil paisanos, lo que suma 30 mil al mes.
Y más, mucho más, cuando la exjefa de la Unidad de Enlace de la Comisión Estatal de Derechos Humanos denunciara con gran valentía e integridad que las mujeres migrantes de Veracruz a Estados Unidos son prostituidas y obligadas a cien actos sexuales cada fin de semana, lo que suma 400 actos lujurientos en un mes, además de los efectuados entresemana.
Y más, cuando el mismo Instituto Nacional de Migración ha confirmado que por ahora están caminando por Veracruz un aproximado de 500 migrantes diarios, procedentes de América Central, donde hay países más chiquitos que el territorio de Veracruz.
Los hechos y las circunstancias alertan a las ongs y a los albergues de migrantes, a cargo, algunos, de sacerdotes, como Tomás González y José Alejandro Solalinde Guerra, director del albergue ‘’Hermanos en el camino’’, con sede en Ixtepec, Oaxaca.
Se ha dicho que, por lo pronto, la Procuraduría General de la Repçublica, PGR, investiga el origen de las narco/mantas anunciando un nuevo apocalipsis para los migrantes, mucho peor que las narcofosas de San Fernando, Tamaulipas.
Bastaría referir, y aun cuando quizá pueda deberse a motivos diferentes, que hace unos días, el Instituto de Medicina Forense de la Universidad Veracruzana en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, tiró en la fosa común los cadáveres de unos 40 desconocidos que durante semanas habían permanecido ahí sin que nadie los reclamara.
Vaya usted a saber si se trata de migrantes, y/o en todo caso, de personas al servicio de los cárteles de la droga.
La manta en Arriaga, Chiapas, anunciando el crimen de cien migrantes ha puesto los dedos de punta.

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