miércoles, 17 de agosto de 2011

EL QUINTO CONGRESO NACIONAL DE EDUCACION ESTA MINADO

El 5º Congreso Nacional de Educación está minado

"Quiero enviar un abrazo de muchos brazos a los jóvenes valientes que nos están dando a todos una lección de dignidad democrática desde las calles de Chile. Ellos, los indignados, demuestran que hay otro país posible, heredero de Balmaceda y de Allende, y que Chile no termina en las fronteras trazadas por los resignados y los indignos. Que de eso se trata, al fin y al cabo: luchando por la educación, los jóvenes educan a todos los demás. Esta protesta enseña. Yo les digo: gracias mil y suertudas suertes en tan hermosa aventura". –Eduardo Galeano.

Luis Hernández Montalvo
El Comité Ejecutivo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, ha convocado al 5º. Congreso Nacional de Educación bajo el lema: “Educar es el camino”.
El CEN del SNTE tiene el objetivo de promover la más amplia participación social de los diferentes actores, instituciones y órdenes de gobierno, para construir y asumir desde las diversas responsabilidades, la agenda educativa que genere la transformación de nuestro sistema educativo a fin de que responda a las expectativas del México del siglo XXI.
El problema no será fácil de resolver, mientras no se atiendan los vínculos con las distintas instancias de dirección, mientras los encargados de echar a andar la pesada máquina burocrática del SNTE, no comprendan la importancia de un evento de esta naturaleza que no puede repetirse como los anteriores congresos; mientras los líderes delegacionales y seccionales estén preocupados por todo, menos por los asuntos educativos y por los problemas gremiales que afectan a todos los trabajadores, independientemente de su preferencia sindical y militancia política, y que en las actuales circunstancias, parecen insalvables, mientras no se quiera ver que: “La casa ha estado mal guardada”, parodiando a su presidenta nacional en su discurso del 20 de enero de 1990.
El SNTE vive desde la década anterior, un profundo y desgastante proceso de balcanización que ha llevado al desprendimiento de 40 sindicatos de trabajadores de la educación con reconocimiento en las Juntas de Locales de Conciliación y Arbitraje en los estados, y que ya se han constituido en la Federación Nacional de Sindicatos Independientes de Trabajadores de la Educación, algunos de ellos con influencia en amplios sectores del magisterio y con reconocimiento incluso en sectores del magisterio mal llamado “institucional”. Mencionaré solo como referencia al Sindicato Estatal de Trabajadores de la Educación de Baja California y a la Delegación Sindical de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana, que forma parte del Sindicato de Trabajadores Normalistas y de la Educación en Veracruz.
Destaca en este proceso el reciente reconocimiento y toma de nota del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Educación de México por parte del Tribunal de Conciliación y Arbitraje, dejando en la perplejidad a los líderes del SNTE que no han podido procesar sus diferencias internas sobre todo, en el reparto de las cuotas de poder, tanto en las estructuras del sindicato como en la administración pública.
El 5º. Congreso Nacional se enfrenta también al magisterio agrupado en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación -CNTE-, que desde 1979, se ha constituido en una poderosa organización que cuestiona los mecanismos internos del poder sindical que ha dado origen a verdaderos cacicazgos que han entronizado la corrupción y el envilecimiento de las instituciones, en otro tiempo respetadas y respetables como la escuela pública y el trabajo de los profesores de educación básica.
La convocatoria a un Congreso de Educación, en un año electoral, más que buscar el consenso con la sociedad, para mejorar la calidad de la educación y el sistema educativo, tiene como fin rescatar un poco de influencia política en la vida nacional que presente al sindicato, sobre todo a sus dirigentes, como una organización propositiva y colaboracionista que disipe los temores y las presiones de los organismos económicos internacionales como la OCDE, quien le ha pedido al SNTE: “dejar de ejercer el veto sobre las reformas educativas mandadas por procesos políticos democráticos”.
Un sindicalismo que forma parte de los entramados círculos del poder económico y político, no puede reclamar autonomía para representar los intereses de los trabajadores agremiados al SNTE, pero tampoco puede encabezar la defensa de los derechos de los niños y jóvenes a tener una escuela pública de calidad ante los grupos de presión, que nos permita remontar el rezago educativo y que según informes muy conservadores afecta a más de 19 millones de mexicanos y que se suman a los problemas de deserción escolar y desempleo con lo que se perfila un sombrío panorama para millones de jóvenes.
El millón y medio de trabajadores de la educación que reclama la representación del SNTE, es una quimera, mientras los líderes más experimentados en el sindicato se dedican al trabajo de impostación con más de 18 mil trabajadores comisionados con cargo al presupuesto de la federación y otro tanto mayor negociado con los gobernadores de los estados, se encuentran realizando trabajo político con la sociedad civil para canalizar influencia electoral al PANAL, mientras esto ocurre, se observa una parálisis sindical en las escuelas y delegaciones sindicales sin precedentes.

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