miércoles, 13 de julio de 2011

PASILLOS DEL PODER

Pasillos del Poder
César Augusto Vázquez Chagoya
Leanos en www.pasillosdelpoder.com
www.enlaceveracruz212.com.mx
vazquezchagoya@prodigy.net.mx
11 de JULIO de 2011

EL PODER DE UN GOBERNADOR

Estábamos en la oficina de un gran amigo cuando llega al lugar el subsecretario de Finanzas, Javier Duarte de Ochoa. Solamente una vez en mi vida lo he visto enojado al grado de no poder hablar, pero no hace gestos, ni patea o quiere tirar las puertas como hacía o hace Dante Delgado, por lo que el encuentro fortuito con el joven funcionario fue de amabilidad, alegre, con una conversación inteligente.

Nos despedimos del amigo porque hay que comprender que la llegada de Duarte era para tratar un asunto de importancia, por lo que no cabía la imprudencia, ni esperaría a que dijera el anfitrión: “Nos vemos mañana”, pero casi saliendo de la oficina Duarte nos invita a desayunar. “¿Dónde? Dígame, porque usted es el ocupado”, respondimos.

“Mañana a las 9 de la mañana en mi oficina”, contestó. Dijimos entre sí: “Este joven no ha de dormir, o si duerme lo hace en su oficina”.

Llegamos a la Secretaría de Finanzas como se nos había invitado. La primera en recibirnos fue una guapa morena muy amable que se llama Beatriz del Toro, quien nos condujo a la sala de juntas improvisada como desayunador.

En ese lugar conocimos al secretario particular Juan Manuel del Castillo, tranquilo, dueño de sí mismo. Las dos personas más cercanas al entonces subsecretario de Finanzas, miran a los ojos, como su jefe. Con el tiempo Duarte de Ochoa llega a la Secretaría de Finanzas a raíz de la renuncia de Rafael Murillo Pérez (ya había ocupado el mismo cargo en el gobierno de Don Rafael Hernández Ochoa) por motivos de salud, problema que era sabido por la clase política y periodística.

Un día del 2008, siendo director de Diario NOTISUR en Coatzacoalcos, fuimos citados por el secretario de Finanzas en un domingo para tratar un viejo sueño de los voceadores del antiguo Puerto México para tener acceso al servicio médico popular, que en ese tiempo estaba muy demandado pero restringido por los presupuestos federales. A tres años hay que reconocer que se amplió significativamente, pero aun no alcanza.

Ese domingo nos vuelve a recibir Beatriz del Toro sonriente y de buen humor, lo que origina la pregunta casi obligada. “¿A qué horas o día descansa?”. No contestó con palabras, pero hizo un gesto muy bien comunicado que eso era un sueño. La dama no estaba equivocada: ese diciembre del 2008 Javier Duarte de Ochoa renunciaba al cargo para aspirar a la diputación federal por el distrito de Córdoba. Beatriz y Juan Manuel se meterían por meses a una actividad más extenuante.

Después de precampaña y campaña, Javier Duarte de Ochoa gana la diputación y viaja constantemente buscando la candidatura a la gubernatura, que lo hace realizar giras y encuentros en todo el estado, por lo que sus oficinas en Córdoba siguen activísimas y más el área de más confianza en la que estaban Juan Manuel del Castillo y Beatriz del Toro. Ellos ya no salían atender a nadie, había otras personas que daban la cara.

Vino la campaña para gobernador de Duarte y menos se veían públicamente ambos colaboradores del próximo gobernador de Veracruz, quien al tomar posesión el 1 de diciembre del 2010, nombra como su secretario particular al originario del puerto de Veracruz Harry Grappa Guzmán, quien desde la campaña ya llevaba la agenda de Duarte. El nombramiento de secretario privado fue para Juan Manuel del Castillo. Beatriz estaba muy cerca, pero sin nombramiento.

Harry Grappa es un operador nato. Desde hace años su familia se dedica a organizar banquetes, son transportistas, restauranteros etc. Después lo vimos como uno de los 4 fantásticos del aspirante a la gubernatura Fidel Herrera Beltrán, ya que era uno de los que llevaban la agenda telefónica del entonces senador, quien, aprovechando los viajes, se dedicaba hablar con líderes, periodistas, funcionarios etc. Era lógico que fuera muy conocido por Duarte de Ochoa.

La semana pasada fue exitosa para Javier Duarte, por hechos o factores que no propició, pero le beneficiaron enormemente. Ya se decía hace poco que era un gobernador cuajado, pues con los sucesos de la semana pasada se consolidó como gobernador en sólo 8 meses.

Hay libros que hablan de las leyes no escritas de los gobernantes, donde en los primeros años de mandato lo dedican a cumplir con los compromisos. Consolidación en los siguientes dos y los últimos preparar al sucesor y la salida.

Pues esas leyes ya se rompieron: en sólo 8 meses Duarte se consolida. Los que pensaban que habría ingobernabilidad, pues se equivocaron. No conocemos a ninguno que rebase a un gobernador y menos que pueda con su poder.

A principios de la semana pasada renunció a la secretaría de Seguridad Pública del estado el general Sergio López Esquer. Lo sustituye Arturo Bermúdez Zurita, a quien Duarte encuentra en la Secretaría de Finanzas y por su eficiencia se ganó su absoluta confianza. Este nombramiento merece una columna especial.

Con la confirmación de Bermúdez en la seguridad estatal, el gobernador aprovechó para hacer tres movimientos estratégicos. A Harry Grappa, ahora ex secretario particular, lo nombra subsecretario de Turismo, que es su verdadero mole y ayudará a Leticia Perlasca porque, como ya se dijo, es un magnífico operador.

El gobernador también le hizo justicia a quienes en las buenas y en las malas han estado a su lado: a Juan Manuel del Castillo lo nombró su secretario particular, y a Beatriz del Toro, su secretaria privada.

Otros de los cambios realizados son en la Secretaría de Comunicaciones: secretario Raúl Zarrabal Ferat; subsecretario de Comunicaciones, Bernardo Rojas Aldana; director general de Carreteras Estatales, Agustín Mollinedo Hernández; director general de Maquinaria, Javier Ortiz Olamendi. Como Jefe de la Oficina del Programa de Gobierno, llegó el licenciado Guillermo Herrera Mendoza; como subsecretario de Finanzas y Administración, Gabriel Deantes Ramos; y finalmente el oficial mayor de la Secretaría de Educación de Veracruz, será nuevamente Edgar Spinoso Carrera.

Para cerrar los factores que benefician al gobernador de Veracruz, la maestra Elba Esther Gordillo Morales acusa al ex candidato a la gubernatura Miguel Ángel Yunes Linares, de desvíos en el ISSSTE.

Javier Duarte de Ochoa no movió un dedo para que la dirigente del SNTE y los sindicatos de la burocracia federal, pusiera en exacta dimensión histórica a quien lo denostó con furia, pero que ha caminado con total impunidad con las acusaciones de pederastia, asesino de indígenas, fortuna mal habida, etc.

A Miguel Ángel lo espera la justicia. El joven gobernador en su joven gobierno, camina.

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